Las enfermedades mentales aumentan el riesgo de sufrir COVID grave, pero la pregunta es ¿por qué?

The New York Times: Edición Español

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Ha quedado claro desde los primeros días de la pandemia: las personas con enfermedades mentales tienen más probabilidades de sufrir resultados graves de COVID. En comparación con la población general, tienen mayor riesgo de ser hospitalizados, desarrollar COVID persistente o morir de una infección.

Este hecho sitúa a la enfermedad mental en la misma lista que otros factores de riesgo COVID más conocidos, como los problemas cardiovasculares, la enfermedad renal crónica y el asma.

En lo que respecta al riesgo de COVID, las enfermedades mentales "no deben tratarse de forma diferente a como se trata la diabetes, las enfermedades cardiacas o el cáncer", afirmó Ziyad Al-Aly, jefe de investigación y desarrollo del Sistema de Atención Médica de Asuntos de Veteranos de St. Louis

Los científicos ahora tienen un mejor entendimiento de quién es vulnerable. Aunque la investigación ha relacionado una amplia gama de enfermedades mentales con peores consecuencias de COVID, los expertos creen en general que el riesgo es mayor para las personas con enfermedades mentales graves o no controladas, lo que sugiere que alguien con esquizofrenia, por ejemplo, tiene más probabilidades de enfermar de COVID que alguien que recibe tratamiento para la ansiedad. También tienen varias hipótesis sobre por qué las enfermedades mentales pueden hacer más susceptibles a las personas.

La tensión del estrés

Muchas enfermedades mentales pueden provocar niveles de estrés crónicamente elevados. Y el estrés sabotea el sistema inmunitario, inundando el cuerpo de hormonas como el cortisol y la adrenalina. Esas hormonas dificultan la producción de determinadas células inmunitarias que son cruciales para combatir las enfermedades.

"Todo el sistema no está diseñado para activarse de manera constante", afirma Andrea Lynne Roberts, investigadora de la Universidad de Harvard que ha estudiado los efectos de los trastornos mentales en los resultados de la COVID. Por eso las personas con enfermedades mentales pueden ser más vulnerables a las infecciones víricas en general, desde el resfriado común hasta COVID.

Los elevados niveles de estrés también pueden provocar una presión arterial persistentemente alta y más depósitos de placa en el corazón, lo que contribuye a las enfermedades cardiovasculares, que se sabe que predisponen a las personas a infecciones de COVID más graves.

Efectos del medicamento

Algunos fármacos antipsicóticos podrían debilitar el sistema inmunitario, dificultando la respuesta ante una amenaza como un virus, afirmó Maxime Taquet, investigador en psiquiatría de la Universidad de Oxford.

Algunos medicamentos antidepresivos y antipsicóticos también pueden provocar aumento de peso; por esa y otras razones, la obesidad es frecuente en personas con algunas enfermedades mentales. Los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades muestran que la obesidad está relacionada con un mayor riesgo de hospitalización por una infección de COVID.

Thida Thant, profesora adjunta de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado, subrayó que estas preocupaciones no deben disuadir a las personas de tomar medicamentos para su salud mental, porque los beneficios del tratamiento superan con creces estos posibles riesgos.

Inflamación en el cerebro

Una infección por COVID aumenta el riesgo de que cualquier persona desarrolle una enfermedad mental, incluso sin antecedentes de trastornos psiquiátricos. Esto se debe en parte a que el virus "causa estragos en el cerebro", provocando inflamación en zonas que controlan la emoción y la cognición, aseguró Al-Aly.

Para las personas que ya padecen una enfermedad mental, la COVID puede empeorar las cosas. En algunos pacientes, ciertos síntomas prolongados de COVID --depresión, ansiedad, fatiga, niebla cerebral-- podrían ser señales de que una infección por COVID ha exacerbado una enfermedad mental preexistente, explicó Thant.

Las circunstancias en torno a la enfermedad mental

A veces, los peores resultados de la COVID tienen menos que ver con las enfermedades mentales y más con factores externos que a veces las acompañan. Por ejemplo, las personas con enfermedades mentales son más propensas a fumar y, por lo tanto, tienen peor salud pulmonar, afirmó Nora Volkow, directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas y coautora de un estudio que demostró que las personas con trastornos mentales tenían muchas más probabilidades de morir o ser hospitalizadas debido a COVID.

Las personas con enfermedades mentales graves también tienen más probabilidades de caer en la pobreza y no poder permitirse la asistencia sanitaria. También pueden tener dificultades para dormir lo suficiente, mantener una dieta equilibrada y atender otros aspectos de su salud, aseguró Thant.

Y el estigma que rodea a las enfermedades mentales puede impedir que la gente busque atención médica, dijo Volkow, lo que puede ser especialmente crítico cuando se trata de COVID. El Paxlovid, un fármaco antiviral que reduce drásticamente el riesgo de hospitalización y muerte por el virus, debe tomarse en los cinco primeros días de los síntomas, por lo que es esencial obtener una receta en las primeras fases de la enfermedad.

Sin embargo, es posible que las personas con problemas de salud mental no puedan acceder a la asistencia necesaria para obtener una receta, o ni siquiera sepan que reúnen los requisitos para recibir el antivírico.

Las personas con enfermedades mentales tienen más probabilidades de sufrir resultados graves de COVID. (Vartika Sharma/The New York Times)

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