Yahya Sinwar, líder de Hamás, ha muerto

Reportajes Especiales - News

Guardar

HamasSinwar, YehyaDeaths (Obituaries)PalestiniansPolitics and GovernmentIsrael-Gaza War (2023- )Defense and Military ForcesGaza StripIsrael

Yahya Sinwar, el dirigente militante palestino que salió de dos décadas de prisión en Israel para ascender a la dirección de Hamás y ayudar a planear el ataque más mortífero contra Israel de su historia, murió el miércoles. Tenía unos 60 años.

Su muerte fue anunciada el jueves por el ejército israelí, que dijo que Sinwar había sido asesinado por una unidad de comandantes de escuadrones en formación que se encontraron con él mientras realizaba una operación en el sur de Gaza.

Sinwar, dirigente de Hamás desde hacía tiempo que asumió su máximo cargo político en agosto, era conocido entre partidarios y enemigos por combinar astucia y brutalidad. Desarrolló la capacidad de Hamás para dañar a Israel al servicio del objetivo del grupo a largo plazo de destruir el Estado judío y construir en su lugar una nación palestina islamista.

Desempeñó un papel central en la planificación del ataque sorpresa al sur de Israel el 7 de octubre de 2023, en el que murieron unas 1200 personas y otras 250 fueron llevadas de vuelta a Gaza como rehenes. Esto situó a Sinwar en lo más alto de la lista de objetivos de Israel. Los dirigentes israelíes se comprometieron a encontrarlo; el ejército lanzó panfletos en Gaza en los que se ofrecía una recompensa de 400.000 dólares por información sobre su paradero.

Sin embargo, durante más de un año permaneció escurridizo. Sinwar sobrevivió en los túneles que Hamás había excavado bajo Gaza, incluso cuando Israel mató a muchos de sus combatientes y asociados.

El legado de Sinwar entre los palestinos es complejo. Creó una fuerza capaz de golpear al ejército más sofisticado de Medio Oriente a pesar del férreo bloqueo egipcio-israelí de Gaza. Pero el ataque del 7 de octubre llevó a Israel a comprometerse no solo a poner fin a los 17 años de gobierno de Hamás en Gaza, sino también a destruir por completo al grupo.

Según los sondeos, el ataque elevó el prestigio de Hamás en la Cisjordania ocupada por Israel y en otros lugares del mundo árabe, pero no entre los gazatíes, cuyas vidas y hogares sufrieron lo peor de la posterior invasión israelí.

Y aunque logró que la causa palestina volviera a atraer la atención del mundo, no consiguió acercar a su pueblo a la independencia o a la condición de Estado, y a un costo alto para aquellos a quienes afirmaba querer liberar. Israel redujo a escombros gran parte de Gaza en respuesta al ataque de Hamás, y más de 42.000 palestinos han muerto, según las autoridades de salud de Gaza.

Cuando se corrió la voz de su muerte en Gaza, mucha gente lo celebró.

Mohammed, un joven de 22 años que había sido desplazado repetidamente durante la guerra, dijo que culpaba a Sinwar del hambre, el desempleo y la carencia de hogares que había provocado el conflicto.

"Nos humilló, inició la guerra, nos dispersó y nos convirtió en desplazados, sin agua, comida ni dinero", dijo Mohammed, hablando bajo condición de anonimato por temor a represalias de miembros de Hamás. "Él es quien obligó a Israel a hacer esto".

La noticia de la muerte de Sinwar, dijo, marcó "el mejor día de mi vida".

Como dirigente de Hamás en Gaza de 2017 a 2024, Sinwar reavivó discretamente la relación del grupo con Irán, que por mucho tiempo había sido uno de sus protectores, ayudando a Hamás a desarrollar la capacidad de esquivar las defensas de Israel. Y mientras se preparaba en secreto para una guerra de grandes dimensiones con Israel, hizo creer a Israel que quería lo contrario: no exactamente la paz, pero al menos algo de tranquilidad.

Muchos miembros de la fuerza de defensa israelí pasaron los años anteriores a la guerra centrándose en otras amenazas y dando por sentado que Gaza estaba bajo control, según dijeron algunas personas en entrevistas tras el inicio de la guerra.

La vida de Sinwar estuvo profundamente marcada por el conflicto palestino-israelí.

Nació en 1962 en Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, un territorio superpoblado y empobrecido situado en la costa mediterránea que tiene frontera con Israel y Egipto.

No se dispuso inmediatamente de información sobre sus padres, pero, como la mayoría de los habitantes de Gaza, los miembros de su familia eran refugiados palestinos registrados. Ellos o sus antepasados habían huido o habían sido expulsados de sus hogares en la guerra que rodeó la creación de Israel en 1948 y anhelaban regresar.

Sinwar estudió árabe en la Universidad Islámica de Gaza y comenzó a involucrarse en la política islamista. Alrededor del comienzo del primer levantamiento palestino, o intifada, contra la ocupación israelí de Cisjordania y Gaza en 1987, los islamistas palestinos fundaron Hamás, que prometió destruir Israel y sustituirlo por un Estado palestino. Israel, Estados Unidos y otros países designaron a Sinwar como terrorista y a Hamás como una organización terrorista.

Sinwar, uno de los primeros miembros de Hamás, dirigió un grupo encargado de castigar a los palestinos acusados de espiar para Israel, a menudo con la ejecución. Llevaba a cabo esta tarea con tal brutalidad que se ganó el apodo de Carnicero de Jan Yunis.

En 1988, Israel detuvo a Sinwar y posteriormente lo procesó por el asesinato de cuatro palestinos sospechosos de colaborar con Israel. Pasó más de dos décadas en cárceles israelíes, una experiencia que, según dijo más tarde, le permitió estudiar a su enemigo.

"Querían que la prisión fuera una tumba para nosotros, un molino para destrozar nuestra voluntad, nuestra determinación y nuestros cuerpos", dijo en 2011. "Pero, gracias a Dios, con nuestra fe en nuestra causa, convertimos la prisión en santuarios de culto y academias de estudio".

Aprendió hebreo, leyó mucho sobre la historia y la sociedad israelíes y se convirtió en líder de la prisión, participando en las negociaciones entre los presos y sus carceleros.

"No hay duda de que es testarudo y un buen negociador", recordó Sofyan Abu Zaydeh, quien conoció a Sinwar en la cárcel a finales de la década de 1980 y más tarde fue ministro de la Autoridad Palestina.

A lo largo de los años, Israel perdió varias oportunidades de mantener a Sinwar fuera del campo de batalla, o de eliminarlo por completo.

Durante el encarcelamiento de Sinwar, Yuval Bitton, dentista de la prisión, llegó a conocerlo y se enteró de sus continuos esfuerzos por castigar a los palestinos que sospechaba que colaboraban con Israel, según declaró Bitton al Times en 2024.

En 2004, Sinwar comenzó a presentar un dolor en la nuca que Bitton dijo a sus colegas que requería atención médica urgente. Los médicos le extirparon un agresivo tumor cerebral que podría haber matado a Sinwar si no se hubiera tratado, y Sinwar agradeció a Bitton por salvarle la vida.

"Para él era importante que yo entendiera de un musulmán lo importante que era esto en el islam: que me debía la vida", dijo Bitton, quien más tarde se convirtió en jefe de inteligencia del Servicio de Prisiones israelí.

En un doloroso giro del destino, cuando Hamás atacó Israel en 2023, Tamir Adar, sobrino de Bitton, se encontraba entre los rehenes llevados a Gaza, donde murió poco después.

En 2011, Israel y Hamás acordaron intercambiar a un soldado israelí capturado, Gilad Shalit, por 1027 prisioneros palestinos. Sinwar fue el preso de mayor rango liberado en el acuerdo. Volvió de la cárcel con un conocimiento más profundo de Israel y un compromiso más firme de liberar a otros presos palestinos.

"Cuando salió, prometió a sus compañeros que su libertad era su obligación", recordó Abu Zaydeh. "El 7 de octubre, en un nivel elemental, se trataba de liberar a los presos".

Regresó a Gaza para encontrarse con una nueva realidad. En 2007, Hamás había arrebatado el control a la Autoridad Palestina, más moderada. Esto convirtió a Hamás, por primera vez, no solo en un grupo armado, sino también en un gobierno de facto que supervisaba la electricidad, la recolección de basura y otros servicios públicos.

La toma del poder por Hamás llevó a Israel y Egipto a imponer un bloqueo a Gaza, restringiendo la entrada y salida de bienes y personas del territorio, y agravando la pobreza y el aislamiento de la Franja.

Sinwar escaló posiciones dentro de Hamás. En 2012 se convirtió en representante del brazo armado de Hamás, las Brigadas Qassam, un cargo similar al de ministro de Defensa. Eso lo unió más estrechamente a la fuerza de combate de Hamás y a su misterioso comandante, Muhammad Deif, otro de los artífices del atentado del 7 de octubre, a quien Israel mató en un gran bombardeo en Gaza en julio.

En 2017, Sinwar se convirtió en el líder de Hamás en Gaza, tomando el relevo de Ismail Haniyeh, quien se trasladó a Catar y fue el máximo dirigente político del grupo hasta que Israel lo asesinó en Teherán en julio. En ese cargo, Sinwar buscó nuevas formas de protestar contra el bloqueo y de llamar la atención sobre los agravios contra los palestinos. En 2018, Hamás respaldó grandes protestas de palestinos en Gaza que pretendían marchar a sus pueblos ancestrales dentro de Israel, manifestaciones que Israel reprimió violentamente.

Sinwar también mostró interés por mejorar la vida de los gazatíes. En una entrevista inusual con una periodista italiana en 2018, pidió un alto el fuego a largo plazo.

"No estoy diciendo que no vaya a luchar más", dijo. "Digo que ya no quiero la guerra. Quiero el fin del asedio. Vas a la playa al atardecer y ves a todos esos adolescentes en la orilla charlando y preguntándose cómo es el mundo al otro lado del mar. Cómo es la vida", añadió. "Quiero que sean libres".

En 2021, Hamás inició una nueva guerra --su tercer gran conflicto con Israel desde 2008-- para protestar contra los esfuerzos israelíes por desalojar a palestinos de Jerusalén Este y contra las redadas de la policía israelí en la mezquita de al Aqsa de Jerusalén, un referente de la reivindicación palestina de la ciudad. Durante el conflicto, Israel bombardeó su casa en un intento fallido de matarlo.

En directo por televisión tras el alto el fuego, Sinwar anunció que volvería a casa andando y desafió a Israel a asesinarlo. Luego caminó por Gaza, estrechando manos, saludando a los propietarios de tiendas y deteniéndose para tomarse fotos con los transeúntes.

Su retórica violenta contra Israel nunca se suavizó. En 2022, pronunció un discurso enardecido en el que pedía a los palestinos de todo el mundo, incluso dentro de Israel, que "prepararan sus cuchillas, hachas o cuchillos". Menos de una semana después, tres judíos israelíes murieron en un ataque con hacha en el centro de Israel.

Sin embargo, Sinwar también siguió buscando acuerdos con Israel, negociando para permitir la entrada de unos 30 millones de dólares de ayuda mensual a Gaza desde Catar y un aumento del número de permisos para que los gazatíes trabajaran en Israel, ambas cosas muy necesarias para la tambaleante economía del territorio.

Estas medidas, sumadas a la decisión de Sinwar de mantener a Hamás al margen de los enfrentamientos entre Israel y otros grupos armados, hicieron creer a la fuerza de defensa israelí que unas estrictas medidas de seguridad y mejoras limitadas en la calidad de vida de los gazatíes podrían mantener contenido a Hamás.

Pero esa esperanza se desvaneció el 7 de octubre de 2023, cuando combatientes superaron a las defensas fronterizas de Israel, irrumpieron en Israel por mar, aire y tierra, y arrasaron comunidades y bases militares israelíes, disparando a soldados y civiles y demostrando lo equivocadas que eran las evaluaciones de Israel sobre Sinwar.

Israel respondió con una fuerza abrumadora, y destruyó áreas grandes de Gaza, lanzó una invasión terrestre destinada a destruir a Hamás y causó uno de los más rápidos aumentos del número de muertos en cualquier guerra de este siglo.

Sinwar no apareció públicamente durante la guerra, por lo que no está claro lo que pensaba que Hamás había conseguido con su ataque contra Israel ni cómo se sentía ante el enorme costo en vidas palestinas.

Jo Becker y Abu Bakr Bashir colaboraron con la reportería.

Ben Hubbard es el jefe de la corresponsalía de Estambul y cubre Turquía y la región circundante. Más de Ben Hubbard

Jo Becker y Abu Bakr Bashir colaboraron con la reportería.

Guardar