SpaceX lanza su cohete Starship y atrapa el propulsor con brazos mecánicos

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La compañía completó con éxito un vuelo de prueba del cohete más potente construido hasta ahora. Algunos residentes de Texas cercanos al lugar experimentaron temblores cuando el propulsor fue atrapado por brazos mecánicos.

SpaceX realizó una proeza técnica el domingo, no solo haciendo volar el propulsor de un cohete de más de 70 metros de regreso a su lugar de lanzamiento, sino también atrapándolo en el aire con dos brazos mecánicos gigantes.

Esto se produjo durante el quinto vuelo de prueba del cohete Starship y supuso un gran paso adelante para las ambiciones de SpaceX y su fundador, Elon Musk, que incluyen transportar personas a Marte algún día.

En un futuro más inmediato, la NASA pagará a SpaceX 4000 millones de dólares por utilizar Starship para llevar astronautas a la superficie de la Luna durante dos próximas misiones de su programa Artemis.

La empresa de Musk, además de haber construido y hecho volar el cohete más grande y potente del mundo, también ha demostrado una tecnología clave necesaria para que el vehículo sea completamente reutilizable y pueda volar una y otra vez rápidamente, más como un avión de pasajeros que como un cohete.

Bill Nelson, administrador de la NASA, felicitó a SpaceX por el vuelo del domingo en una publicación en la plataforma de redes sociales X.

"Mientras nos preparamos para volver a la Luna con Artemis, las pruebas continuas nos prepararán para las audaces misiones que tenemos por delante, incluida la región del polo sur de la Luna y luego a Marte", dijo.

A las 8:25 a. m., hora del este, el cohete, de casi 122 metros de altura, despegó de la base de lanzamiento de SpaceX cerca de Brownsville, Texas. La etapa superior del vehículo Starship, apilada sobre la primera etapa, conocida como propulsor Super Heavy, será capaz de transportar más de 100 toneladas métricas a órbita.

Después de que el propulsor empujara con éxito a la Starship hacia arriba a través de la parte más densa de la atmósfera, se alejó mientras la Starship seguía dirigiéndose hacia el espacio.

El propulsor encendió entonces algunos de sus 33 motores para impulsarse de vuelta al lugar de lanzamiento. Al caer del cielo a velocidades supersónicas, provocó estampidos sónicos que asombraron a los espectadores, pero molestaron a algunos residentes.

"Mi casa tembló durante el despegue y la reentrada, en Harlingen, a 65 kilómetros de distancia", dijo Justin LeClaire, biólogo del Coastal Bend Bays and Estuaries Program, que monitorea los lanzamientos de SpaceX. "Se sintió realmente como un terremoto menor, si no hubiera sabido que se estaba lanzando un cohete".

Cerca del suelo, los motores se encendieron de nuevo para frenar el propulsor, que parecía un cigarrillo gigante cayendo con el brillo de los motores en la parte inferior.

A medida que el propulsor descendía cerca de la torre de lanzamiento, se balanceaba hacia delante y hacia atrás, y las llamas se elevaban a lo largo de un lado, pero eso no parecía desviarlo de su curso. Se acurrucó contra los brazos, que se cerraron suavemente alrededor del propulsor, atrapándolo.

Cuando los motores se apagaron, el propulsor seguía suspendido en el aire.

"¡No sé qué decir!", escribió Gwynne Shotwell, directora de operaciones de SpaceX, en una publicación en X.

Un pequeño incendio siguió ardiendo en la base del propulsor, pero las llamas se extinguieron pronto.

El regreso del propulsor al lugar de lanzamiento fue similar a la forma en que la primera etapa del cohete Falcon 9 de SpaceX vuelve a entrar en la atmósfera antes de aterrizar en una plataforma flotante o en una pista de aterrizaje. SpaceX lo hace ahora de forma rutinaria, pero los propulsores tienen que volver al lugar de lanzamiento.

Musk prevé que las Starships puedan volar mucho más a menudo, por lo que SpaceX construyó una torre con brazos mecánicos apodados palillos. SpaceX también planea utilizar esos brazos para atrapar las Starships cuando regresen de la órbita.

Mientras la torre de lanzamiento atrapaba el propulsor en Texas, la etapa superior del vehículo Starship continuaba un arco en el espacio hacia el Océano Índico. Para este vuelo, SpaceX mejoró la protección térmica de la Starship para que pudiera soportar mejor el calor abrasador de la reentrada.

Al menos uno de los alerones pareció sufrir algún daño durante la reentrada, pero la Starship sobrevivió intacta al realizar un aterrizaje suave sobre el agua. A continuación explotó, lo que no era inesperado. SpaceX no tenía previsto recuperar la nave.

Una cámara que SpaceX había instalado en una boya en el océano captó los últimos momentos de la Starship, y las imágenes daban a entender que aterrizó casi exactamente donde pretendía.

Mientras los comentaristas de SpaceX seguían centrados en la misión del domingo, el vuelo de prueba se produjo mientras Musk invertía su tiempo y dinero en apoyar la campaña del expresidente Donald Trump. Apareció junto a Trump en un mitin este mes en Butler, Pensilvania, con una camiseta que decía "Ocupemos Marte", y ha afirmado que Trump es el único candidato que llevará a la humanidad a Marte.

Para llegar a Marte, o incluso a la Luna, SpaceX tiene que superar otros retos técnicos. Entre ellos, acelerar el ritmo de los lanzamientos y demostrar la capacidad de rellenar los tanques de propulsante de la Starship mientras está en órbita.

Musk promete que las primeras Starships a Marte partirán a finales de 2026, la próxima vez que la Tierra y Marte se alineen, y que si esos aterrizajes iniciales van bien, les seguirán vuelos tripulados.

Los estampidos sónicos, que la Administración Federal de Aviación (FAA por su sigla en inglés) había previsto cuando concedió a SpaceX el permiso de lanzamiento, podrían añadir otro motivo de discordia entre la agencia, SpaceX y los ecologistas, quienes afirman que no se está haciendo lo suficiente para proteger a las personas, las propiedades y la fauna de los lanzamientos.

Esas quejas podrían aumentar, ya que SpaceX está solicitando permiso para aumentar el número de lanzamientos de Starship en su emplazamiento de Texas de cinco lanzamientos orbitales al año a 25.

Pero SpaceX dice que los reguladores estaban obstaculizando su progreso, con este quinto vuelo de prueba de la Starship retrasado durante meses por la lentitud burocrática. La FAA dice que está trabajando para proteger la seguridad pública. En un momento dado, la agencia dijo que no aprobaría el vuelo del domingo hasta finales de noviembre, y que la aprobación del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE. UU. sobre cuestiones medioambientales en el lugar de lanzamiento de Texas había sido uno de los factores del retraso.

Ha habido pruebas generalizadas de las consecuencias medioambientales para la región, como se detalla en una investigación del New York Times publicada en julio.

Tras semanas de presión por parte de Musk, la FAA aprobó el sábado el vuelo del domingo. Pero se adjuntaron algunas advertencias medioambientales.

La FAA dijo que SpaceX había acordado realizar estudios de la grava del tamaño de un frijol que el cohete envía al parque estatal adyacente "para determinar la distancia de la columna de ripio y los métodos para proteger los nidos durante los eventos de lanzamiento".

SpaceX también utilizará drones con cámaras de infrarrojos --que pueden detectar lugares de anidamiento de animales-- durante los lanzamientos, y desplegará ingenieros medioambientales antes y después de los lanzamientos para buscar cualquier daño a estas aves y sus nidos.

Si el Servicio de Pesca y Vida Silvestre lo aprueba, es posible que también se pida a la empresa que instale refugios temporales para proteger los nidos durante los lanzamientos.

En documentos públicos, la FAA había dicho que la presión atmosférica, el ruido y los estampidos sónicos serían más intensos durante la prueba del domingo. En vuelos anteriores, el propulsor descendió sobre el golfo de México, mucho más lejos de las viviendas.

La presión atmosférica, dijo la FAA en un informe hecho público el sábado, sería lo suficientemente fuerte como para causar daños menores en el yeso de las casas no muy lejos del lugar de lanzamiento.

Las inspecciones previstas tras el vuelo mostrarán si el suceso causó algún daño y, en caso afirmativo, su alcance. SpaceX, dijo la FAA, tiene un seguro que cubre el costo de cualquier reparación estructural necesaria.

Valerie Bates, responsable del Port Isabel Lighthouse State Historic Site, situado a unos 10 kilómetros del lugar del lanzamiento, dijo que el vuelo del domingo fue notablemente más fuerte, al menos para ella, que lanzamientos anteriores una vez incluido el aterrizaje.

El sonido durante el despegue es siempre largo y retumbante, dijo, pero las vibraciones fueron más intensas cuando el propulsor regresó, aunque no hubo daños aparentes en el faro. Dijo que algunos vecinos habían informado de la caída de objetos de las paredes.

"Esto fue claramente diferente", dijo, añadiendo que ella estaba en el faro para el evento. "Hubo dos o tres estampidos muy fuertes en el rellano que parecieron más impactantes. Fue más fuerte, más ruidoso".

No todos los residentes de la zona informaron de perturbaciones más intensas.

Keith Reynolds, quien vive a unos seis kilómetros del lugar del lanzamiento, dijo que las vibraciones y el ruido no le parecieron tan diferentes a los de lanzamientos anteriores, y no observó ningún daño en su casa.

"Ha sido una hazaña increíble", dijo. "Estoy listo para el próximo y para 100 más".

Kenneth Chang, periodista científico del Times, cubre la NASA y el sistema solar, así como la investigación más cercana a la Tierra. Más de Kenneth Chang

Eric Lipton es un periodista de investigación que profundiza en una amplia gama de temas, desde el gasto del Pentágono hasta los productos químicos tóxicos. Más de Eric Lipton

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