¿Tu vehículo eléctrico puede incendiarse tras un huracán?

Las autoridades de Florida advirtieron a los residentes que alejaran sus vehículos eléctricos de las posibles zonas inundables antes del paso del huracán Milton para evitar el riesgo de que los coches se prendieran en llamas tras quedar sumergidos en agua salada durante periodos prolongados.

“Mantenga los vehículos eléctricos y las baterías de iones de litio alejados de las aguas de las inundaciones y las marejadas ciclónicas”, instaba la página de Facebook del condado de Hillsborough, donde se encuentra Tampa.

Los vehículos eléctricos contienen baterías de iones de litio, que también se encuentran en bicicletas y patinetes eléctricos, sillas de ruedas, carritos de golf, cortacéspedes eléctricos y herramientas como taladros inalámbricos. Si estas baterías se empapan de agua salada, algunas pueden incendiarse al bajar las aguas.

Es un problema relativamente raro, pero el riesgo es real.

Según las autoridades, el mes pasado se produjeron unas tres decenas de incendios relacionados con vehículos eléctricos durante el huracán Helene, al menos uno de los cuales destruyó una vivienda. Más de 254.000 vehículos eléctricos estaban registrados en Florida a finales de 2023.

Si el agua salada llega al interior de una batería de iones de litio, puede corroer las celdas de la batería o provocar un cortocircuito.

En algunos casos, la batería de alta densidad energética puede calentarse y sufrir una reacción en cadena denominada fuga térmica. El calor empieza a fundir los separadores de plástico del interior de la batería, lo que provoca que otras celdas se calienten y provoquen un cortocircuito, creando un incendio que puede durar horas e incluso reavivarse después de apagarse.

Los fabricantes de automóviles diseñan sus baterías de iones de litio para que sean resistentes al agua. Pero si un vehículo se sumerge en agua salada durante un periodo prolongado, el desgaste o la corrosión pueden permitir que el agua salada se filtre en la batería y provoque un incendio.

“No es un riesgo por la inmersión en agua dulce” asociada a fuertes lluvias o crecidas de los ríos, dijo Albert Gore, director ejecutivo de la Asociación de Transporte de Emisiones Cero, un grupo comercial. “Pero en lugares propensos a inundaciones de agua salada y marejadas ciclónicas, es un riesgo a tener en cuenta”.

Tras el paso del huracán Ian por el suroeste de Florida en 2022, más de 3000 vehículos eléctricos se vieron afectados por las inundaciones, pero apenas 36 se incendiaron, según un informe de enero del Laboratorio Nacional de Idaho.

“No es muy frecuente”, afirmó Thomas Barth, jefe de la rama de investigaciones especiales sobre seguridad vial de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte.

Los investigadores han estado diseccionando y estudiando las baterías que se incendiaron tras ser inundadas con agua salada para entender las causas, lo que podría permitir a los fabricantes de baterías mejorar la prevención de futuros incendios.

“Hemos tenido 100 años para perfeccionar la seguridad de los vehículos de gasolina, y llevamos poco más de una década de producción a gran escala de vehículos eléctricos”, dijo Alan Taub, director del Centro del Vehículo Eléctrico de la Universidad de Michigan. “Estos sucesos son raros, pero llaman mucho la atención”.

Si te encuentras en la trayectoria de un huracán, puedes evacuar la zona en tu vehículo eléctrico tal como lo harías en un automóvil de gasolina. En ese caso, asegúrate de que el coche está completamente cargado antes de salir.

Si no te desplazas, pero prevés inundaciones de agua salada o marejadas ciclónicas en el lugar donde está estacionado tu vehículo eléctrico, reduce la carga del vehículo al 20% o 30%. Una carga más baja significa que hay menos energía en el vehículo para provocar una fuga térmica.

A continuación, traslada el vehículo a un lugar con menos probabilidades de inundación, como la última planta de un estacionamiento. Si no tienes esa opción, estaciónalo al menos a 15 metros de estructuras inflamables, como tu casa, tu garaje o un grupo de árboles.

“Si ocurre lo peor, al final solo pierdes un automóvil”, dijo Greg Less, director del Laboratorio de Baterías de la Universidad de Michigan.

Si sabes que tu vehículo estuvo sumergido en el agua, no lo conduzcas, aunque parezca seguro. Los incendios pueden comenzar horas, días o incluso semanas después de que las aguas se hayan retirado.

Ponte en contacto con el fabricante para que realice una inspección. Deja claro que tu vehículo ha quedado sumergido y que es necesario evaluar los daños causados por la inundación. A menudo, un vehículo eléctrico dañado tendrá que ser remolcado en un camión de plataforma para su posterior inspección.

“A pesar de lo que puedan parecer advertencias funestas, seguimos creyendo que los vehículos eléctricos son seguros de conducir y de poseer”, afirmó Less, quien es propietario de un vehículo eléctrico.

Los vehículos eléctricos no son la única fuente de riesgo de incendio durante una catástrofe. Los coches de gasolina también pueden incendiarse, y a menudo lo hacen. Pero los incendios de vehículos eléctricos deben tratarse de forma diferente.

Los bomberos tienen que rociar agua solo en los lugares adecuados alrededor de la batería para reducir el calor. “Si no se hace bien, se puede rociar toda el agua que se quiera y no se evitará que la batería vuelva a encenderse,” explicó Andrew Klock, director de la Asociación Nacional de Protección contra Incendios.

La asociación ha capacitado a unos 350.000 bomberos en la extinción de incendios de vehículos eléctricos, pero hay aproximadamente 1,2 millones de bomberos en todo el país y son más los que necesitan capacitación, añadió.

(c) 2024, The New York Times