Tiant, LuisBaseballAmerican LeagueBoston Red SoxCleveland IndiansCuban-AmericansRecords and AchievementsWorld SeriesDeaths (Obituaries)
De origen cubano, favorito de los aficionados y con una historia personal envuelta en la política, fue un lanzador dominante con un peculiar "windup" que ayudó a llevar a los Medias Rojas a ganar el banderín en 1975.
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Luis Tiant, un derecho de origen cubano que fue uno de los lanzadores más amenos y carismáticos del béisbol, y cuya historia personal fue una de las más conmovedoras del juego, murió el martes. Tenía 83 años.
Su muerte fue anunciada por los Medias Rojas de Boston, con los que jugó en la década de 1970. El equipo no dijo dónde murió ni citó la causa.
El Tiante, como se le conocía en las páginas deportivas --o ¡Luu-ii!, como coreaban a menudo los estadios llenos de aficionados cuando estaba en el montículo-- ganó 229 partidos en 19 temporadas en las grandes ligas, jugando para equipos de seis ciudades, especialmente Cleveland y Boston, donde llevó a los Medias Rojas a una Serie Mundial y se convirtió en uno de los jugadores más queridos de la historia del equipo.
En una carrera que requirió una larga separación de su familia y de Cuba, su patria, y que se vio bifurcada por una grave lesión de hombro, Tiant ganó 20 o más partidos en cuatro ocasiones y lanzó 187 juegos completos (más que Don Sutton, Don Drysdale, Lefty Gomez o Dizzy Dean) y 49 blanqueadas (más que Roger Clemens, Whitey Ford, Catfish Hunter, Sandy Koufax o Bob Feller).
Pero más allá de sus logros, fue una de las memorables celebridades del juego, distintivo en casi todos los sentidos: desde su bigote de candado, su torso en forma de barril y su siempre presente cigarro gigante (siempre presente, es decir, excepto en el campo, pero incluso en la ducha del vestuario) a su vertiginoso repertorio de rompimientos y ángulos de lanzamiento, así como tal vez el windup más elástico y giratorio de la historia.
"Su repertorio comienza con un exagerado pivote a mitad del windup, durante el cual da la espalda al bateador y parece examinar el cuadro directamente detrás del montículo en busca de signos de maleza en el pasto", escribió Roger Angell en The New Yorker, al iniciar una larga exégesis de lo que llamó "la espléndida gama completa de la mímica tiántica".
Con los hombres en juego, Angell prosiguió, "su extensión consiste en una sucesión de diminutos movimientos hacia abajo y pausas del guante, y una amenazante mirada lateral, de ojos rasgados, como la de Valentino, por encima del hombro hacia el corredor de base".
El bateador del Salón de la Fama Reggie Jackson hizo una valoración más sucinta.
"Tiant", dijo, "es el Fred Astaire del béisbol".
Los periodistas y ejecutivos del béisbol siempre sospecharon que Tiant era mayor de lo que decía ser, pero según numerosas fuentes, la extraordinaria odisea beisbolística de Luis Clemente Tiante y Vega comenzó en el barrio de Marianao, en La Habana, donde nació el 23 de noviembre de 1940, el único hijo de Luis Eleuterio Tiant y su esposa, Isabel Vega Tiant.
A Tiant padre, un destacado zurdo que lanzó durante unos 20 años en las ligas profesionales cubanas y en las ligas negras de Estados Unidos, lo llamaban Lefty o Sir Skinny; a diferencia de su hijo, tenía la constitución de un palillo de dientes. Pero Luis hijo heredó sus tics y artimañas en otros aspectos.
El padre fue el primero de los Tiant en utilizar una variedad de movimientos y sacudidas en su preparación para variar la velocidad de sus lanzamientos. Era conocido por su malvada bola de tornillo y su cruel movimiento de revirada, pero también podía lanzar con fuerza, una potencia engañosa en un hombre tan menudo.
Cuando Luis padre fue por primera vez a Estados Unidos, el Tiant más joven afirmó, quizás con un toque de hipérbole: "Lanzaba tan fuerte que derribaba a los receptores". Y añadió: "Así que a veces tenían que ponerles un filete dentro del guante en las manos. Y cuando terminaba el partido, el filete estaba cocido".
Lefty Tiant experimentó un racismo feroz y unas condiciones de vida y de viaje pesadas en EE. UU. Temeroso de que Luis Jr. se viera sometido a lo mismo, al principio se opuso a que su hijo se convirtiera en jugador de béisbol. Pero el talento del joven Luis era innegable y, aunque probó sin éxito en un equipo profesional de La Habana, Isabel Tiant convenció a su esposo para que permitiera a su hijo firmar un contrato con los Tigres de Ciudad de México en 1959.
Jugó tres temporadas en México. Regresaba a Cuba cada invierno para jugar en los Reyes del Azúcar de La Habana, un equipo profesional afiliado a los Cincinnati Reds hasta que el régimen comunista de Fidel Castro nacionalizó las empresas de propiedad estadounidense en 1960.
Al año siguiente, Tiant se casó con una mujer mexicana, María del Refugio Navarro. Planeaban pasar la luna de miel en Cuba y quedarse allí el invierno, pero tras la invasión de Bahía de Cochinos esa primavera, Castro había reforzado su control sobre la isla, prohibiendo los viajes al exterior. Así que Lefty Tiant le dijo a su hijo que no volviera a casa, que jugar profesionalmente en Cuba era imposible y que si volvía a La Habana era muy probable que no lo dejaran salir.
Aparte de una breve visita de su madre en México, Tiant no volvería a ver a sus padres durante 14 años, y no pisaría su tierra natal durante casi medio siglo. Su emotivo regreso a Cuba en 2007 fue filmado para un documental, El hijo perdido de La Habana (2009), dirigido por Jonathan Hock.
Bernard Mokam colaboró con la reportería.
Bruce Weber se jubiló en 2016 tras 27 años en el Times. Durante los últimos ocho fue redactor de necrológicas. Está trabajando en una biografía del novelista E. L. Doctorow. Más de Bruce Weber
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