Drug CartelsElections, MayorsSinaloa CartelLopez Obrador, Andres ManuelSheinbaum, ClaudiaGuerrero (Mexico)MexicoMurders, Attempted Murders and Homicides
El espantoso asesinato representa un reto más para la nueva presidenta del país, quien se enfrenta a una creciente presión para mostrar avances en la lucha contra los violentos cárteles.
El alcalde de la capital de un estado del suroeste de México fue asesinado el domingo, menos de una semana después de haber asumido el cargo. La muerte del funcionario público fue la segunda en cuestión de días en Chilpancingo, la capital del estado de Guerrero, e hizo eco de algunos de los días más sombríos de la guerra contra el narco en el país.
Alejandro Arcos Catalán, de 43 años, tomó posesión el lunes pasado como alcalde de Chilpancingo. Justo antes de que asumiera el cargo, la región estaba afectada por fuertes lluvias y azotada por los vientos del huracán John.
El domingo, Arcos Catalán visitó algunas comunidades afectadas, llevando agua y otros suministros a los residentes. "Estamos trabajando a marchas forzadas para reabrir los caminos en las comunidades afectadas", dijo en las redes sociales. "Juntas y juntos reconstruiremos Chilpancingo".
Horas después, su asesinato fue confirmado por la fiscalía general de Guerrero y otras autoridades estatales. Había sido decapitado, según un funcionario público con conocimiento del caso que no estaba autorizado a hablar públicamente. Su cabeza quedó encima de una camioneta pick-up blanca; el resto de su cuerpo estaba dentro del vehículo, dijo el funcionario.
Nadie ha reclamado la responsabilidad del asesinato de Arcos Catalán.
Días antes de que asumiera el cargo, un grupo de hombres armados asesinó al que habría sido su ministro de Seguridad, un exjefe de la unidad de fuerzas especiales de la policía de Guerrero. Y el jueves pasado, el secretario general del ayuntamiento fue asesinado a balazos a plena luz del día.
El caso de Arcos Catalán es hasta ahora el asesinato más espeluznante de un político mexicano desde la toma de posesión de la presidenta Claudia Sheinbaum la semana pasada. Trajo a la memoria las tácticas utilizadas en los días más sombríos de la guerra contra el narcotráfico en México, cuando los criminales exhibían públicamente cadáveres descuartizados para aterrorizar a la población.
Sheinbaum hereda muchos retos de su mentor y predecesor, Andrés Manuel López Obrador, siendo la violencia de los cárteles quizá el más acuciante, aunque ha minimizado repetidamente el problema durante la campaña electoral y desde que asumió el cargo.
"Esta idea de que hay una violencia generalizada en el país, no la compartimos", dijo a sus partidarios a principios de año, cuando empezaban a acumularse los casos de candidatos asesinados antes de las elecciones generales de junio.
Un total de 41 aspirantes a cargos públicos fueron asesinados en México, convirtiéndose en uno de los ciclos electorales más mortíferos de la historia reciente del país.
Los primeros días del gobierno de Sheinbaum ya han estado marcados por la violencia.
La semana pasada, soldados mexicanos mataron a tiros a seis migrantes al parecer tras confundirlos con miembros de un cártel. Y los datos del gobierno muestran que, en lo que va de octubre, un promedio de 81 personas han sido asesinadas al día en todo el país. Si la tendencia continúa, este podría convertirse en el mes más violento registrado en el país en los últimos años.
En el estado de Sinaloa, una guerra entre facciones rivales del poderoso Cártel de Sinaloa ha provocado un aumento de las muertes y los secuestros en el noroeste de México, aunque Sheinbaum ha respondido diciendo que el estado no tiene el mayor número de homicidios. En cambio, ha llamado la atención sobre Guanajuato, un estado gobernado por la oposición donde las batallas entre dos cárteles por las operaciones de extorsión y el territorio han dado lugar a brutales asesinatos en masa.
Sheinbaum tiene previsto anunciar su plan de seguridad nacional el martes, y se espera que haga especial hincapié en un enfoque basado en la mejora de la inteligencia y la investigación.
Su predecesor, López Obrador, recurrió en gran medida a las fuerzas armadas y a la Guardia Nacional para patrullar las regiones más conflictivas del país, aunque ello rara vez condujo a enfrentamientos directos con los grupos criminales. Sheinbaum ha prometido continuar con esa estrategia.
En los últimos años, Chilpancingo ha sido el epicentro de enfrentamientos mortales entre cárteles rivales que luchan entre sí por infiltrarse y controlar la economía local. La ciudad estaba gobernada por Morena, el partido de la presidenta, hasta que se eligió a Arcos Catalán, candidato de una coalición de partidos de la oposición.
Sustituyó a Norma Otilia Hernández, quien fue destituida de Morena aproximadamente un mes antes de que concluyera su mandato como alcaldesa, después de que el año pasado salieran a la luz imágenes y grabaciones de audio de su reunión con el líder de un grupo delictivo local. Hernández reconoció posteriormente el encuentro, que calificó de "fortuito", y dijo ser víctima de una persecución política.
Cuando se le preguntó en julio si haría tratos con los cárteles locales, Arcos Catalán dijo a los periodistas: "Claro que no".
El domingo por la noche, tras confirmarse su asesinato, las calles de Chilpancingo se vaciaron. Algunas escuelas suspendieron las clases para el lunes.
"Siempre hemos hablado de un proyecto de paz como ciudadanos. Ha sido nuestra bandera, nuestra propuesta. Y eso es lo que aspiramos", dijo Arcos Catalán en una entrevista radiofónica tras el asesinato de sus compañeros, en la que pidió que las autoridades estatales y federales le protegieran a él y a su equipo. "Los necesitamos. Los necesitamos para poder salir adelante".
Emiliano Rodríguez Mega es un investigador reportero del Times en Ciudad de México. Cubre México, Centroamérica y el Caribe. Más de Emiliano Rodríguez Mega.