Tras una investigación, el Vaticano castiga a miembros de un grupo católico en Perú

Reportajes Especiales - News

Guardar

Child Abuse and NeglectPopesPriestsRoman Catholic ChurchFrancisFigari, Luis FernandoScicluna, CharlesPeru

El papa Francisco expulsó a Luis Fernando Figari, fundador del grupo, y a otros 10 miembros que, según la investigación, cometieron abuso físico, psicológico y sexual en contra de otros integrantes.

[Estamos en WhatsApp. Empieza a seguirnos ahora]

El papa Francisco expulsó esta semana a 10 miembros de un movimiento católico en Perú tras una investigación del Vaticano que denunció abusos físicos, incluyendo "sadismo y violencia", intentos de sectas de doblegar la voluntad de sus subordinados, mal manejo de bienes de la Iglesia y encubrimiento de delitos.

El mes pasado, el Vaticano expulsó formalmente a Luis Fernando Figari, fundador del grupo Sodalicio de Vida Cristiana. Figari, un laico, dimitió como líder de Sodalicio en 2010 y posteriormente el Vaticano le prohibió participar en la vida comunitaria del grupo.

Una investigación encargada por el Sodalicio en 2016 concluyó que Figari "utilizó su condición de líder para tener una dirección y control autoritarios de la mayoría de los sodálites", como se conoce a los miembros, y le permitió "abusar de algunos jóvenes miembros y aspirantes" del grupo.

Los abusos, según la investigación, eran psicológicos, verbales, físicos y sexuales. Según el informe de la investigación, Figari parecía "disfrutar observando cómo los aspirantes y hermanos más jóvenes experimentaban dolor, incomodidad y miedo". Figari negó las acusaciones en su contra.

Hasta la fecha, ninguno de los líderes actuales o anteriores del Sodalicio ha sido acusado de ningún delito. Las acusaciones de abusos sexuales nunca fueron investigadas por la fiscalía peruana debido a la prescripción de los delitos. La fiscalía sí abrió una investigación sobre el Sodalicio como "organización criminal" por denuncias de secuestro y otros delitos; la investigación se archivó este mes después de casi ocho años.

Fundado en 1971, el grupo prosperó en Perú, reclutando miembros de familias adineradas y extendiéndose por toda América Latina.

Recibió el reconocimiento papal en 1997 y en la actualidad se calcula que cuenta con 140 miembros en todo el mundo. Cuenta con sacerdotes y obispos, pero la mayoría son laicos que hacen votos de celibato y obediencia y viven en comunidad. También existe una rama femenina.

La decisión del papa de castigar públicamente al grupo fue anunciada el miércoles por la Conferencia Episcopal Peruana, que publicó un comunicado de la Embajada del Vaticano en su página web.

Varias personas que han hecho acusaciones contra el grupo expresaron su satisfacción, y algo de sorpresa, por el pronunciamiento papal, que siguió a una investigación separada que comenzó el verano pasado y fue llevada a cabo por los principales investigadores de delitos sexuales del Vaticano.

"Estoy emocionada, impactada", dijo Rocío Figueroa, exmiembro de la rama femenina del Sodalicio, quien dijo haber sufrido abusos sexuales por parte de uno de sus líderes cuando tenía 15 años.

"Honestamente, yo ya había perdido toda esperanza", añadió, hablando desde su casa en Nueva Zelanda, donde enseña teología. "Yo pensé de verdad que nada iba a suceder. No pensaba que la Iglesia iba a actuar así".

"Hoy es un día muy importante para las víctimas. Un día que por fin nos ha regresado un poco de dignidad, un poco de esperanza en la iglesia y en la justicia", dijo.

No es la primera vez que el Vaticano toma medidas enérgicas contra grupos con líderes carismáticos. En 2006, el papa Benedicto XVI obligó al reverendo Marcial Maciel Degollado, fundador de los Legionarios de Cristo, una influyente orden religiosa católica romana, a abandonar el ministerio público después de que surgieran acusaciones de que había abusado sexualmente de estudiantes y engendrado varios hijos.

Figari fundó Sodalicio con el objetivo de crear un grupo de "soldados de Dios" que protegieran el cristianismo mediante la oración, las buenas obras y la vida comunitaria. El grupo se considera una respuesta conservadora al movimiento político de izquierda de la Teología de la Liberación, que se impuso en la Iglesia latinoamericana en la década de 1960.

La persona de más alto rango en la lista de miembros expulsados publicada el miércoles fue el obispo José Antonio Eguren, antiguo arzobispo de Piura y Tumbes en Perú. Un abogado del obispo dijo que no tenía comentarios que hacer.

También figuraba en la lista Alejandro Bermúdez, antiguo director ejecutivo de la Agencia Católica de Noticias. Bermúdez ha sostenido su inocencia, calificando su expulsión de injustificada y diciendo que planea apelar al próximo papa sobre el asunto.

En un video publicado en YouTube el jueves, añadió que nunca dejaría el grupo. "Nunca voy a dejar de ser sodálite", dijo. "Voy a morir sodálite".

El Vaticano dijo que no podía hacer más comentarios que los contenidos en el comunicado publicado por los obispos peruanos.

La primera denuncia formal conocida contra el Sodalicio se presentó en mayo de 2011 ante un tribunal eclesiástico de Lima, y fue remitida al Vaticano. Siguieron otras denuncias, según la investigación interna del Sodalicio.

El caso saltó a la luz pública en 2015, con la publicación de un libro coescrito por Pedro Salinas, quien es periodista y dijo haber sufrido abusos mientras era miembro del Sodalicio, y su colega Paola Ugaz. Juntos detallaron acusaciones de abusos físicos, psicológicos y sexuales.

La investigación del Vaticano de 2015 concluyó que Figari había tenido actividad sexual con hombres jóvenes, al menos uno de los cuales era menor de 16 años.

Los hallazgos llevaron al Vaticano a decirle a Figari que no regresara a Perú y que viviera separado de la comunidad del Sodalicio en Roma, según muestran documentos, pero no lo expulsó. Desde entonces, las autoridades católicas vigilan al Sodalicio.

La investigación encargada un año después por el Sodalicio produjo un informe en el que se exponían detalles gráficos y escalofriantes de los abusos, entre ellos que Figari y otros miembros abusaron sexualmente de al menos 19 menores y 17 adultos a partir de 1975.

El informe describía a Figari como "narcisista, paranoico, degradante, vulgar, vengativo, manipulador, racista, sexista, elitista y obsesionado con las cuestiones sexuales y la orientación sexual de los miembros del SCV, especialmente de los aspirantes".

Las expulsiones de esta semana fueron vistas por los críticos como un paso positivo, aunque tardío.

"Por fin se está haciendo algo de justicia", dijo Oscar Osterling, quien dijo haber sido víctima de abusos por parte de Figari cuando tenía 20 años.

Pero dijo que estaba frustrado de que hubiera tomado tanto tiempo, dado que la naturaleza horrible de los abusos se conocía desde hace años.

En 2019, una comisión del Congreso de Perú inició una investigación sobre los abusos sexuales a menores en diferentes organizaciones, entre ellas el Sodalicio.

"Lo que encontramos fue una organización de características sectarias donde se anulaba la voluntad de quienes lo integraban, donde había prácticas absolutamente reprochables de captación de menores de edad para la organización, donde había un culto irracional a su líder fundador y donde se generaba todo un ecosistema que favorecía la impunidad de diversos tipos de abuso", dijo Alberto de Belaunde, exlegislador que presidió la comisión.

Elisabetta Povoledo es una reportera afincada en Roma, cubre Italia, el Vaticano y la cultura de la región. Es periodista hace 35 años. Más de Elisabetta Povoledo

Guardar