Dos grupos demócratas nacionales al frente de operaciones digitales dedicadas a fomentar la participación electoral en estados disputados advirtieron el martes en un memorando que las organizaciones de base que trabajan para conectar con los jóvenes votantes negros y latinos carecen de fondos suficientes.
El memorando, distribuido por el supercomité de acción política demócrata Priorities USA y la organización de defensa progresista ProgressNow y obtenido por The New York Times, sostiene que, aunque la candidatura de la vicepresidenta Kamala Harris ha revigorizado la base demócrata, aún no ha consolidado completamente el apoyo de los votantes de color que reciben gran parte de su información en línea y serán decisivos en unas elecciones reñidas.
Señala algunos datos de ProgressNow que sugieren que Harris tiene menos apoyo del que tuvo el presidente Joe Biden entre los votantes negros, latinos y jóvenes en Arizona, Míchigan, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin en 2020, e indica que las diversas coaliciones que Biden reunió fueron cruciales para sus escasos márgenes de victoria.
"No podemos tolerar ninguna pérdida de apoyo y esperar ganar", reza el memorando. "Sin una inversión inmediata en comunicación dirigida a estos grupos acorde a su poder en el electorado, será más difícil que Harris resulte electa en noviembre".
La nota, que según los organizadores se distribuyó entre los donantes demócratas, es la más reciente de una serie de escaladas de las organizaciones que ayudaron a atraer a los votantes a las urnas hace cuatro años. Las frustraciones de estos grupos con la clase donante del partido se han ido gestando durante meses de lamentos de los líderes de las organizaciones de movilización de votantes por la falta de inversión en su trabajo en las últimas semanas de la campaña presidencial.
También pretende acabar con la idea de algunos partidarios, que los grupos consideran equivocada, de que Harris, que es negra e india, galvanizará a los votantes de color sin necesidad de ningún mensaje persuasivo. Aunque su candidatura ha entusiasmado a la base demócrata de votantes negros, los organizadores subrayaron que nada garantiza que estén dispuestos a acudir en masa a las urnas.
Los puntos que resalta la nota coinciden con encuestas nacionales que muestran que el expresidente Donald Trump está ganando popularidad entre una parte de los votantes de color, en particular entre los jóvenes negros y latinos. Los anuncios conservadores dirigidos a los votantes de color podrían convencerlos de apoyar a Trump o quedarse en casa, lo que amplifica el temor de los organizadores de que los grupos demócratas le estén cediendo terreno al Partido Republicano en la publicidad en línea dirigida.
Aunque la campaña de la vicepresidenta es una de las más saneadas de la historia política estadounidense --en agosto, su campaña y los comités de partidos aliados recaudaron 361 millones de dólares, casi el triple que los ingresos de la campaña de Trump y sus aliados ese mes--, las normas de la Comisión Electoral Federal le prohíben coordinarse con grupos externos. No obstante, el equipo de Harris ha intentado compartir la riqueza instando a los donantes a ayudar. La semana pasada, identificó a más de una docena de grupos externos que los donantes de Harris podrían apoyar, como BlackPAC y Priorities, cuyo trabajo se centra en movilizar a los votantes de color.
Pero todavía hay gran preocupación por la falta de financiación. Dos días después de que la campaña de Harris publicara la lista de organizaciones que han dicho que necesitan ayuda, los líderes de varias empresas de medios de comunicación negros y grupos de movilización de votantes se reunieron con aliados de Wall Street en Nueva York, según dos personas con conocimiento de la reunión.
Entre los temas tratados estuvo la falta de recursos necesarios para movilizar a los votantes negros y latinos. Los organizadores presentes en la reunión indicaron que los principales donantes negros deben animar a sus colegas blancos de la clase donante a financiar su trabajo, y rápidamente, según las personas enteradas del evento.
Los organizadores subrayaron que su reunión en Nueva York se había programado desde hacía tiempo y no se había coordinado con la iniciativa de la campaña de Harris de identificar grupos aliados. Pero la frecuencia y urgencia de las conversaciones sobre la situación financiera de estos grupos --incluso en reuniones de donantes y juntas estratégicas de grupos activistas-- pone de relieve la gravedad del asunto.
Más dinero les permitiría a estos grupos ampliar sus operaciones de prospección en los estados disputados y establecer contacto con un mayor número de estos votantes a través de plataformas digitales y sitios de medios sociales, escribieron los organizadores. Y a menos de seis semanas de las elecciones, los donantes deberían financiar las ramas políticas de estos grupos para que les hagan llegar a los votantes un mensaje explícitamente partidista de apoyo a la campaña de Harris.
"No podemos conformarnos con tomar nuestro dinero c(3) y asignarlo a la gente de color y no hacer nada más", dijo Danielle Butterfield, directora ejecutiva de Priorities USA, refiriéndose a los fondos asignados que solo permiten mensajes educativos no partidistas. "Tenemos que ser deliberados y utilizar nuestras tácticas de persuasión más agresivas para dirigirnos a los votantes de color y a los votantes jóvenes".
Future Forward, el principal súper PAC que apoya la campaña de Harris, también ha recaudado una suma considerable, pero se ha centrado más en hacer y comprar anuncios que en movilizar a los votantes como lo hacen otros grupos nacionales alineados con los demócratas.
Sin embargo, incluso con la bendición de la campaña, algunos organizadores afirman que el dinero procedente de los donantes ha tardado en llegar.
"La ventana para recibir dinero y canalizarlo al lugar al que necesitamos llegar se está cerrando", comentó Adrianne Shropshire, directora ejecutiva de BlackPAC, una organización que la campaña de Harris identificó como aliada ante sus donantes. "Y por eso el dinero tiene que moverse de verdad. Si el dinero se va a mover a escala para conseguir el tipo de conexión política que se requiere, tiene que moverse rápidamente".
Este artículo fue publicado originalmente en The New York Times.
Asistentes a un evento de campaña de la vicepresidenta Kamala Harris en Greensboro, Carolina del Norte, el 12 de septiembre de 2024. (Kenny Holston/The New York Times)