Un ciclón que podría amenazar la costa del golfo de México toma forma en el Caribe

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Los detalles aún no son claros pero aumenta la probabilidad de que el posible ciclón tropical Nueve se convierta en el huracán Helene y afecte a la costa del golfo a finales de esta semana.

El próximo ciclón que podría amenazar a Estados Unidos estaba empezando a tomar forma el lunes por la mañana entre un remolino de tormentas eléctricas frente a las costas de Honduras en el oeste del mar Caribe. Los meteorólogos dijeron que hay una fuerte probabilidad de que se convierta en Helene, el siguiente nombre en la lista de tormentas tropicales de la temporada de huracanes del Atlántico de 2024.

Los meteorólogos del Centro Nacional de Huracanes están llamando a la zona como potencial ciclón tropical Nueve y dijeron que había un 90 por ciento de probabilidades de que este estado del tiempo perturbado se convierta en una tormenta tropical --lo que significa que el ciclón tiene vientos de 62 kilómetros por hora o más que giran alrededor de un punto en común-- a medida que se desplace hacia el norte en el golfo de México. Muchos de los modelos de previsión que utilizan los meteorólogos muestran que el ciclón se fortalecerá con rapidez en los próximos días antes de golpear en algún punto de la costa central y oriental del golfo de México.

Este ciclón sigue a Francine, que atravesó el oeste del golfo de México este mes. Ese ciclón tuvo dificultades para organizarse y se intensificó lentamente hasta alcanzar una endeble categoría 2 solo en las últimas horas antes de tocar tierra en Luisiana y derivar en un diluvio de lluvias sobre Nueva Orleans. Si el sistema tormentoso actual se convierte en una tormenta tropical más rápidamente a su paso por el Caribe, es más probable que se convierta en un huracán o incluso en un huracán mayor en el golfo de México antes de tocar tierra.

Estamos en las primeras etapas del ciclón

Se extenderán fuertes lluvias por partes de Centroamérica en las próximas 48 horas a medida que el ciclón tropical empiece a tomar forma. Cuando el ciclón pase entre Cuba y México, dejará entre 100 y 200 milímetros de lluvia en el oeste de Cuba y las islas Caimán, con precipitaciones aisladas de unos 300 mm y de hasta 150 mm en la península de Yucatán.

Se han emitido alertas de tormenta tropical para la península de Yucatán, México, y el oeste de Cuba, lo que significa que los meteorólogos esperan, como mínimo, condiciones de tormenta tropical durante los próximos días. Una vigilancia de huracán, lo que significa que hay una posibilidad de que los vientos podrían aumentar a 119 km por hora o superior, estaba en efecto desde Cabo Catoche a Tulum en México y para Pinar del Río de Cuba.

Los escenarios probables a partir del lunes pueden cambiar

El lunes por la mañana las previsiones eran cada vez más claras entre los meteorólogos y el escenario más probable mostraba un huracán en el golfo de México que tocaría tierra a lo largo del mango o panhandle de Florida en algún momento del jueves. De manera moderada, varios modelos coinciden en que esto podría ocurrir. No se trata de un pronóstico fijo y los datos cruciales que lleguen más tarde en el día darán a los meteorólogos una mejor comprensión de los próximos pasos probables del ciclón.

"Si bien la dispersión de las posibles trayectorias ha disminuido en comparación con este punto hace 24 horas, una serie de puntos de recalada desde el mango de Florida a la península de Florida están todavía sobre la mesa", dijeron pronosticadores en Tallahassee, Florida, el lunes por la mañana.

Los modelos informáticos y las posibles rutas de un ciclón se basan en dónde suponen que se formará el centro del ciclón. Los modelos seguirán cambiando hasta que este cúmulo de tormentas eléctricas comience a girar en torno a un punto común.

Se espera que un avión cazahuracanes sobrevuele el ciclón el lunes por la tarde para comprender mejor dónde podría estar formándose ese centro. Lo más probable es que las oficinas del Servicio Nacional de Meteorología en todo el golfo de México realicen más lanzamientos de globos meteorológicos para introducir datos en los modelos de previsión. Estos datos serán fundamentales para comprender lo que puede ocurrir. Para el martes, los modelos deberían ser hasta cierto punto más fiables y la comprensión de la trayectoria del ciclón y su posible intensidad serán probablemente más evidentes.

Aún podrían darse algunas posibilidades atípicas

A pesar de que los modelos informáticos coinciden en gran medida, la falta de datos actuales significa que los meteorólogos y los habitantes de la costa del golfo deben seguir vigilando las previsiones y no desacreditar por ahora los valores atípicos. Al menos un modelo sugiere que es posible que el ciclón toque tierra en la costa oeste de la península de Florida. A primera hora de la mañana del lunes, todos los modelos apuntaban un poco más al este. Otro modelo sugiere que el ciclón podría tomar una trayectoria más occidental hacia Alabama.

También hay una pequeña probabilidad de que este ciclón nunca se convierta en huracán. Si el ciclón se encuentra con aire seco, como ocurrió con Francine, y tarda en formarse, eso podría significar una intensidad más lenta. Si el ciclón se forma antes de llegar al golfo, las condiciones oceánicas tendrían suficiente energía para favorecer un rápido fortalecimiento.

Brian McNoldy, experto en temperaturas oceánicas y formación de huracanes de la Universidad de Miami, afirma que el contenido de calor del océano del golfo de México --la cantidad de energía térmica almacenada en el océano-- es extremadamente alto. Cuanto mayor es esa cantidad, mayor es la influencia que puede tener en ciclones como este que se espera que se formen. La cantidad de energía que podría alimentar el ciclón es particularmente alta en la corriente de lazo del golfo, una corriente constante y fuerte de agua más cálida que se desplaza desde el Caribe y hace un bucle en forma de herradura en el este del golfo antes de pasar por el estrecho de Florida y conectar con la corriente del golfo.

Es común que los ciclones que atraviesan la corriente de lazo, como el huracán Michael en octubre de 2018, se intensifiquen rápidamente tras obtener suficiente energía del agua cálida para superar las condiciones que de otro modo podrían frustrar su desarrollo. Lo más probable es que este ciclón se mueva justo sobre la corriente de lazo y no es descartable que ocurra algo similar.

Judson Jones es meteorólogo y reportero del Times; pronostica y cubre condiciones climáticas extremas. Más de Judson Jones

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