Así es como el conservadurismo combativo de JD Vance está moldeando esta segunda versión del trumpismo

The New York Times: Edición Español

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(Political Memo)

Con sus ataques a las "mujeres con gatos sin hijos" o las afirmaciones de que los migrantes se comen a las mascotas de los vecinos, el senador JD Vance les está dando a muchos estadounidenses su primer vistazo a una generación de conservadurismo sedicioso, ultraconectado y agresivamente combativo.‌Esta generación joven ha alcanzado la mayoría de edad siguiendo el ejemplo del expresidente Donald Trump, pero Vance se está convirtiendo rápidamente en su principal emisario, introduciendo sus tácticas y su lenguaje en el ánimo nacional e impulsando algunos de los principales hilos argumentativos de las elecciones de 2024.‌En esta segunda versión del trumpismo, la publicidad es primordial, la exactitud está pasada de moda y la controversia es a menudo su propia recompensa. El enfoque está suscitando nuevas críticas, pero también ganando adeptos.‌La aplicación más clara de Vance de este ethos del internet en el mundo real se produjo en días recientes, cuando la candidatura republicana lidiaba con las secuelas del mal desempeño de Trump en el debate y el segundo atentado contra la vida del expresidente en dos meses.‌Vance, senador primerizo de 40 años que se ha posicionado como el sucesor del movimiento "Hagamos grandioso a Estados Unidos de nuevo", respondió con una serie de críticas cada vez más acaloradas a sus rivales y una determinación singular, a toda costa, para mantener al equipo de Trump y Vance a la ofensiva.‌En los mítines, puede activar con facilidad su ira. No es un rasgo sorprendente, quizá, después de una dura juventud marcada por las consecuencias de la ausencia de su padre y la adicción a las drogas de su madre, pero, sin duda, se trata de una herramienta valiosa para conectar con seguidores frustrados y agraviados. Sin embargo, oscila entre la agresividad y el deseo de aparecer como un guerrero feliz, mientras que los demócratas ven algo más: un líder republicano al que consideran dispuesto a participar en ataques contra los inmigrantes anclados en tropos racistas.‌Vance puede tener enfrentamientos intensos con los presentadores de las noticias por cable, pero mantiene un comportamiento educado, consciente de que los ataques despiadados que consiguen "me gusta" y se comparten en los dispositivos portátiles pueden volverse en su contra con gran facilidad cuando se emiten en las salas de los hogares estadounidenses.‌En los discursos con los que abre los mítines de su campaña critica duramente a los medios de comunicación por ser perniciosos y corruptos. Pero al final de los actos, suele responder a las preguntas de esos medios y casi nunca critica directamente a los periodistas que esperan su turno para hablar con él. En su lugar, su público, amante de Trump, los abuchea con gusto, lo que le da a Vance la oportunidad de colocarse por encima de la polémica mientras le asegura a su audiencia que un periodista en particular es "uno de los buenos". Incluso cuando Vance no puede resistir la oportunidad de arremeter contra alguno, se apresura a añadir que solo lo hace de broma.‌"Hay una gran diferencia generacional entre JD Vance y cualquiera que hayamos visto antes", comentó Josh Holmes, un estratega republicano. "Y para una generación más joven, ha sido bastante eficaz en el papel de perro de presa".‌Holmes ha transitado por ambos lados de la división conservadora. Trabaja de cerca con los republicanos de la clase dominante, sobre todo como asesor de Mitch McConnell, el líder del partido en el Senado. Y tiene vínculos con la joven generación de provocadores conservadores como copresentador de un popular pódcast, "Ruthless".

"La candidatura republicana necesitaba una voz más joven, que pudiera conectar con los jóvenes varones menos propensos de la base", afirmó Holmes. "Me refiero a los seguidores de Trump de entre 25 y 50 años, con los que Vance se siente muy cómodo".‌Vance no es solo una creación del conservadurismo en línea. Su ascenso a la fama se dio con ayuda de una plataforma menos moderna: un éxito editorial.‌Pero su proclividad a la lucha, su voluntad de sobrepasar los límites en una batalla política y su innegable juventud lo convirtieron en el niño mimado del conservadurismo en línea cuando se desprendió de su igualmente provocador pasado como alguien que nunca sería trumpista. El candidato a la vicepresidencia ha explicado esa conversión con una cantaleta ya conocida de culpar a los medios de noticias, que, según él, lo engañaron sobre el verdadero carácter del hombre al que una vez se refirió como "el Hitler de Estados Unidos".‌Cuando arrancaba su campaña para el Senado en 2022, la fuerte oposición de Vance a los mandatos de vacunación atrajo la atención de los influentes conservadores de las redes sociales. Su declaración de que "solo la desobediencia civil masiva nos salvará del autoritarismo descarado de Joe Biden" no tardó en hacerse viral.‌Al final de esa contienda, solía aparecer con frecuencia en los horarios de máxima audiencia de Fox News y mantenía una estrecha relación con Tucker Carlson, que, en ese momento, era la mayor estrella de la cadena, así como con el hijo mayor de Trump, Donald Trump júnior, que tenía su propio pódcast combativo, "Triggered". Ambos hombres fueron voces cruciales para ayudar a Vance a ganar la nominación a la vicepresidencia.‌Pero la actuación de Vance en la campaña y en los medios de comunicación ha revelado tanto las oportunidades como los límites de poner el futuro del Partido Republicano en sus manos.‌El domingo, durante una entrevista en vivo en CNN, pronunció una frase que pasará a la historia como uno de los mejores "hechos alternativos" entre las expresiones destacadas de la era de Trump: cuando dijo estar dispuesto a "crear narrativas" para ayudar a poner de relieve cuestiones importantes.‌"Si tengo que crear narrativas para que los medios estadounidenses de verdad le presten atención al sufrimiento del pueblo estadounidense, entonces eso es lo que voy a hacer", dijo Vance.‌Esa contestación respondía a una pregunta sobre falsas afirmaciones de que los migrantes haitianos devoraban perros y gatos en las que el equipo campaña de los candidatos republicanos se basó para atacar a la vicepresidenta Kamala Harris y sus políticas en materia de inmigración. Sus rivales no tardaron en considerar su respuesta como la admisión de una mentira cínica.‌Vance argumentó que los electores que habían hecho las acusaciones estaban realmente preocupados y que él había logrado que la atención de los medios de comunicación nacionales se centrara en ellos. "Yo digo que estamos creando una narrativa, es decir, que estamos haciendo que los medios de comunicación estadounidenses se centren en ella", dijo cuando le preguntaron en CNN sobre la forma en que se había expresado.

El lunes, la influencia de Vance en la campaña volvió a hacerse patente cuando canalizó su enojo por el presunto atentado contra el presidente. "Sin duda, me molestó más a mí que a él", le dijo Vance a una audiencia en Georgia sobre el momento en que se enteró del incidente en una llamada con Trump.‌Luego del primer intento de asesinato en julio, antes de que fuera elegido como compañero de fórmula, Vance se apresuró a culpar a los demócratas del atentado en un mitin en Butler, Pensilvania, incluso cuando la campaña de Trump se centraba en un mensaje de unidad. Algunos dentro de la campaña estaban irritados por la agresividad de Vance.‌En esta ocasión, tras el segundo conato del domingo, Vance contó con el beneplácito de Trump para lanzarse de lleno al ataque.‌Durante su discurso en Georgia, Vance pareció estar a punto de condenar el partidismo excesivo al pedir una reducción de la "retórica política incendiaria procedente de demasiados rincones de nuestra política". Un público atónito respondió con aplausos de cortesía pero confusos.‌Pero de inmediato se hizo evidente que solo era el preámbulo de un escalofriante ataque en el que culpó a Harris y a sus compañeros demócratas de ambos intentos de asesinato.‌"Nadie ha tratado de asesinar a Kamala Harris en los últimos meses, y ahora dos personas han intentado matar a Donald Trump en ese mismo lapso… yo diría que eso es una prueba bastante contundente de que la izquierda necesita bajar el tono de su retórica y necesita olvidarse de esta mierda", dijo. "Alguien saldrá herido por eso y va a destruir a este país".‌Vance reconoció que los conservadores no siempre dicen lo correcto y prometió: "haré mi parte para bajar el tono de la retórica". Al terminar el evento, publicó un mensaje de 1200 palabras en las redes sociales que dejaba entrever su deseo contradictorio de paz y calma y su instinto de poner en la mira a sus contrincantes. El mensaje ha recibido unos 18 millones de visitas en la plataforma de redes sociales X.‌Al día siguiente, la batalla interna seguía sin resolverse. En un acto celebrado esa misma tarde en Sparta, Míchigan, afirmó que todos los problemas del país se debían a una sola persona: Harris.‌"Sus políticas han causado todos y cada uno de los problemas que hemos visto en este país en los últimos tres años y medio", declaró.

El expresidente Donald Trump, candidato presidencial republicano, y su compañero de fórmula, el senador republicano de Ohio JD Vance, durante un acto de campaña en Asheboro, Carolina del Norte, el 21 de agosto de 2024. (Doug Mills/The New York Times)

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