Mientras que la 'economía plateada' de China prospera, se desploma la tasa de natalidad

The New York Times: Edición Español

SEÚL, Corea del Sur -- Durante más de una década, Li Dongmei logró resistir la realidad de una tasa de natalidad menguante en China y mantuvo en operación una serie de jardines de niños y escuelas para niños pequeños. Hasta que en 2020 tuvo que claudicar.

Como cada vez había menos niños, las inscripciones de bebés y niños pequeños en sus escuelas no dejaron de caer. Las rupturas social y económica causadas por la pandemia de COVID-19 marcaron el punto de quiebre para ella, y entonces decidió enfocarse en otro conjunto de estudiantes más abundante: la gente mayor.

Ahora tiene un centro educativo en Jinan, una ciudad ubicada en el este de China, en el que ofrece clases de canto, danza, música y arte para adultos mayores. También organiza actividades y viajes educativos para sus estudiantes. Además, Li señaló que, a diferencia de los niños, que tienen vacaciones en verano y en invierno, las personas mayores toman clases todo el año. Y sus clases están a reventar.

"La mayor economía es la economía plateada", opinó Li, quien tiene 36 años. "Es mayor que el mercado infantil".

Dado el ritmo al que envejece la sociedad de China, se espera que la segunda mayor economía del mundo pierda energía y vitalidad en las próximas décadas. Pero los efectos adversos del cambio demográfico ya son evidentes en las empresas chinas dedicadas a los niños. Muchas han comenzado a reducir sus operaciones o decidieron cambiar de rumbo.

Las empresas de lácteos que producían fórmula para los bebés de China ahora están desarrollando leche en polvo para los adultos mayores. Los dueños de escuelas de nivel preescolar optaron por cerrar esas instalaciones e incursionar en el mercado de los centros de día para la tercera edad. Una empresa tecnológica que solía fabricar dispositivos para que los padres pudieran estar pendientes de sus hijos ahora diseña productos que les permiten a los hijos adultos mantenerse al tanto de las condiciones de sus padres mayores.

En 2022, la población de China se redujo por primera vez desde 1961. El año pasado también se registraron más muertes que nacimientos, y el número de personas de 60 años superó los 290 millones, el equivalente a uno de cada cinco chinos. La Comisión Nacional de Salud de China calcula que la población de la tercera edad en el país aumentará a más de 400 millones aproximadamente para 2035.

En respuesta a una población más envejecida, China anunció el viernes que aprobó un plan para aumentar la edad oficial de jubilación en el país por primera vez desde los años cincuenta.

China ha intentado desde hace varios años mantener a raya su crisis demográfica. Eliminó por completo la aplicación de su política de hijo único en 2016 y ofreció varios incentivos para alentar a las personas a tener más hijos. Por desgracia, los problemas económicos recientes del país les han dado más motivos a los jóvenes para cuestionar su capacidad de mantener una familia más grande.

Una de las inquietudes es que un menor número de bebés implica que se encogerá la fuerza laboral y, por lo tanto, el gobierno recibirá menos ingresos por concepto de impuestos, lo que generará gran presión sobre el sistema de salud y las pensiones.

En una directriz de 2021, el Consejo de Estado, que es el gabinete de la República Popular China, convocó a "promover activamente la economía plateada" y desarrollar "industrias útiles para los adultos mayores".

Li, la directora educativa que cerró sus escuelas infantiles, ahora ofrece toda una variedad de clases para personas de la tercera edad, incluida una que les enseña cómo caminar como las modelos de moda en la pasarela. Li compartió que ofrece enseñarles a sus alumnos cómo convertirse en influentes en línea, así que les da lecciones en las que aprenden a crear videos cortos.

Xinjiang Tianrun Dairy, una empresa del Estado que también adoptó a los consumidores de mayor edad como clientes objetivo, el año pasado compró a una rival más pequeña con la intención de concentrarse en crear leche en polvo para clientes de mediana edad y ancianos.

Nestlé, la fabricante suiza de alimentos y bebidas, citó el marcado descenso en los nacimientos en China el año pasado cuando anunció sus planes de cerrar la fábrica de fórmula para bebés en Irlanda. Tanto ella como otras firmas chinas de lácteos lanzaron productos especiales de leche en polvo que ofrecen beneficios para la salud de los adultos mayores, como evitar la atrofia muscular, mejorar el sueño y contribuir a una buena digestión.

Una de las principales empresas chinas de lácteos, Yili Group, promueve sus productos para adultos mayores con anuncios televisivos. En uno de ellos, una pareja joven compra leche en polvo especializada --sin azúcar de caña-- para regalársela a unos parientes en el Año Nuevo chino.

No es solo la leche. Desde 2013, la firma china de ciberseguridad 360 Security ha fabricado relojes inteligentes para niños que les permiten a los papás estar en contacto con sus hijos y monitorear su paradero y su uso de internet.

En 2019, la empresa citó "el advenimiento de una sociedad envejecida" durante la presentación de unos relojes inteligentes para adultos mayores, con características como monitores de presión sanguínea y ritmo cardiaco, rastreo de ubicación para familiares preocupados y llamada de emergencia en un clic.

He-Ling Shi, profesor asociado de Economía en la Universidad Monash en Melbourne, Australia, comentó que la talla del creciente mercado de la tercera edad está obligando a las empresas chinas cuyos consumidores objetivo eran niños y sus padres a tomar decisiones difíciles.

"No tienen otra opción", afirmó.

Los nacimientos en China cayeron a 9 millones en 2023, un descenso de alrededor del seis por ciento con respecto al año anterior. Por su parte, el número de niños en edad preescolar se desplomó casi un doce por ciento, según el Ministerio de Educación de China.

Cai Hao abrió una tienda de productos de maternidad y para bebé en 2018 en Shijiazhuang, una ciudad de la provincia de Hebei en el norte de China. En un principio, en la tienda vendía ropa y calzado para bebés y niños pequeños.

El aumento de recién nacidos en los años siguientes a la adopción de una política de dos hijos en China no duró mucho, además de que la pandemia afectó el tráfico de clientes en la tienda.

"No había clientes", se lamentó Cai. "Sin niños, los clientes no tenían para qué comprar aquí".

Entonces, hace unos años, los clientes comenzaron a preguntarle si vendía en su tienda leche en polvo para adultos mayores. Convencido de que no tenía mucho que perder, Cai comenzó a surtir ese producto. Las ventas aumentaron, así que añadió distintas variedades, incluida una para diabéticos y otra para personas con hipertensión.

Cai reconoció que, aunque cambiar de enfoque a los clientes de mayor edad nunca fue una decisión estratégica, ahora alrededor del diez por ciento de sus ventas corresponden a productos lácteos para adultos mayores.

Cai añadió: "¿Quién no querría vender más si pudiera?".

Mujeres de edad avanzada se registran para tomar clases en un centro educativo en Jinan, en el este de China, el 6 de septiembre de 2024. (Gilles Sabrié/The New York Times)

Zhang Youlan, antigua maestra de jardín de niños, dirige una clase de canto en un hogar para ancianos en Xi'an, en el área central de China, el 9 de septiembre de 2024. (Gilles Sabrié/The New York Times)