Sean Combs es imputado por tráfico sexual y asociación ilícita

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Rap and Hip-HopSex CrimesCombs, SeanManhattan (NYC)

El magnate de la música, conocido como Diddy, fue acusado de dirigir una "empresa criminal" que ponía en peligro y abusaba de mujeres, según los tres cargos revelados un día después de su detención.

A Sean Combs, el polémico magnate de la música, se le denegó el martes la libertad bajo fianza tras declararse no culpable de los cargos de tráfico sexual, asociación ilícita y transporte para ejercer la prostitución.

En una acusación revelada el martes, Combs, de 54 años, fue descrito como el jefe de una empresa criminal que durante años puso en peligro y abusó de mujeres, forzándolas a participar contra su voluntad en orgías llenas de drogas con prostitutos y amenazándolas con violencia o con quitarles la ayuda económica si se negaban.

La acusación de 14 páginas contra Combs --un productor, ejecutivo discográfico y cantante que también es conocido como Diddy y Puff Daddy-- se dio a conocer un día después de su detención en una habitación de hotel de Manhattan, tras una investigación que ha estado activa desde al menos principios de este año. Los fiscales afirmaron que Combs y sus empleados se dedicaban al secuestro, los trabajos forzados, los incendios provocados y los sobornos, y tenían armas de fuego a mano.

Los fiscales pidieron a un juez de instrucción que mantuviera a Combs sin fianza, alegando que era "peligroso y representa una amenaza permanente para la seguridad de la comunidad", citando las amenazas de violencia descritas en el acta de acusación y las armas encontradas en las redadas realizadas en sus domicilios en marzo, incluidos rifles tipo AR-15.

Al argumentar a favor de que Combs siga detenido, una de las fiscales, Emily Johnson, dijo que el acusado es un "abusador en serie y un obstructor en serie", señalando su historial de abuso de sustancias y argumentando que su riqueza le facilitaría escapar sin ser detectado. Señaló que después de que Combs fuera detenido en un hotel de Manhattan el lunes por la noche, las fuerzas del orden encontraron lo que sospechaban que eran narcóticos en su habitación, en forma de polvo rosa.

Los abogados de Combs propusieron una fianza de 50 millones de dólares. Pero la jueza Robyn F. Tarnofsky denegó su petición y citó los problemas de ira de Combs y su historial de abuso de sustancias, y ordenó que permaneciera detenido mientras esperaba el juicio.

"Mi preocupación", dijo la jueza, "es que este es un crimen que ocurre a puerta cerrada".

Al salir de la sala, Combs miró a sus partidarios en la sala, incluidos sus tres hijos adultos, y se puso la mano en el corazón.

Fuera del juzgado, Marc Agnifilo, uno de los abogados de Combs, dijo que apelarían la denegación de la fianza, y añadió: "Creemos en él de todo corazón".

La acusación de crimen organizado contra Combs conlleva una pena máxima de cadena perpetua. Una condena por tráfico sexual conllevaría una pena mínima obligatoria de 15 años.

Los cargos implican un asombroso repudio para la imagen pública de Combs. Fue una de las figuras más influyentes en la expansión del hip-hop como fuerza comercial mundial, y construyó un imperio empresarial basado en gran medida en su marca personal, desenfadada y callejera. Resaltan su línea de moda Sean John y una asociación con el gigante del licor Diageo que, a lo largo de los años, le hizo ganar más de mil millones de dólares.

Aunque durante mucho tiempo ha estado relacionado con acusaciones de violencia, salió prácticamente indemne hasta que una serie de demandas civiles lo acusaron el año pasado de agresión sexual y otras acusaciones de conducta sexual inapropiada. Su imperio empresarial empezó a desmoronarse mientras una investigación federal giraba a su alrededor.

El acta de acusación, que fue presentada ante el tribunal la semana pasada y revelada el martes, incluye descripciones gráficas de lo que Combs denominaba "freak offs": "encuentros de actividad sexual sumamente orquestados" en hoteles y otros lugares, que podían durar días y donde las drogas eran un elemento esencial. Según el gobierno, en estos encuentros se drogaba a las mujeres y se las forzaba a mantener relaciones sexuales con prostitutos.

Según el acta de acusación, las personas forzadas a participar en estas orgías "normalmente recibían fluidos intravenosos para recuperarse del esfuerzo físico y del consumo de drogas".

Combs observaba estos encuentros, a veces mientras se masturbaba y grababa video. Según el gobierno, Combs "utilizaba las grabaciones que realizaba durante los Freak Offs, que eran delicadas, vergonzosas e incriminatorias, como garantía para asegurar la constante obediencia y el silencio de las víctimas".

Los fiscales indicaron que las mujeres creían que no podían negarse a sus exigencias sin sufrir abusos físicos o emocionales, o sin temer que se pusiera en peligro su seguridad financiera o laboral. Alegaron que Combs mantenía el control sobre las mujeres rastreando su ubicación, dictando su apariencia, controlando su información médica y suministrándoles drogas.

En la acusación no se menciona a ninguna víctima, y el cargo de tráfico sexual del gobierno menciona solo a una "Víctima 1" anónima.

Gran parte de los cargos parecen reproducir las acusaciones formuladas el año pasado por Casandra Ventura, exnovia de Combs y artista de su discográfica, Bad Boy, bajo el nombre de Cassie.

Combs llegó a un acuerdo con Ventura en noviembre, tan solo un día después de que se presentara la demanda, negando haber cometido cualquier delito. Sin embargo, el acta de acusación menciona los "freak offs" y los describe en términos similares a los de la demanda de Ventura, con abundantes drogas y otros suministros para los participantes.

Como parte del argumento del gobierno para denegar la libertad bajo fianza a Combs, los fiscales lo acusaron de obstrucción a la justicia tras la demanda de Ventura. Escribieron en los documentos judiciales que él y sus asociados se pusieron en contacto con posibles víctimas y testigos para "alimentarlos" con "falsas narrativas", incluso haciendo varias llamadas a alguien que los fiscales describen como una víctima de su abuso sexual.

"Durante las llamadas, el acusado pidió repetidamente el apoyo y la 'amistad' de la víctima, e intentó convencerla de que había participado voluntariamente en actos de abuso sexual", escribieron los fiscales en los documentos judiciales.

Cuando los agentes federales allanaron los domicilios de Combs en Los Ángeles y Miami Beach en marzo, dice el acta de acusación, "las fuerzas del orden incautaron diversos suministros de los Freak Offs, incluyendo narcóticos y más de mil botellas de aceite para bebé y lubricantes". Fue en Miami Beach donde los agentes encontraron nueve armas tipo AR-15, seis con los números de serie intactos y tres con ellos desfigurados.

La detención de Combs lo convierte en la figura más conocida del mundo de la música que enfrenta cargos penales por conducta sexual inapropiada desde R. Kelly, el cantante de R&B quien, tras enfrentar juicios en Nueva York y Chicago, fue condenado a más de 30 años de prisión por delitos sexuales contra menores, tráfico sexual y asociación ilícita.

Meses después de que Ventura presentara su demanda, cinco mujeres presentaron demandas alegando agresión sexual, y otras tres demandas incluyeron acusaciones de conducta sexual inapropiada. Los abogados de Combs están luchando contra todas ellas en los tribunales.

Tras su detención el lunes, los abogados de Combs dijeron que estaban decepcionados con la decisión de procesarlo.

"Sean 'Diddy' Combs es un ícono de la música, un empresario que se hizo a sí mismo, un amoroso padre de familia y un filántropo probado que ha pasado los últimos 30 años construyendo un imperio, adorando a sus hijos y trabajando para elevar a la comunidad negra", dijo el equipo legal de Combs a través de un comunicado. "Es una persona imperfecta, pero no es un delincuente".

Al solicitar la puesta en libertad de Combs, sus abogados señalaron el hecho de que había viajado voluntariamente a Nueva York en previsión de ser imputado y se había ofrecido a entregarse a las autoridades a petición de estas.

"Estos son los actos de un hombre inocente sin nada que ocultar", añadieron sus abogados, "y está deseoso de limpiar su nombre en los tribunales".

Durante más de una semana, Combs se ha alojado en el hotel Park Hyatt de Nueva York, en West 57th Street, donde se ha refugiado a la espera de noticias, pero también ha llamado la atención en las redes sociales con una visita a Harlem, donde nació.

Las especulaciones sobre el caso federal contra Combs han ido creciendo desde la redada en sus casas. Durante meses, los fiscales han enviado citaciones a testigos.

El abogado de Ventura, Douglas H. Wigdor, declinó hacer comentarios sobre la acusación del gobierno. Los abogados de otras mujeres que han presentado demandas contra Combs aclamaron la detención.

"Es un día grande y conmovedor para las víctimas, pero una detención solo es el principio", dijo Lisa Bloom, cuya clienta, la cantante Dawn Richard --antigua integrante de dos grupos musicales reunidos por Combs-- presentó una demanda la semana pasada.

En una rueda de prensa celebrada en Manhattan tras la publicación de la acusación, Damian Williams, fiscal del distrito sur de Estados Unidos, animó a quien tuviera más información a presentarla.

"Esta oficina está decidida a investigar y perseguir a quien se dedique al tráfico sexual", dijo Williams, "sin importar lo poderoso, rico o famoso que sea".

Ben Sisario cubre la industria musical. Escribe para el Times desde 1998. Más de Ben Sisario

Julia Jacobs es reportera de arte y cultura que a menudo cubre temas legales para el Times. Más de Julia Jacobs

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