Sean Combs es detenido en Manhattan tras ser imputado por un gran jurado

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El magnate de la música ha estado bajo escrutinio desde una demanda de 2023 por su exnovia, Cassie, quien lo acusó de años de abuso. Los representantes de Combs dicen que es un "hombre inocente".

Sean Combs, el magnate de la música cuya carrera se ha visto trastocada por demandas de agresión sexual y una investigación federal, fue arrestado en un hotel de Manhattan el lunes por la noche después de que un gran jurado lo imputara.

La acusación estaba sellada al inicio y recientemente se anunciaron los cargos.

Antes de que se revelaran los cargos, un comunicado del equipo legal de Combs señaló que estaban decepcionados con la decisión de procesarlo y declaraba que él había cooperado con la investigación y se había "trasladado voluntariamente a Nueva York la semana pasada en previsión de estos cargos".

"Sean, 'Diddy', Combs es un icono de la música, un empresario hecho a sí mismo, un cariñoso padre de familia y un demostrado filántropo que ha pasado los últimos 30 años construyendo un imperio, adorando a sus hijos y trabajando para elevar a la comunidad negra", decía el comunicado. "Es una persona imperfecta, pero no es un delincuente".

El lunes por la noche, Damian Williams, fiscal federal del distrito sur de Nueva York, anunció en un comunicado publicado en redes sociales que "esperamos proceder a desvelar el acta de acusación por la mañana y tendremos más que decir en ese momento".

Agnifilo dijo que Combs había sido detenido por agentes de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional a eso de las 8:30 p. m. en el hotel donde se alojaba, el Park Hyatt New York de la 57th Street. Se espera que pase la noche detenido y que el martes comparezca ante el juez.

La detención de Combs lo convierte en la figura más conocida del mundo de la música que se enfrenta a cargos penales por conducta sexual inapropiada desde R. Kelly, el cantante de R&B quien, tras juicios en Nueva York y Chicago, fue condenado a más de 30 años de prisión por delitos sexuales contra menores, tráfico sexual y asociación ilícita.

Combs, de 54 años, quien también es conocido como Diddy y Puff Daddy, fue una figura clave en el auge mundial del hip-hop como fuerza comercial en las décadas de 1990 y 2000, ayudando a convertir en estrellas a raperos y cantantes de R&B como Notorious BIG y Mary J. Blige. Pero ha estado sometido a un intenso escrutinio público desde que una exnovia, Casandra Ventura, presentó una demanda el pasado noviembre acusándolo de años de abusos sexuales y físicos.

Combs llegó a un acuerdo con Ventura --una cantante de R&B conocida como Cassie, quien había firmado con la discográfica de Combs-- en un solo día, y negó haber cometido ningún delito. Pero la presión legal aumentó en los nueve meses siguientes, con la presentación de cinco demandas de mujeres que alegan agresión sexual y otras tres demandas por conducta sexual inapropiada, todas las cuales los abogados de Combs están luchando en los tribunales.

El equipo legal de Combs dijo en el comunicado que "estos son los actos de un hombre inocente sin nada que ocultar, y espera limpiar su nombre en los tribunales".

En marzo, agentes federales allanaron las casas de Combs en Los Ángeles y Miami Beach, Florida, lo detuvieron en un aeropuerto del área de Miami y confiscaron sus dispositivos electrónicos. Las autoridades no hicieron ningún anuncio en ese momento, pero un funcionario federal dijo que se trataba, al menos en parte, de una investigación sobre tráfico de seres humanos. Los fiscales federales de Nueva York ya habían entrevistado a varios testigos sobre las acusaciones de conducta sexual inapropiada contra Combs, según una persona familiarizada con las entrevistas.

Combs ha negado vehementemente las acusaciones en las demandas civiles, calificándolas de "acusaciones enfermizas" de personas que buscan "dinero rápido". Sus abogados han criticado duramente cómo se llevaron a cabo las redadas, en las que intervinieron agentes de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional blandiendo armas de fuego, calificándolas de "uso excesivo de la fuerza de nivel militar".

Ese tono de desafío cambió después de que CNN publicara imágenes de vigilancia del hotel en mayo que mostraban a Combs agrediendo físicamente y pateando a Ventura en 2016. Combs publicó un video de disculpa en las redes sociales en el que calificó su comportamiento de "inexcusable" y dijo que había buscado ayuda profesional.

Productor prolífico y empresario de talento, Combs ayudó a introducir el hip-hop en el mercado con su sello discográfico Bad Boy Entertainment. También creó un personaje mediático, extravagante, que organizaba fiestas llenas de famosos y presidía un popular reality show de MTV, Making the Band, a mediados de la década de 2000. Además, creó una lucrativa cartera de marcas de moda, licores y una cadena de televisión por cable, Revolt.

Durante décadas, Combs ha sido objeto de acusaciones de violencia, aunque es la primera vez que se sabe que se ha enfrentado a una investigación tan amplia sobre su conducta durante un periodo de años. En 2001, fue objeto de un juicio muy publicitado por un tiroteo en un club nocturno, en el que fue absuelto de los cargos de posesión de armas y soborno.

En los últimos años, adoptó un nuevo personaje: pidió a la gente que le llamara Love, llamó Love a su hija más reciente y tituló The Love Album: Off the Grid a su primer álbum de estudio en solitario en 17 años, que lanzó de forma independiente bajo un nuevo sello, Love Records.

El año pasado, Combs acababa de salir de una espiral de publicidad positiva vinculada a ese álbum y a su larga carrera musical cuando Ventura presentó una demanda con acusaciones detalladas y perturbadoras que se extendían durante más de una década. Su demanda incluía acusaciones de tráfico sexual y decía que Combs había obligado a Ventura a mantener relaciones sexuales con trabajadores sexuales hombres delante de él, y le había dado instrucciones para que utilizara sitios web y servicios de acompañantes para encontrar prostitutas que participaran en encuentros impulsados por las drogas que él llamaba "freak offs".

Combs ha decidido llegar a un acuerdo solo con Ventura; su equipo legal ha luchado contra el resto en los tribunales, pintando las acusaciones como historias falsas para asegurar acuerdos.

En sus documentos ante los tribunales, sus abogados dijeron que una demanda en la que se lo acusaba de participar en una violación en grupo en 2003 había "dañado irreparablemente" la reputación de Combs basándose en "acusaciones infundadas y no corroboradas". Y después de que un productor musical acusara a Combs en una demanda de mantener contactos sexuales no deseados con él, un abogado de Combs calificó al demandante de "mentiroso" cuyas acusaciones eran "pura ficción" destinadas a acaparar titulares.

Desde que se interpusieron esas demandas, gran parte de la cartera de marcas de Combs se ha desmoronado.

Vendió su participación en Revolt y su parte del tequila DeLeón, una asociación con el conglomerado de bebidas alcohólicas Diageo. Una red de escuelas concertadas de Nueva York puso fin a su asociación con él.

Este mes, la mansión de Combs en el lujoso barrio de Holmby Hills de Los Ángeles, donde los agentes federales llevaron a cabo una redada en marzo, fue puesta a la venta por 61,5 millones de dólares.

En el movimiento #MeToo y sus consecuencias, los fiscales han recurrido cada vez más a las leyes de tráfico sexual para juzgar acusaciones de agresión sexual en el sistema judicial federal. La primera condena de Kelly fue por cargos de crimen organizado y violaciones de una ley contra el tráfico sexual conocida como la Ley Mann.

La Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional, que a menudo investiga casos de tráfico sexual, dirigió la investigación sobre Combs. Las redadas de marzo fueron anunciadas al mundo en las imágenes de las noticias de televisión de los agentes convergiendo en la mansión de Combs en Los Ángeles y llevándose aparatos electrónicos; la madre de uno de sus hijos más tarde compartió imágenes de agentes apuntando con armas de fuego a Justin y Christian Combs, mientras que estaban siendo detenidos dentro de la casa de su padre.

Desde entonces, los fiscales federales han guardado silencio, entregando discretamente citaciones a posibles testigos mientras construían su caso contra Combs.

Ben Sisario cubre la industria musical. Escribe para el Times desde 1998. Más de Ben Sisario

Julia Jacobs es reportera de arte y cultura que a menudo cubre temas legales para el Times. Más de Julia Jacobs