Boeing enfrenta una huelga de trabajadores por primera vez desde 2008

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Airlines and AirplanesLabor and JobsStrikesBoeing CompanyInternational Assn of Machinists and Aerospace WorkersOrganized LaborFactories and ManufacturingWages and SalariesProductionHealth Insurance and Managed CarePensions and Retirement PlansOrtberg, Robert KSeattle (Wash)

Miles de trabajadores que construyen aviones comerciales en las áreas de Seattle y Portland, en Oregón, rechazaron un contrato tentativo recomendado por los líderes sindicales, lo que podría costarle miles de dólares a la empresa.

Miles de trabajadores de Boeing abandonaron sus puestos de trabajo el viernes tras rechazar una oferta de contrato de la empresa, una interrupción potencialmente costosa mientras Boeing intenta aumentar la producción de aviones tras una crisis de seguridad.

Se espera que la huelga, la primera en Boeing en 16 años, paralice las operaciones en el área de Seattle, sede de la mayor parte de la fabricación de aviones comerciales de Boeing. La disminución del ritmo también podría perturbar aun más la frágil cadena de suministro de la empresa.

Kelly Ortberg, el nuevo director ejecutivo de la empresa, había instado a los empleados a aprobar el acuerdo. "Una huelga pondría en peligro nuestra recuperación compartida, socavando aun más la confianza con nuestros clientes", dijo en un correo enviado a los trabajadores el miércoles.

Boeing desempeña un papel sustancial en la economía de EE. UU. Emplea a casi 150.000 personas en todo el país --casi la mitad de ellas en el estado de Washington-- y es uno de los mayores exportadores del país. La empresa, que también fabrica reactores militares, cohetes, naves espaciales y el Air Force One, es un símbolo mundial de la fortaleza manufacturera de Estados Unidos.Las acciones de Boeing cayeron 2.5 por ciento la mañana del viernes y han tenido una baja de casi 40 por ciento este año.

El sindicato dijo que la votación de la huelga fue aprobada por un 96 por ciento, muy por encima de los dos tercios necesarios para iniciar un paro, después de que el 95 por ciento rechazara el contrato propuesto.

El contrato había sido acordado por los líderes sindicales y la dirección de la empresa el domingo, tras meses de conversaciones. Incluía muchas ventajas para los trabajadores, pero no llegaba a lo que el sindicato pretendía inicialmente. Los líderes sindicales esperaban obtener mayores aumentos y otras concesiones de la empresa, pero dijeron que seguía siendo "el mejor contrato que hemos negociado en nuestra historia".

En una declaración el viernes después de la votación, Boeing dijo que estaba "comprometida a restablecer nuestra relación con nuestros empleados y el sindicato". La empresa dijo estar "preparada" para continuar las negociaciones sobre un nuevo contrato laboral.

La gran mayoría de los 33.000 trabajadores que se rigen por el contrato están representados por el District 751 of the International Association of Machinists and Aerospace Workers. Los miembros de este sindicato, el más grande de Boeing, trabajan sobre todo en los aviones comerciales en el área de Seattle. El conflicto afecta también a los trabajadores de la zona de Portland, Oregón, a quienes representa el District W24, más pequeño.

El sindicato representa a una quinta parte de los más de 170.000 empleados de la empresa en todo el mundo.

"Se trata de respeto. Se trata de abordar el pasado y de luchar por nuestro futuro", dijo Jon Holden, presidente del District 751.

Holden había dicho en una declaración varios días antes de la huelga que los líderes sindicales habían recomendado aprobar el acuerdo porque "no podemos garantizar que podamos conseguir más en una huelga". Añadió entonces que el sindicato "protegería y apoyaría" cualquier decisión que tomaran los afiliados.

Ortberg, que se incorporó a Boeing el mes pasado, ha tratado de restablecer la relación de la empresa con sus trabajadores y esta semana se ha reunido con empleados del área de Seattle para conocer sus opiniones sobre el acuerdo. Otras cuestiones urgentes son mejorar la calidad y la seguridad, restaurar la reputación de la empresa, arreglar su relación con los organismos reguladores y mejorar su situación financiera, lo que incluye reducir su deuda de casi 60.000 millones de dólares.

La última huelga de Boeing, en 2008, duró 50 días; el contrato que puso fin al conflicto se ha prorrogado dos veces. Si la huelga actual dura más o menos lo mismo, le costará a Boeing al menos 3000 millones de dólares, según una estimación de Cai von Rumohr, analista de investigación del banco de inversión TD Cowen.

Boeing cuenta con dos grandes fábricas en el área de Seattle: una en Renton, donde fabrica el 737 Max, y otra en Everett, donde fabrica el 767 y el 777.

El Max, por mucho el modelo más popular de Boeing, representa más de tres cuartas partes de los 5490 aviones que la empresa tiene encargados. Pero la producción de la fábrica de Renton está muy por debajo de lo que Boeing desea. La empresa se ha visto obligada a desacelerar la producción para mejorar la calidad después de que en enero se desprendiera un panel de un Max utilizado en un vuelo de Alaska Airlines. Con el tiempo, Boeing planea ampliar la producción de Max a Everett.

El rechazo de la propuesta el jueves refleja el resentimiento de los trabajadores por las concesiones hechas en conversaciones anteriores, incluida la pérdida de las prestaciones de jubilación hace una década, que el sindicato había intentado restablecer. Los trabajadores y el sindicato también estaban enfadados por la decisión de la empresa en 2009 de trasladar el montaje final de su avión 787 Dreamliner a una fábrica sin sindicato de Carolina del Sur.

Pero muchos miembros del sindicato no asistieron a esos acontecimientos: aproximadamente la mitad de los miembros del District 751 tienen menos de seis años de experiencia en la empresa. Esos trabajadores suelen ganar menos que sus compañeros con más experiencia, lo que puede dificultar económicamente una huelga, incluso con la oferta del sindicato de pagar a los afiliados 250 dólares semanales a partir de la tercera semana de huelga.

El acuerdo propuesto habría supuesto aumentos del 25 por ciento a lo largo de los cuatro años de vigencia del contrato; los sindicatos iniciaron las conversaciones pidiendo aumentos del 40 por ciento. Según Boeing, algunos trabajadores que partían de un salario base más bajo habrían recibido mayores aumentos: para unos 7500 trabajadores, el salario habría aumentado un 45 por ciento, mientras que otros 5000 trabajadores habrían recibido aumentos del 53 por ciento.

El acuerdo rechazado también habría proporcionado a cada miembro del sindicato una prima de ratificación de 3000 dólares. Boeing también había acordado aumentar los pagos anuales al plan 401(k) del sindicato en hasta 4160 dólares por trabajador, cubrir una mayor parte del coste de la asistencia sanitaria, ofrecer 12 semanas de permiso parental retribuido y realizar mejoras en la conciliación de la vida laboral y familiar, incluida la reducción de las horas extras obligatorias. La empresa también se comprometió a construir su próximo avión comercial en el noroeste del Pacífico.

Al rechazar el acuerdo, es posible que los trabajadores sientan que tienen las de ganar, ya que Boeing intenta superar la crisis que comenzó cuando se desprendió el panel de un 737 Max. Aunque nadie resultó herido de gravedad en ese incidente, reavivó la preocupación por la calidad y la seguridad de los aviones de Boeing cinco años después de que dos accidentes mortales del Max llevaran a los reguladores de todo el mundo a inmovilizar el avión durante casi dos años.

Después del episodio de enero, la Administración Federal de Aviación limitó la producción del Max. Desde entonces, la empresa ha aumentado las inspecciones, ha impartido formación a los nuevos empleados, ha empezado a simplificar los procedimientos y ha limitado las tareas realizadas fuera de secuencia, una práctica conocida como trabajo itinerante.

También es posible que los empleados de Boeing estuvieran más dispuestos a votar a favor de una huelga porque se sintieron envalentonados por las recientes huelgas de trabajadores de la industria del automóvil, guionistas y actores.

Peter Eavis colaboró con reportería.

Niraj Chokshi reporta sobre la aviación, los ferrocarriles y otras industrias del transporte. Más de Niraj Chokshi

Peter Eavis colaboró con reportería.

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