Sabrina Carpenter cautiva con sonidos retro y letras mordaces

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Short n Sweet (Album)Pop and Rock MusicCarpenter, Sabrina (1999- )

"Short n' Sweet", el nuevo álbum de la cantautora pop, fusiona sonidos variados mientras aborda relaciones complicadas con ironía, destacando temas como "Espresso" y "Please Please Please".

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En las canciones de Sabrina Carpenter, el romance juvenil es puro jugueteo sensual… hasta que deja de serlo. Short n' Sweet, su sexto álbum, ofrece un catálogo inteligente, divertido y alegremente despiadado de novios que se portan mal y de los engaños y racionalizaciones que se los permiten. Carpenter mayormente sonríe y guiña el ojo mientras interpreta canciones que reconocen el irracional poder de la lujuria, pero también le asesta un golpe certero a los infieles y a los hipócritas. Como advierte en "Good Graces", "Nadie es mejor convirtiendo el amor en odio".

Carpenter, de 25 años, ha triunfado en una elección profesional que no siempre funciona: pasar la adolescencia en el mundo del espectáculo. Su participación en el concurso The Next Miley Cyrus Project, en 2011, la convirtió en parte del imperio del entretenimiento de Disney: firmó con el sello Hollywood Records de esta compañía, y ganó reconocimiento actuando en la serie de Disney Channel Girl Meets World y en películas. Con sus álbumes de Hollywood Records fue probando diferentes estilos de pop adolescente con resultados poco sobresalientes, poco a poco decantándose por un material más adulto.

Pero Island, su nueva discográfica, le dio el control artístico total, y con su álbum de 2022, Emails I Can't Send, dio el salto a una personalidad adulta a partes iguales juguetona, vulnerable, amorosa y calculadora. El disco mezcló los lamentos postruptura con coqueteos como el éxito "Nonsense", una canción sobre la atracción desmedida que también trata sobre componer canciones: "Me levanté esta mañana y se me ocurrió escribir un éxito pop", entona.

También incluyó "Because I Liked a Boy", una balada que aparentemente abordaba un enredo romántico entre famosos, al tiempo que promocionaba a todos los implicados. ¿Acaso era Carpenter la "chica rubia" que capturó al exnovio sobre el que Olivia Rodrigo cantaba en "Drivers License"? El internet pensó que sí. "Ahora soy una rompehogares, una mujerzuela/ Tengo tantas amenazas de muerte que podría llenar un camión", cantaba Carpenter, añadiendo: "Cuando todo pasó ya habíamos terminado".

Short n' Sweet llega impulsado por dos omnipresentes éxitos veraniegos. Uno es "Espresso", una melodía disco-pop retro entonada por una chica que es atractiva y lo sabe: "Él se ve tan bien en la palma de mi mano", canturrea. En la otra, "Please Please Please", le suplica a un novio inestable que no la avergüence en público. "Sea cual sea el demonio que llevas dentro, no lo dejes salir esta noche", le amonesta, y luego canta "Por favor, por favor, no demuestres que tengo razón", en la más dulce de las armonías.

Al igual que Rodrigo --otra artista salida de Disney-- Carpenter sabe encontrar el lado cómico de un romance que sale mal. Su voz es a menudo burlonamente sarcástica, reconociendo sus propios errores con una sonrisita desenvuelta mientras se burla de los infractores. En "Dumb & Poetic" destroza a un tipo que finge ser sensible, dándole una "estrella de oro por su sofisticada manipulación"; está ambientada con el tipo de vals de guitarra acústica que a los tipos sensibles podría gustarles. Sin embargo, también reconoce su propia susceptibilidad. En "Lie to Girls", le explica a una pareja que constantemente le queda mal que ni siquiera tiene que poner excusas: "Si les gustas, se mentirán a sí mismas".

En "Sharpest Tool", Carpenter enfrenta a alguien que la atrajo a la intimidad; "encontraste a Dios en casa de tu ex", le dice, y "te desconectaste, dejándome estupefacta". Producida, interpretada y escrita por Jack Antonoff (junto con Carpenter y Amy Allen, una de las más prolíficas colaboradoras del pop), es una matriz minimalista de punteos de guitarra, electrónica y voces, llena de tensión y síncopa.

Como otros profesionales del pop del siglo XXI, Carpenter no está atada a ninguna época ni enfoque. Short n' Sweet toma de la música disco, de Janet Jackson, del R&B tranquilo, del folk-pop de Laurel Canyon, del grunge de la década de 1990 y del indie-rock, mezclando sus referencias con la tecnología de estudio del siglo XXI. "Coincidence" se centra en alguien cuya expareja ha vuelto a su vida con un vigoroso rasgueo de guitarra, armonías de "na na na na" y melodías saltarinas que traen a la mente a Joni Mitchell y Crosby, Stills and Nash. "Slim Pickins" recurre a un estilo de cuerdas propio del country para quejarse de que tiene que conformarse con hombres de segunda porque "los buenos están muertos o ya tienen pareja".

"Taste", la atrevida canción que abre el álbum, es otro ataque a quien ha vuelto con su ex. Es una canción indie-rock con acordes de guitarra eléctrica que, en lugar de atacar al tipo, se burla de su rival: "No te quedará más remedio que saborearme cuando él te bese". El tono de Carpenter es alegre y petulante, como si ya lo hubiera superado y solo quisiera decir lo que tiene que decir. Ella se burla, no sufre.

Pero como actriz y celebridad multimedia, Carpenter utiliza el video para hacer algo diferente. El video de "Taste" es un baño de sangre; se recomienda discreción al espectador. Y deja claro que, por muy despreocupada que suene Carpenter, tras la apariencia pop hay furia real.

Sabrina Carpenter

Short n' Sweet

(Island)

Jon Pareles ha sido el crítico principal de música pop del Times desde 1988. Ha estudiado música, ha tocado en bandas de rock, grupos de jazz y conjuntos clásicos y fue DJ de una emisora de radio universitaria. Anteriormente fue editor en Rolling Stone y Village Voice. Más de Jon Pareles