Trump ataca a Harris en un mitin en Carolina del Norte y pide a la multitud que lo respalde

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En un discurso que, según fue anunciado, sería sobre la seguridad nacional, Trump ridiculizó a quienes le aconsejaron que se centrara en las políticas y evitara los ataques personales.

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Después de dos días de discursos centrados en políticas públicas y con multitudes modestas, el expresidente Donald Trump volvió el miércoles con un discurso al aire libre en Carolina del Norte, donde insistió en que no renunciará a los ataques personales contra la vicepresidenta Kamala Harris y continuó sembrando dudas sobre la integridad de las elecciones de noviembre.

En un discurso ante miles de simpatizantes frente a un hangar en un museo de aviación en Asheboro, Carolina del Norte, Trump ridiculizó a sus asesores por presionarlo para que se centrara en la política en vez de en los insultos personales mientras se burlaba del aspecto físico del presidente Joe Biden. Llamó "loca" a la expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, tachó a Harris tanto de "estúpida" como de "marxista o comunista" y dijo que el expresidente Barack Obama era "desagradable".

Y mientras prometía invertir en el ejército estadounidense, criticaba la política exterior del gobierno de Biden y juraba que solo él podría restablecer la paz mundial, Trump revivió sus falsas afirmaciones de fraude electoral generalizado en 2020 y las proyectó a noviembre.

Mientras insistía en que podría poner fin a la guerra en Ucrania con solo ser elegido, Trump presentó su victoria como una conclusión inevitable que solo podría verse obstaculizada por el fraude electoral.

"Siempre tengo que decir 'si', porque hacen trampas", dijo Trump refiriéndose a los demócratas. "Diría 'cuando' si no hicieran trampas, pero hacen trampas. Esa es la única cosa en la que son muy buenos: haciendo trampas en las elecciones".

La reunión en Asheboro fue el primer mitin al aire libre del Trump desde que sobrevivió a un intento de asesinato en un evento en Pensilvania el mes pasado. Hubo numerosas precauciones de seguridad. El atril desde el que hablaba estaba parcialmente rodeado de cristales blindados. Al menos cinco agentes uniformados, varios de ellos con rifles de francotirador, se encontraban en los tejados circundantes. Y se juntaron grandes contenedores de almacenamiento para bloquear la visión del escenario desde la distancia.

El discurso, en el Museo y Salón de la Fama de la Aviación de Carolina del Norte, se desmarcó de otros dos actos celebrados esta semana, en los que Trump se dirigió a un público más moderado en pequeños recintos cerrados. Su discurso del miércoles reflejó el cambio: Trump se mostró más ágil y libre que el lunes y el martes, cuando en algunos momentos recitó comentarios preparados.

Estaba anunciado que su discurso del miércoles se centraría en la seguridad nacional. Al principio, reconoció que rechazaba la insistencia de su equipo en que se centrara en los temas, diciendo que sentía que debía responder a una letanía de críticas hechas en la Convención Nacional Demócrata, incluidos los discursos del martes por la noche de Barack Obama y de la ex primera dama Michelle Obama.

"Siempre dicen: 'Señor, por favor, cíñase a la política. No se ponga personal'", dijo Trump. "Y, sin embargo, esta gente no ha dejado de hablar de temas personales en toda la noche. ¿Todavía tengo que ceñirme a la política?".

La multitud respondió con un rotundo "no". Más tarde, Trump pidió a sus partidarios que lo ayudaran a validar su enfoque, haciendo una encuesta informal sobre si debía "ponerse personal" o "no ponerse personal". La primera opción fue recibida con una erupción de vítores. La segunda fue recibida con un leve aplauso.

"Mis asesores están despedidos", bromeó Trump. "No. Preferimos mantenernos en la política. Pero a veces es difícil cuando te atacan por todos lados".

Cuando se centró en la seguridad nacional, Trump atacó el enfoque de política exterior del gobierno de Biden. Culpó tanto a Biden como a Harris por la turbulenta retirada del país de Afganistán y por no prevenir las continuas guerras en Ucrania y Gaza.

"Kamala y Biden nos han llevado al borde de la Tercera Guerra Mundial", dijo Trump.

Un portavoz de la campaña de Harris, James Singer, criticó el historial de política exterior de Trump como presidente. "Estados Unidos no necesita oír más de Donald Trump en materia de seguridad nacional, ya lo hemos visto: se inclina ante los dictadores, siembra el caos y lidera con imprudencia ignorante", dijo Singer en un comunicado.

En el mitin, Trump insistió en que iba a liberar a las fuerzas armadas del liderazgo woke (o concienciado) y que iba a exigir la dimisión de "todos y cada uno de los altos mandos militares" implicados en la retirada de Afganistán, en la que murieron 13 militares estadounidenses.

Y volviendo a la retórica de la guerra cultural que suele animar a los conservadores, Trump, quien mientras era presidente prohibió a las personas transgénero servir en el ejército, se burló de los soldados transgénero como no aptos para servir.

"Nuestros guerreros deberían centrarse en derrotar a los enemigos de Estados Unidos, no en averiguar sus géneros", dijo. "Esperemos que conozcan sus géneros".

A menudo, el discurso de Trump saltó bruscamente de un tema político a otro. En un momento dado, dijo que nombraría dos temas que, en su opinión, eran los más cruciales para ganar las elecciones. Pero solo mencionó la economía antes de hacer una digresión sobre el "dominio de la energía" y volver a sus comentarios preparados.

Trump dedicó los primeros minutos de su discurso de seguridad a la economía, un tema al que regresó varias veces. Horas después de que el Departamento del Trabajo anunciara cifras de empleo revisadas que revelaban que la economía del país había creado unos 818.000 puestos de trabajo menos en 2023 y principios de 2024 de lo que se había informado anteriormente, Trump sugirió sin evidencias que el gobierno de Biden había maquillado las cifras.

Las revisiones del Departamento del Trabajo, que son preliminares, forman parte de un proceso anual en el que sus estimaciones mensuales, que se basan en encuestas, se concilian con los registros de las oficinas estatales de desempleo. Pero Trump insistió en que Biden y Harris estaban "manipulando fraudulentamente" los datos con el fin de ganar las elecciones, una afirmación que vinculó a sus falsas afirmaciones de una elección amañada.

"No han hecho nada bien salvo engañar y mentir", dijo Trump.

Y Trump volvió a acusar al gobierno de Biden de utilizar el sistema judicial contra él como una forma de persecución política, una afirmación de la que no ha presentado pruebas, y luego sugirió que podría responder de la misma manera.

"Convertir el sistema en un arma es un cuchillo de dos filos que también puede volverse en su contra", dijo.

Simon J. Levien es un reportero de política del Times que cubre las elecciones de 2024 y forma parte de la generación 2024-25 de Times Fellowship, un programa para periodistas al comienzo de sus carreras. Más de Simon J. Levien

Michael Gold es un corresponsal de política del Times que cubre las campañas de Donald Trump y otros candidatos a la presidencia en 2024. Más de Michael Gold

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