Arbitration, Conciliation and MediationDisney, Walt, World (Lake Buena Vista, Fla)Disney PlusWalt Disney CompanyAllergiesKanokporn TangsuanDeaths (Fatalities)
La compañía argumentaba que el esposo de la fallecida no podía demandar porque firmó un acuerdo al suscribirse a una prueba gratuita de Disney+.
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Disney retiró el lunes su petición de llegar a un acuerdo extrajudicial en una demanda por homicidio culposo, despejando así el camino para que el caso de una mujer que falleció a causa de una grave reacción alérgica a la comida que ingirió en un restaurante de Disney World se vea ante un jurado.
La mujer, Kanokporn Tangsuan, especialista en medicina familiar que vivía en Long Island, era gravemente alérgica a los frutos secos y a los lácteos. Murió en octubre tras comer platos que su camarero le aseguró no contenían alérgenos, según la demanda presentada por su marido contra Walt Disney Parks and Resorts.
La solicitud de Disney fue recibida con una rápida y negativa reacción la semana pasada, después de que los medios de comunicación informaran sobre la postura de la empresa de que el marido de Tangsuan, Jeffrey Piccolo, había aceptado el arbitraje cuando se inscribió en una prueba gratuita del servicio de streaming Disney+ y, por tanto, no tenía derecho a demandar.
Disney también señaló que el restaurante, Raglan Road, un pub irlandés en la sección Disney Springs de su complejo en Orlando, era de propiedad y gestión independientes.
Piccolo solicita una indemnización por daños y perjuicios superior a 50.000 dólares, el mínimo exigido para presentar una demanda ante un tribunal de circuito de Florida, pero un jurado podría conceder una indemnización mucho mayor, dijeron sus abogados.
A pesar de las repetidas afirmaciones de que el único papel de Disney en la tragedia fue el de "arrendador" de Raglan Road, el lunes un representante de la empresa dijo que reconocía que el arbitraje alargaría un proceso ya de por sí doloroso para Piccolo. La audiencia para trasladar el caso a arbitraje, fijada para el 2 de octubre, se canceló el martes.
"Con circunstancias tan singulares como las de este caso, creemos que esta situación merece un enfoque sensible para acelerar una resolución para la familia que ha experimentado una pérdida tan dolorosa", dijo Josh D'Amaro, presidente de Disney Parks, en un comunicado. "Como tal, hemos decidido renunciar a nuestro derecho al arbitraje y que el asunto proceda en los tribunales".
En un principio, Disney argumentaba en los documentos legales que el asunto debía ser resuelto por un árbitro externo, porque Piccolo había acordado resolver cualquier disputa fuera de los tribunales cuando se suscribió a una prueba gratuita de su servicio de streaming en su PlayStation y de nuevo cuando compró entradas para Epcot a través del sitio web MyDisney.
Brian R. Denney, abogado de Piccolo, dijo en un comunicado que el intento de Disney de evitar que el caso vaya a juicio debe ser "mirado con escepticismo".
"Aunque Disney ha retirado su moción, las cláusulas de arbitraje en las que se basaron en su moción siguen existiendo en sus diversas plataformas", dijo Denney. "Esto pone potencialmente a otras personas perjudicadas por la negligencia de Disney en riesgo de enfrentarse a un desafío legal similar".
Matt Adler, un socio de Troutman Pepper que representa regularmente a clientes en arbitraje, dijo que era muy poco común que una parte retirara su solicitud de arbitraje en lugar de dejar que un juez decidiera. Los acuerdos de arbitraje suelen mantenerse, dijo, aunque este era "un poco exagerado".
"Mi conjetura es que decidieron que el daño que estaban sufriendo en la opinión pública era mayor que el riesgo de perder dinero en este caso", dijo Adler, quien no representa a Disney. "Me sorprendió".
Adler añadió que los consumidores son parte en más acuerdos de arbitraje de lo que podrían pensar. Los contratos de telefonía móvil, los acuerdos de corretaje y muchos otros compromisos cotidianos incluyen este tipo de cláusulas, por lo que se ha producido lo que él denominó "una explosión de arbitraje" en los últimos 20 años.
Tangsuan, quien estaba afiliada al NYU Langone Hospital de Long Island, visitó Disney World con su marido y su madre el 5 de octubre. El grupo se detuvo a cenar en Raglan Road, donde Tangsuan informó a su camarero de que era gravemente alérgica a los lácteos y los frutos secos.
Pidieron aros de cebolla y platos con las etiquetas "Seguro que estoy frito", "Bosque de vieiras" y "Este pastor se hizo vegano", que el camarero les dijo que no contenían alérgenos, según la demanda. Cuando los platos llegaron sin banderas que los señalaran como libres de alérgenos, el camarero aseguró a Tangsuan que se podían comer sin peligro.
Ella había elegido el restaurante, según la demanda, porque Disney había anunciado en su sitio web que se preocupaba por las personas alérgicas.
Menos de una hora después de comer, Tangsuan empezó a tener dificultades para respirar y se desmayó. La llevaron a un hospital cercano, donde la declararon muerta.
Denney dijo que Piccolo esperaba que su demanda indujera a las empresas a cambiar sus políticas de preparación de alimentos para mejorar la seguridad.
"También espera que estos últimos acontecimientos hayan servido para concientizar sobre las millones de personas de todas las edades y condiciones que padecen alergias alimentarias", dijo Denney.
Claire Fahy reporta en la ciudad de Nueva York y el área cercana para el Times. Puede ser contactada en claire.fahy@nytimes.com. Más de Claire Fahy