Entrevista de Musk y Trump: poca polémica, muchos problemas técnicos

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El empresario elogió al candidato republicano y demostró su disposición para ayudar a difundir sus opiniones en una plataforma de redes sociales que alguna vez lo vetó.

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Lo que se suponía que sería el regreso triunfal de Donald Trump a una plataforma de redes sociales que fue fundamental durante su presidencia se vio empañado por las fallas el lunes por la noche. El expresidente y el empresario Elon Musk conversaron en vivo en la red social X, que es propiedad de Musk, pero el evento se retrasó de manera significativa debido a problemas técnicos.

No obstante, cuando la charla comenzó 40 minutos después de lo previsto, la nueva camaradería entre Musk y Trump quedó patente cuando el multimillonario tecnológico comenzó a hacerle preguntas fáciles que permitieron que el exmandatario hablara sobre los temas que han impulsado su campaña presidencial.

La conversación ofreció poca información nueva sobre las opiniones de Trump. A lo largo de más de dos horas, el expresidente atacó a la vicepresidenta Kamala Harris, su oponente demócrata, diciendo que era una "falsa" que, junto con el presidente Joe Biden, no abordó el problema de los cruces en la frontera de Estados Unidos con México. Además, repitió una serie de afirmaciones falsas, como que las elecciones de 2020 estuvieron arregladas, que los casos criminales en su contra eran una conspiración del gobierno de Biden para socavar su candidatura y que los líderes de otros países estaban enviando a delincuentes y a "su gente improductiva" de manera deliberada a Estados Unidos.

En gran medida, Musk expresó estar de acuerdo con todos esos argumentos, ofreciendo elogios frecuentes y mostrándose como un colega solidario, ayudando a dar voz a las opiniones de Trump en una plataforma que alguna vez lo vetó por promover afirmaciones falsas que fomentaban la violencia política. Musk compró Twitter en 2022 y el año pasado la rebautizó como X.

"No he sido muy político antes", dijo Musk hacia el final de su charla, describiéndose como "moderado; si no moderado, ligeramente de izquierda" y agregando que quienes se identifican de esa manera deben apoyar a Trump.

A primera hora de la tarde, Musk --quien tiene en común con Trump el desprecio por los medios de comunicación convencionales-- dejó claro que no estaba haciendo una entrevista "de confrontación", sino que solo quería ayudar a los "votantes independientes de mente abierta" a "captar la vibra".

"Quiero hacer hincapié en que se trata de una conversación, y su objetivo es hacerse una idea de cómo es Donald Trump en una conversación", aseguró Musk.

No está claro si esta táctica ayudará a Trump a atraer a los votantes indecisos o si Musk va a restaurar la confianza en su plataforma. El comienzo, plagado de fallas que el empresario atribuyó a un ciberataque, amenazó con eclipsar la propia conversación. Los errores técnicos fueron similares a los problemas que opacaron otro evento político organizado por Musk el año pasado, cuando el anuncio de la campaña presidencial de Ron DeSantis en Twitter estuvo plagado de fallos técnicos, micrófonos abiertos y silencios.

La conversación del lunes --realizada en Spaces, la plataforma de transmisión de audio en vivo de X-- se produjo luego de una serie de esfuerzos de Trump y su equipo por recuperar el impulso que ha perdido desde que Biden puso fin a su intento de reelección y Harris se convirtió en la candidata demócrata.

Trump ha atacado en repetidas oportunidades a Harris por no ofrecer una rueda de prensa formal y evitar las entrevistas con periodistas. Ha insistido en su disposición a aceptar preguntas en su intento de recuperar el protagonismo político. En varios momentos, planteó su conversación con Musk como parte de esa estrategia.

El mes pasado, Trump se mostró combativo al ser entrevistado por un grupo de periodistas negras en una convención de la Asociación Nacional de Periodistas Negros, donde cuestionó la identidad racial de Harris. La semana pasada, se sintió frustrado por las preguntas que le hicieron en una conferencia de prensa programada apresuradamente en Palm Beach, Florida, donde sus respuestas a menudo divagaban y una historia que contó sobre un viaje en helicóptero atrajo un importante escrutinio.

En contraste, la conversación con Musk le proporcionó a Trump un vehículo en redes sociales para ampliar su atractivo más allá de los programas radiofónicos derechistas de entrevistas o los canales de televisión conservadores en los que el exmandatario suele compartir sus opiniones con presentadores aduladores que rara vez interrumpen o verifican los hechos. Según X, más de un millón de oyentes siguieron la conversación.

La conversación permitió que Musk expresara muchas de sus quejas, incluidas sus críticas a la regulación gubernamental que, en su opinión, obstaculiza la innovación. El empresario ha criticado con frecuencia a Biden en sus publicaciones en X, y apoyó con entusiasmo la descripción que hizo Trump del presidente como alguien débil e incompetente y de Harris como una persona incapaz de dirigir.

"Se puede tener una conversación con usted", dijo Musk tras una hora en la que Trump fue el que más habló. "Pero con Biden o Kamala no se puede tener una conversación. No es posible".

Joseph Costello, portavoz de la campaña de Harris, se burló de los problemas técnicos de X y criticó las opiniones de ambos. "Toda la campaña de Trump está al servicio de gente como Elon Musk y él mismo: ricos obsesionados consigo mismos que venderán a la clase media y que no pueden hacer una transmisión en vivo en el año 2024", dijo Costello en un comunicado.

La conversación de Trump con Musk es un notable cambio en lo que había sido una relación gélida. Musk criticó a Trump durante años, pero experimentó una transformación política cuando se enfadó con los demócratas debido a temas como los derechos de las personas transgénero, la inmigración y el trato del gobierno de Biden a Tesla.

Musk comenzó a apoyar a Trump poco después de que el expresidente sobreviviera a un intento de asesinato el mes pasado, y cofundó un súper PAC que busca gastar grandes sumas de dinero con el fin de construir una nueva estrategia de base para los republicanos que podría ayudar a los esfuerzos de la campaña de Trump.

Trump, por su parte, ha suavizado sus diatribas contra los vehículos eléctricos, diciendo cada vez más a las multitudes en sus mítines que sí le gustan --especialmente aquellos producidos por la compañía de Musk-- aunque por otro lado los critica por supuestas deficiencias.

Y el lunes, luego de años de relativo silencio, regresó a la plataforma de Musk, publicando ocho veces antes de su conversación. Sus mensajes consistían principalmente en videos de campaña que él y su equipo ya han distribuido, incluyendo uno que traza su ascenso político y otro donde ataca a Harris por ser demasiado liberal.

En 2021, Trump fue expulsado de X (que en ese entonces se llamaba Twitter) después de que sus partidarios irrumpieran en el Capitolio estadonidense en un intento de impedir la certificación de la victoria de Biden en las elecciones de 2020. Twitter decidió que las publicaciones de Trump fomentaban la violencia.

Después de comprar la plataforma en 2022, Musk restableció la cuenta de Trump. Sin embargo, este la evitó en gran medida, prefiriendo utilizar su propia plataforma de redes sociales, Truth Social. La única excepción se produjo en agosto de 2023, cuando Trump publicó un enlace a la página web de su campaña y la foto policial que le tomaron tras ser fichado en una cárcel de Georgia por cargos de extorsión; también concedió una entrevista a Tucker Carlson, el expresentador de Fox News, quien transmite sus programas de entrevistas a través de X.

Kate Conger,Ryan Mac y Chris Cameron colaboraron con reportería.

Kate Conger,Ryan Mac y Chris Cameron colaboraron con reportería.