¿Qué causó la caída de un avión en Brasil?

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Aviation Accidents, Safety and DisastersAirlines and AirplanesBrazilVoePass Linhas Aereas SAVinhedo (Brazil)

Las autoridades investigan las posibles causas del accidente aéreo en el que murieron 62 personas cerca de São Paulo. Con videos y otras pistas, los expertos en aviación han formulado teorías.

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Los investigadores brasileños comenzaron el sábado a analizar las cajas negras de un vuelo con destino a São Paulo para tratar de entender por qué el avión de pasajeros cayó desde 17.000 pies (más de 5000 metros) el viernes, en un siniestro en el que murieron las 62 personas que iban a bordo.

Pero para los expertos en aviación de todo el mundo que vieron los videos que mostraban al avión de 27 metros de largo girando lentamente mientras caía en picada antes de estrellarse casi directamente sobre su vientre, la pregunta de qué había sucedido era simple de responder: el avión entró en pérdida.

En otras palabras, las alas del avión habían perdido la sustentación necesaria para mantenerlo en el aire, lo que provocó que dejara de volar y empezara a caer.

"No se puede entrar en barrena sin entrar en pérdida", dijo John Cox, piloto de líneas aéreas durante 25 años, quien ahora colabora en la investigación de accidentes aéreos. "Es A más B resulta en C".

Sin embargo, la cuestión de por qué el vuelo 2283 de VoePass pudo entrar en pérdida seguía siendo un misterio.

¿Perdió mucha velocidad? ¿Se elevó demasiado la nariz? ¿Se acumuló hielo en las alas? ¿Falló algún motor? ¿Funcionaba el sistema de aviso de pérdida? ¿Estaban cansados o distraídos los dos pilotos?

"Lo principal que sabemos es que nunca se trata de una sola cosa", dijo Thomas Anthony, director del programa de seguridad aérea de la Universidad del Sur de California.

El avión transportaba 58 pasajeros y cuatro tripulantes en el vuelo programado de casi dos horas desde Cascavel, Brasil, a São Paulo el viernes cuando se estrelló en una comunidad cerrada de la pequeña ciudad de Vinhedo, poco antes de llegar a su destino. No hubo heridos en tierra.

Los investigadores en Brasil dijeron el sábado que habían recuperado las dos cajas negras del avión --una con datos de vuelo y otra con grabaciones de la cabina-- y que estaban trabajando para extraer información de ellas.

"Todavía no hay una fecha estimada de finalización de este trabajo", dijo Marcelo Moreno, investigador jefe del accidente en Brasil. "Estamos priorizando la calidad sobre la velocidad".

La teoría más extendida hasta ahora es que el avión se estrelló en parte debido a la formación intensa de hielo en las alas u otras partes del avión, lo que redujo su capacidad aerodinámica y aumentó su peso. Los expertos señalan que, con este tipo de hielo, el avión debe desplazarse a mayor velocidad para evitar entrar en pérdida.

"La forma en que cayó el avión, girando fuera de control, es característica de quien perdió la funcionalidad del ala y de los controles del avión", dijo Celso Faria de Souza, ingeniero aeronáutico brasileño y experto forense en accidentes aéreos. "Esto puede ocurrir a causa del hielo".

Las autoridades brasileñas habían emitido una advertencia sobre la posibilidad de formación de hielo en el lugar donde volaba el avión cuando se estrelló. Poco antes de la catástrofe, otro avión de pasajeros había experimentado la formación de hielo en las inmediaciones, según declaró su piloto al canal de noticias brasileño Globo.

Los aviones de pasajeros disponen de sistemas para deshacer el hielo que se forma en las alas. En el avión que se estrelló, un ATR 72-500 turbohélice fabricado en 2010, ese sistema consistía en tubos de goma en las alas que se supone que se inflan y desinflan para romper el hielo.

"¿Activó la tripulación el sistema antihielo?", preguntó Jeff Guzzetti, quien fuera investigador de accidentes de la Administración Federal de Aviación. "¿O lo activaron y falló?".

La formación de hielo fue una de las causas principales de un accidente en 1994 de American Eagle con el mismo modelo de avión ATR en Indiana, pero desde entonces el fabricante ha mejorado el sistema antihielo.

Cox, piloto e investigador de siniestros, dijo que los datos de vuelo públicos que había disponibles sugerían que el avión viajaba a unos 520 kilómetros por hora cuando su velocidad descendió bruscamente en los minutos anteriores al accidente. La velocidad no disminuía lo suficiente como para provocar una entrada en pérdida, dijo, a menos que la formación de hielo fuera extremadamente grave.

"Si hay suficiente hielo, cambia la forma del ala, y eso podría provocar una pérdida a una velocidad mucho mayor", dijo.

Sin embargo, según los expertos, la formación de hielo por sí sola no debería provocar que el avión se estrelle. En la mayoría de los casos, los pilotos pueden evitar que el hielo provoque una pérdida, aunque fallen los sistemas del avión.

Si el sistema que avisa de la formación de hielo funcionaba mal, los pilotos deberían haber podido ver el hielo en las alas y los limpiaparabrisas, dijeron. Y si el sistema para romper el hielo fallaba, los pilotos podrían haber bajado la altitud del avión, donde el aire más caliente habría derretido el hielo. "Estamos hablando de Brasil, no de la Antártida", dijo Cox. La temperatura en el suelo donde se estrelló el avión era de unos 17 grados Celsius.

Para descender a una altitud inferior, los pilotos suelen avisar primero a los controladores aéreos. Pero las autoridades brasileñas dijeron que los pilotos no se comunicaron con los controladores antes del accidente. "En ningún momento la aeronave declaró ningún tipo de emergencia", dijo Moreno, investigador del accidente.

Los expertos se mostraron desconcertados por la falta de comunicación.

"Quizá intentaron llamar y falló la radio, falló la comunicación", dijo Joselito Paulo, presidente de la Asociación Brasileña de Seguridad Aérea. "O hicieron la comunicación, pero no fue captada por el control de tráfico aéreo".

"Si no hubo comunicación", añadió, "fue algo muy rápido, inesperado".

Marcel Moura, director de operaciones de VoePass, la aerolínea que operaba el vuelo, dijo a los periodistas que los investigadores analizarían todas las causas posibles.

"El avión es sensible al hielo. Es un punto de partida", dijo. "Pero aún es muy pronto para hacer un diagnóstico".

En el lugar del siniestro, dentro de la urbanización cerrada, el sábado, los funcionarios rebuscaron entre los restos para tratar de extraer los cuerpos de las víctimas. El sábado por la tarde habían encontrado a 42 de las 62 personas fallecidas.

Entre los pasajeros del vuelo había al menos cuatro médicos que se dirigían a una conferencia médica, así como profesores universitarios, un DJ, un fisicoculturista y un árbitro de judo, según la prensa local. Todos los pasajeros eran brasileños, aunque tres tenían doble nacionalidad venezolana y uno portuguesa.

Jack Nicas es el jefe de la corresponsalía en Brasil, con sede en Río de Janeiro, desde donde lidera la cobertura de gran parte de América del Sur. Más de Jack Nicas

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