Unos nuevos fósiles de Indonesia, entre ellos el húmero más pequeño jamás hallado de un hominino adulto, pertenecían a la diminuta especie “Homo floresiensis”, según los investigadores.
Un nuevo estudio describe dientes y huesos del brazo de 700.000 años de antigüedad de uno de nuestros parientes más enigmáticos: un “hobbit” del tamaño de un niño pequeño que vivió en una pequeña isla entre los océanos Índico y Pacífico.
El estudio, publicado el martes en la revista Nature Communications, sugiere que la especie, Homo floresiensis, a veces apodada “hobbits”, podría ser aún más pequeña de lo que se pensaba. Pero los resultados siguen dividiendo a los científicos sobre cómo evolucionaron estos humanos tan excepcionales.
Los hobbits fueron descubiertos por primera vez hace 20 años en el interior de la cueva de Liang Bua, en la isla indonesia de Flores. Científicos australianos e indonesios descubrieron huesos y dientes, junto con herramientas de piedra que probablemente se utilizaban para destazar carne.
Basándose en esos huesos, los investigadores calcularon que el Homo floresiensis medía 106 centímetros de altura. Más notable que su baja estatura era su minúsculo cerebro, de un tercio del tamaño del de un humano moderno. Analizando el suelo de la cueva, los científicos determinaron que los huesos del Homo floresiensis tenían entre 100.000 y 60.000 años de antigüedad.
El sensacional descubrimiento dejó a los científicos luchando por hacer encajar al Homo floresiensis en el árbol genealógico de los humanos y sus parientes extintos, un grupo conocido como homininos. Los homininos más antiguos eran simios de baja estatura y cerebro pequeño. Pero hace dos millones de años habían sido sustituidos por otros más altos y con cerebros mucho más grandes.
Algunos científicos plantearon la hipótesis de que los huesos procedían de humanos con trastornos de crecimiento. Pero muchos investigadores rechazaron esa explicación, porque la anatomía actual de las personas con esos trastornos del crecimiento no se parece mucho a la de los fósiles.
El debate dio un giro en 2016, cuando los investigadores informaron de un prometedor lote de fósiles mucho más antiguos de otra zona de Flores, llamada Mata Menge. Los fósiles, de unos 700.000 años de antigüedad, consistían en seis dientes y parte de una mandíbula. Los fósiles de Mata Menge eran tan pequeños como los de Liang Bua, o incluso más.
Y el martes, el equipo de Mata Menge desveló otros dos dientes diminutos, así como un trozo de húmero, el hueso superior de un brazo. “No podíamos decir si pertenecía a un niño o a un adulto”, dijo Yousuke Kaifu, paleoantropólogo de la Universidad de Tokio. “Esa es una pregunta clave”.
Kaifu y sus colegas compararon el húmero con huesos del brazo de niños y adultos actuales. El hueso de Mata Menge tenía muchos signos de que había dejado de crecer, lo que sugería que el individuo era un adulto.
Esto resulta sorprendente porque el húmero de Mata Menge era diminuto, el más pequeño de cualquier homínido adulto encontrado hasta la fecha. Kaifu y sus colegas calcularon que el propietario del brazo había medido solo 100 centímetros de altura.
Los fósiles hallados hasta ahora en Mata Menge parecen proceder de al menos ocho individuos. Los nuevos dientes y húmeros revelados hacen que Kaifu y sus colegas estén más seguros de que los homininos de Mata Menge eran realmente Homo floresiensis.
Matthew Tocheri, paleoantropólogo de la Universidad Lakehead de Canadá que no participó en el estudio, estuvo de acuerdo. "¿Qué otra cosa podrían ser?", preguntó. "Cualquier alternativa parece increíblemente improbable".
Sin embargo, Deborah Argue, paleoantropóloga de la Universidad Nacional Australiana, dijo que no estaba convencida. "Más material esquelético de este enigmático homínido ayudará a determinar si este grupo representa a Homo floresiensis", dijo.
Kaifu y sus colegas sostienen que el Homo floresiensis evolucionó a partir de una especie de hominino alto llamado Homo erectus. Originario de África, el Homo erectus llegó a Java hace aproximadamente 1,3 millones de años y sobrevivió allí durante más de un millón de años.
Los investigadores propusieron que el Homo erectus viajó 720 kilómetros al este desde Java a Flores, y llegó a la isla hace aproximadamente un millón de años. Esa es la edad de las herramientas de piedra más antiguas encontradas allí. Una vez aislado en Flores, el Homo erectus se encogió y alcanzó la estatura de un hobbit hace 700.000 años, según los científicos.
Kaifu especuló que un escaso suministro de alimentos en la isla podría haber impulsado la extraordinaria evolución de Homo floresiensis. Y en este lugar concreto, su pequeño tamaño no aumentaba el riesgo de que los depredadores los mataran.
“Si vas a una isla aislada donde no hay leones ni tigres, no tienes que ser grande”, dijo Kaifu.
Según la teoría, este encogimiento también redujo drásticamente el cerebro de Homo floresiensis. Y, sin embargo, la presencia de herramientas de piedra en Flores sugiere que los hobbits aún conservaban una poderosa capacidad mental.
"Eso me sorprende bastante", dijo Kaifu. "Pensábamos que ser inteligente y tener un cerebro más grande era el destino de los humanos. Pero el floresiensis nos dice que no es necesariamente así".
Argue no aceptó esa hipótesis evolutiva, dada la escasez de evidencias fósiles directas de que el Homo erectus emigrara a la isla. “No podemos dar por hecho que esta especie llegó alguna vez a Flores”, dijo.
Tocheri también fue de la idea que la hipótesis del Homo erectus era exagerada. "Las pruebas de esta idea son muy débiles", dijo.
Hasta que aparezcan más fósiles, tanto Tocheri como Argue dijeron que otras explicaciones siguen siendo plausibles. Incluso es posible que el Homo floresiensis descendiera de homininos de África que ya eran pequeños cuando atravesaron Asia.
*Carl Zimmer cubre noticias sobre ciencia para el Times y escribe la columna Orígenes.