Es posible que nuestro universo esté repleto de maravillas cósmicas, pero solo podemos observar una pequeña parte de los fenómenos astronómicos a simple vista. Las lluvias de meteoros, una especie de fuegos artificiales naturales que brillan en el cielo nocturno, son uno de esos fenómenos.
La lluvia de meteoros observable más reciente será la de las Perseidas, que han estado activas desde mediados de julio y se prevé que continúen hasta finales de agosto, como muy tarde. Alcanzarán su punto álgido entre el 11 y el 12 de agosto, es decir, desde la noche del domingo hasta el lunes por la mañana.
Para saber cuándo observarlas, puedes utilizar un medidor basado en los datos de la Red Mundial de Meteoros que muestra en tiempo real cuándo aumentará la actividad de los bólidos en los próximos días.
Las Perseidas, uno de los fenómenos favoritos de los observadores del cielo, son uno de los espectáculos más intensos del año, con hasta 100 estelas largas y coloridas por hora. Alcanzan su punto álgido cuando otras dos lluvias, las Alfa Capricórnidas y las Delta Acuáridas del Sur, que alcanzaron su máximo a finales de julio, se están extinguiendo.
Las Perseidas se ven mejor desde el hemisferio norte, justo antes del amanecer. Este año, los observadores tendrán que competir con la luz de la Luna, que estará medio llena la noche del máximo de la lluvia. Sin embargo, según Sky & Telescope, la luna se pondrá antes de medianoche, por lo que las primeras horas de la mañana serán lo suficientemente oscuras como para que la observación sea espectacular.
De dónde vienen las lluvias de estrellas
Existe la posibilidad de ver un meteoro en cualquier noche, pero lo más probable es poder verlos durante una lluvia. Las lluvias de meteoros se producen cuando la Tierra atraviesa los restos de un cometa o asteroide que gira alrededor del Sol. Estos restos, que pueden ser tan pequeños como un grano de arena, dejan tras de sí una brillante corriente de luz al quemarse en la atmósfera terrestre.
Las lluvias de meteoros se producen todos los años en la misma época y pueden durar días o semanas. Pero solo hay una pequeña oportunidad cuando cada lluvia está en su punto máximo, lo que ocurre cuando la Tierra alcanza la parte más densa de los desechos cósmicos. El punto máximo es el mejor momento para ver una lluvia. Desde nuestro punto de vista en la Tierra, parecerá que los meteoros proceden del mismo lugar del cielo.
Las brillantes y veloces bolas de fuego de las Perseidas se originarán en la constelación de Perseo, en la parte norte del cielo. Esto hace que sean fáciles de distinguir de las Alfa Capricórnidas, que son brillantes pero lentas, y de las rápidas y débiles rayas de las Delta Acuáridas del Sur, ambas procedentes de constelaciones del cielo meridional.
Cómo ver una lluvia de meteoros
Michelle Nichols, directora de observación pública del Planetario Adler de Chicago, recomienda renunciar al uso de telescopios o prismáticos para observar una lluvia de meteoros.
“Solo necesitas tus ojos y, de ser posible, un cielo oscuro”, dijo. Esto se debe a que los meteoros pueden dispararse a través de grandes franjas del cielo, por lo que el equipo de observación puede limitar el campo de visión.
Algunas lluvias son lo bastante intensas como para producir hasta 100 estelas por hora, según la Sociedad Estadounidense de Meteoros, aunque lo más probable es que no se vean tantas.
"Casi todo el mundo está bajo un cielo contaminado por la luz", dijo Nichols. "Puedes pensar que estás bajo un cielo oscuro, pero en realidad, incluso en una ciudad pequeña, puedes tener luces brillantes cerca".
Los planetarios, los clubes locales de astronomía o incluso mapas como este pueden ayudarte a saber dónde alejarte de la luz excesiva. Las mejores condiciones para ver una lluvia de estrellas son un cielo despejado, sin luna ni nubes, entre medianoche y el amanecer. (La luz de la Luna afecta a la visibilidad del mismo modo que la contaminación lumínica, ya que borra las fuentes de luz más débiles del cielo).
Asegúrate de darle a tus ojos al menos 30 minutos para que se acostumbren a ver en la oscuridad.
Nichols también recomienda estar abrigados, incluso en verano. “Vas a estar sentado allí un buen rato, observando”, dijo. “Va a refrescar, incluso en agosto”. Llévate una taza de chocolate o té para entrar aún más en calor. Después, acuéstate, mira el cielo y disfruta del espectáculo.
*Katrina Miller es periodista científica en el Times. Tiene un doctorado en física de partículas por la Universidad de Chicago.