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La nación experimenta algún tipo de actividad volcánica cada tres o cuatro años. Actualmente, se produce una erupción volcánica casi cada mes.
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Los volcanes siempre nos han fascinado. Otrora venerados como moradas de los dioses, algunos sacan diamantes de las profundidades de la tierra. Pero también escupen lava, sacuden el suelo, desatan imponentes paredes de agua y repintan los cielos del mundo. Y estos días, los volcanes de Islandia están entrando en erupción más de lo habitual.
La Oficina Meteorológica de Islandia emitió el martes una advertencia, preparando al país para una erupción inminente "en los próximos días". Sería la octava erupción desde marzo de 2021, lo que incluye el despertar de las partes suroccidentales de una región volcánica y escarpada que había permanecido inactiva durante ocho siglos.
"Estamos atravesando una crisis volcánica", dijo Matthew J. Roberts, director gerente de la Oficina Meteorológica de Islandia. "Este es quizás el periodo más intenso de actividad volcánica que afecta a un entorno urbano en estos momentos". Las autoridades están restringiendo aún más el acceso al probable lugar de la erupción, añadió.
El episodio más reciente comenzó el 29 de mayo, cuando un volcán del suroeste de Islandia entró en erupción por cuarta vez desde diciembre. Más personas tuvieron que abandonar Grindavík, un pueblo pesquero de 4000 habitantes que lleva abandonado en gran parte desde enero, después de que la lava y los terremotos de erupciones anteriores partieran la ciudad en dos.
Pero, ¿hasta qué punto son normales estas erupciones? ¿Empeorarán? ¿Y podrían afectar a los viajes aéreos de verano en Europa? The New York Times habló con varios expertos para obtener respuestas.
¿Hasta qué punto son normales este tipo de erupciones?
Los volcanes suelen descansar durante siglos. La actividad actual en Islandia es un acontecimiento geológico inusual, que ha ido transformando poco a poco el entorno y la vida cotidiana de la nación.
"Se trata de un acontecimiento totalmente inesperado y sin precedentes", afirmó Roberts. "Pensar que esto pueda ocurrir durante mi vida es extraordinario".
Los primeros registros de actividad volcánica en Islandia se remontan a la época de su colonización por exploradores nórdicos a finales del siglo IX. Más recientemente, en 2010, la erupción de un volcán en el sur de Islandia se hizo mundialmente famosa por su nube de ceniza, que interrumpió el tráfico aéreo en toda Europa durante varias semanas.
En promedio, Islandia experimenta algún tipo de actividad volcánica cada tres o cuatro años. Actualmente, se produce una erupción volcánica casi cada mes.
Aunque excepcional, eso también es normal.
"No es inusual que se produzca una erupción donde está ocurriendo ahora", dijo Christopher Kilburn, profesor de vulcanología de la University College de Londres. "Simplemente ha pasado mucho tiempo desde la última vez que ocurrió. Pero en el gran panorama de la evolución del país, esto entra dentro del comportamiento normal".
Y para poner las cosas en una perspectiva aún más amplia, no hay pruebas de un aumento de la actividad volcánica a escala mundial. Cada año entran en erupción entre 70 y 80 volcanes, y normalmente lo hacen unos 20 en un momento dado. Este año va camino a tener el mismo ritmo.
"Islandia tiene erupciones. Es una zona volcánica", explicó Ed Venzke, quien gestiona la base de datos del Programa de Vulcanismo Global del Instituto Smithsoniano. "Uno se activa, otro se apaga, otro se reanima, hay algunos flujos de lava, fuentes de fuego, hay explosiones, y sigue así".
¿Son las recientes erupciones señales de que la situación está a punto de empeorar?
Una nueva zona volcánica en Islandia se abrió en 2021, y se espera que siga produciendo pequeñas erupciones de magma cada pocos meses durante años, potencialmente incluso décadas.
"Es todo un reto, porque hace 800 años no había nadie viviendo en esa parte de Islandia", dijo Luca Caricchi, geocientífico que estudia los volcanes en la Universidad de Ginebra, en Suiza. "Ahora, hay una comunidad. Y los registros muestran que estas erupciones pueden continuar durante decenas de años o siglos".
Las erupciones pueden plantear riesgos locales, pero los expertos dudan de que se produzca un impacto generalizado.
"Somos capaces de predecir las erupciones con bastante exactitud", dijo Roberts. "Y vemos que solo son peligrosas a nivel local. No suponen un problema para el resto del país".
Por su parte, Kilburn afirmó que "no va a ser un escenario hollywoodiense de destrucción del planeta".
Consulta estos recursos oficiales para estar al día
Muchos países tienen centros meteorológicos nacionales que vigilan la actividad volcánica. En Islandia, es la Oficina Meteorológica Islandesa. Visit Iceland también es una buena fuente.
El Programa de Vulcanismo Global del Instituto Smithsoniano explica las recientes erupciones del mundo y tiene páginas para volcanes individuales, con sus informes individuales, fotos, historial de erupción y más.
También hay nueve centros de asesoramiento sobre cenizas volcánicas en todo el planeta, cada uno de los cuales realiza planes para un determinado segmento del espacio aéreo. Estos centros orientan sobre cómo y dónde evitar las cenizas volcánicas, garantizando que pilotos y aviones puedan seguir volando sin problemas.
Un vocero del VAAC de Londres, responsable del Atlántico nororiental y Escandinavia, dijo que Islandia no había producido cenizas volcánicas significativas, suficientes para afectar los viajes aéreos, desde 2011.
La última vez que un volcán afectó a los viajes aéreos a escala mundial fue en abril de 2010, cuando entró en erupción el volcán Eyjafjallajoküll en Islandia. Una erupción del Grimsvötn en mayo de 2011 causó algunas perturbaciones limitadas en los vuelos.
En ese momento, el lineamiento utilizado en todo el mundo por la Organización de Aviación Civil Internacional fue: "En caso de ceniza volcánica, independientemente de la concentración de ceniza: evitar, evitar, evitar".
Sarah Hurtes es una reportera del Times que trabaja en investigaciones internacionales desde Bruselas. Más de Sarah Hurtes