Autoridades olímpicas defienden la participación de la boxeadora Imane Khelif

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La victoria de la atleta argelina ha provocado controversia en internet y ha puesto a los organizadores del boxeo femenino frente a complejas cuestiones sobre la equidad en ese deporte.

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Lin Yu-ting subió el viernes al ring plenamente consciente de que se estaba metiendo de lleno en una turbulenta polémica que ha convertido los Juegos Olímpicos de París en el foro de un intenso debate sobre biología, género y equidad en el deporte femenino.

Fue recibida con una mezcla de aclamación y abucheos por parte del público. Lin, compitiendo por Taiwán vestida de rojo, pasó entre las cuerdas para su primer combate, hizo un par de reverencias y puso manos a la obra. Tras salir victoriosa unos 15 minutos más tarde, saludó a algunos de sus seguidores y abandonó el estadio tan silenciosamente como había llegado. No quiso hablar con los periodistas.

Al mismo tiempo, las autoridades olímpicas se apresuraban a rebatir lo que calificaron de "desinformación" generalizada --desatada por un combate de 46 segundos ocurrido el jueves-- que llevó a algunos a cuestionar la presencia de Lin y otra boxeadora, la argelina Imane Khelif, en los Juegos de París, un año después de que fueran descalificadas de los campeonatos del mundo en una disputa sobre su elegibilidad.

Mark Adams, portavoz jefe del Comité Olímpico Internacional (COI), criticó los artículos de prensa y las publicaciones en las redes sociales que, dijo, intentaban poner en duda --injustamente, en opinión de las autoridades olímpicas e incluso de otras competidoras-- el sexo de Khelif.

"Ha habido cierta confusión de que de alguna manera se trata de un hombre combatiendo contra una mujer", dijo Adams. "Ese simplemente no es el caso, desde el punto de vista científico".

Adams subrayó en una conferencia de prensa que Khelif y Lin no son transgénero, y defendió el derecho de ambas boxeadoras a competir en París.

"La pregunta que hay que hacerse es si estas atletas son mujeres", añadió más tarde. "La respuesta es sí, según su elegibilidad, pasaporte e historial".

Khelif ganó su primer combate el jueves cuando su rival italiana, Angela Carini, decidió abandonar tras recibir un fuerte puñetazo en la cara. Los comentarios que Carini hizo inmediatamente después sobre la fuerza de los puñetazos de Khelif provocaron fuertes reacciones, entre ellas la de la primera ministra italiana, quien criticó lo que calificó de "un combate que no parecía estar en una situación de igualdad".

Carini declaró posteriormente a la prensa que la polémica sobre su derrota le "entristece" y que le preocupaba que se centrara la atención en Khelif, quien peleará el sábado en cuartos de final. "Si el COI ha dicho que ella puede pelear", dijo Carini acerca de Khelif, "respeto esa decisión".

El viernes, Carini fue más allá en una entrevista con un sitio web italiano en la que se dirigió directamente a Khelif. "Hola Imane", empezó, "espero que llegues a la final y que ganes las Olimpiadas".

Las reacciones a la victoria de Khelif pusieron de nuevo sobre la mesa las diversas normas, a veces mínimas e imprecisas, sobre la elegibilidad para algunos deportes femeninos, así como una problemática disputa entre el Comité Olímpico Internacional y el antiguo órgano rector del boxeo en los Juegos Olímpicos.

Aun defendiendo a Khelif, Adams reconoció la falta de un consenso científico, político y social sobre cómo resolver los problemas de elegibilidad en los deportes femeninos. "No es una cuestión de blanco o negro", dijo, refiriéndose al tema como "un campo minado".

Al mismo tiempo, advirtió: "Si comenzamos a actuar sobre cada asunto, cada acusación, que surja, entonces empezaremos a tener el tipo de cacería de brujas que estamos teniendo ahora".

Las pruebas de comprobación de sexo comenzaron en los Juegos Olímpicos de 1968 y fueron eliminadas en 2000. A medida que las cuestiones sobre la elegibilidad de género se han ido haciendo más complejas, el COI ha dejado en manos de los órganos rectores de cada deporte la determinación de sus propias normas de elegibilidad. Con ello, el Comité Olímpico también se ha expuesto a las críticas de quienes dicen que debería haber actuado con más decisión para reforzar las normas del boxeo tras expulsar el año pasado al organismo rector de este deporte y asumir el control total de la competición olímpica.

El boxeo en los Juegos Olímpicos de París está siendo supervisado por un organismo temporal creado por el COI después de que la Asociación Internacional de Boxeo (IBA, por su sigla en inglés) fuera despojada de su autoridad como organismo rector en junio de 2023. Sin embargo, el torneo se está llevando a cabo bajo las reglas establecidas por la IBA hace varios años, y esas regulaciones determinan primordialmente la elegibilidad de los competidores por el sexo que figura en sus pasaportes. Las normas de la asociación de boxeo permiten realizar pruebas de comprobación de sexo en las competiciones, pero no dan detalles sobre las circunstancias para ello.

Sin embargo, el año pasado Khelif y Lin fueron descalificadas durante los campeonatos mundiales de boxeo de 2023 por un turbio proceso que el COI calificó esta semana de "arbitrario" e "injusto". La decisión nunca ha sido plenamente explicada por las autoridades del boxeo.

Ambas deportistas han competido en boxeo femenino durante años, incluyendo los Juegos Olímpicos de Tokio, en los que ninguna ganó una medalla. Lin es excampeona mundial, y Khelif ha ganado la medalla de plata en ese evento.

Las actuales críticas contra ellas, incluso antes de que Lin subiera al cuadrilátero el viernes, habían sido "bastante dañinas emocionalmente" para ambas boxeadoras, afirmó Adams.

El presidente de la asociación de boxeo, el ruso Umar Kremlev, declaró a la agencia de noticias Tass después de los campeonatos del mundo de 2023 que Khelif y Lin habían sido descalificadas durante esa competición porque poseían cromosomas X e Y, el patrón típico masculino.

No está claro si Kremlev se refería a lo que se denomina una diferencia en el desarrollo sexual conocida como DSD 46XY. Quienes tienen esta condición son legalmente mujeres o intersexuales; tienen el patrón típico masculino de cromosomas; testículos o genitales ambiguos; testosterona en el rango masculino; y la capacidad de responder a la testosterona en formas típicas de los hombres. El atletismo, por ejemplo, exige que las atletas con esta condición disminuyan sus niveles de testosterona a un punto determinado durante dos años antes de poder competir en eventos internacionales.

Las actas de una reunión de la asociación de boxeo celebrada poco después de la descalificación de 2023 parecen demostrar que la destitución fue decidida únicamente por el director ejecutivo de la asociación y ratificada posteriormente por su junta directiva. El acta también subrayaba la necesidad de que la asociación de boxeo estableciera "un procedimiento claro sobre las pruebas de género".

Christian Klaue, otro vocero del COI, dijo el viernes: "No se puede simplemente salir y descalificar a alguien y decir, bueno, no tenemos reglas y establecemos las reglas después".

Según el acta de la reunión, Khelif y Lin tampoco cumplieron los requisitos de elegibilidad en los campeonatos del mundo de 2022 en Estambul, pero los resultados de las pruebas no se recibieron hasta la conclusión de la competición, por lo que las atletas no fueron descalificadas.

A ambas se les permitió competir en los campeonatos del mundo de 2023, pero fueron descalificadas durante la competición. La naturaleza de las pruebas administradas en 2022 y 2023 sigue sin estar clara.

Según la asociación de boxeo, Khelif apeló inicialmente su descalificación el año pasado ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo "pero retiró la apelación durante el proceso, haciendo que la decisión de la IBA fuera legalmente vinculante". Lin no impugnó su descalificación.

Algunas autoridades olímpicas han señalado que la descalificación de Khelif se produjo después de que la argelina derrotara a una boxeadora rusa, aunque no ha habido pruebas de que esta fuera la causa de la descalificación de Khelif.

Antes de descertificar a la Asociación Internacional de Boxeo, el COI expresó su preocupación por la fuerte dependencia que la asociación tenía de la financiación de Gazprom, el gigante energético ruso, así como su preocupación por los escándalos relacionados con el arbitraje y el juicio.

Mientras estaba suspendida en 2023, la asociación de boxeo invitó a atletas rusos a competir bajo su propia bandera en los campeonatos del mundo de Nueva Delhi, contraviniendo las recomendaciones del COI tras la invasión rusa a Ucrania. Tres meses después, el Comité Olímpico le retiró a la Asociación Internacional de Boxeo la autoridad para supervisar este deporte en los Juegos de París.

El viernes, a las boxeadoras que se les solicitó su opinión sobre la presencia de Khelif y Lin no parecía interesarles prolongar el debate. Un entrenador tunecino calificó el furor por Khelif como un asunto "político". Y la brasileña Jucielen Romeu, quien está en el mismo lado de la llave que Lin en su categoría de peso, dijo que no tenía opinión sobre la controversia.

"Estoy enfocada en el próximo combate", dijo a través de un intérprete.

Jeré Longman cubre deportes internacionales, centrándose en temas competitivos, sociales, culturales y políticos en todo el mundo. Más de Jeré Longman

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