'Nos sentimos atrapados': la necesidad de servicios de guardería limita el aumento de las mujeres en la fuerza laboral

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A Jessica Cuevas le encantaba trabajar como orientadora vocacional en una preparatoria. Pero después de que dio a luz a un bebé varón en enero de 2021, se cambió a un trabajo corporativo a distancia en una cadena de tiendas de abarrotes que le daba más flexibilidad y le ahorraba el tiempo de traslado. Dos años más tarde, después de que nació su segundo hijo, también renunció a ese empleo.

Su mamá le había estado ayudando, pero en ese momento sus papás pasaban más tiempo en México, por lo que Cuevas ya no tenía ninguna opción de guardería asequible y confiable.

Cuevas, quien tiene 35 años y vive en Chicago, tiene un teletrabajo de medio tiempo para una organización educativa sin fines de lucro, aunque el trabajo es esporádico y el sueldo no es siempre el mismo. Quiere un empleo de tiempo completo (uno de sus motivos es que su esposo y ella quisieran comprar una casa más grande), pero le preocupa que el beneficio financiero se vaya en cubrir el costo de los servicios de guardería.

"Creo que ahora, como está la economía, como está el costo de vida, nos sentimos atrapados", dijo.

El porcentaje de mujeres que se encuentran en sus mejores años laborales y forman parte de la fuerza de trabajo alcanzó nuevos máximos tras la pandemia y llegó a un récord del 78,1 por ciento en mayo.

Por desgracia, hay señales de que el incremento de la participación de las mujeres con hijos menores de 5 años en la fuerza de trabajo se ha estancado desde septiembre, según un análisis de Hamilton Project, el grupo de investigación de políticas económicas del Instituto Brookings.

Aunque los economistas no saben con exactitud qué causó este retroceso, un factor citado con frecuencia y que podría ser responsable de que no haya más mamás trabajadoras es la continua falta de opciones de guardería disponibles y asequibles.

"La lección de la pandemia es que el porcentaje de participación de estas madres con hijos pequeños es más elevado de lo que esperábamos; el límite superior es más alto", explicó Lauren Bauer, directora asociada de Hamilton Project. "El hecho de que esté volviendo a tierra aquí, en mi opinión, es señal de que se necesita una mayor inversión en las instituciones que apoyan la participación de la mujer en la fuerza laboral."

Al término de los confinamientos a causa de la pandemia, la recuperación de la fuerza de trabajo fue más marcada entre las mujeres que entre los hombres, y fue especialmente notable para las madres de hijos pequeños. Los economistas le atribuyen esta recuperación a un conjunto de factores, como la opción de trabajar desde casa, algunas subvenciones federales que incrementaron la asequibilidad y disponibilidad de los servicios de guardería y un mercado laboral contractivo que contribuyó a elevar los salarios.

Pero la ayuda de 24.000 millones de dólares que el gobierno le asignó a la industria de servicios de guardería expiró en septiembre. Algunas empresas están intensificando las expectativas de trabajar en sitio, lo que dificulta más encontrar el equilibrio entre las exigencias del trabajo y las necesidades del hogar.

Para las madres con hijos pequeños que tienen la esperanza de reintegrarse a la fuerza laboral, el resultado puede ser que las barreras de toda la vida a los servicios de guardería se estén levantando de nuevo.

"Hemos confirmado que, en particular, las mamás a menudo se ven obligadas a abandonar la fuerza de trabajo cuando no hay acceso a guarderías asequibles y cuando no cuentan con licencias familiares médicas con goce de sueldo", explicó Kristin Rowe-Finkbeiner, directora ejecutiva del grupo de apoyo MomsRising.

Evelyn Gu, de 34 años, siguió trabajando en una organización sin fines de lucro para personas con discapacidades después de tener a su hijo en 2020, alentada por la reciente flexibilidad del trabajo desde casa y porque tenía familiares cerca de ella que podían ayudarle a cuidar al pequeño. Cuando nació su hija en 2022, intentó seguir con el mismo esquema de teletrabajo.

Desafortunadamente, la situación se complicó. Había intentado enviar a su hijo a la guardería, pero se enfermaba muy seguido, y el costo semanal de más de 400 dólares era prohibitivo. Con su hijo de regreso en casa, contrató a una niñera para aligerarles la carga a sus familiares, pero le fue muy difícil encontrar a alguien que la dejara satisfecha. Además, el cuidado únicamente de su bebé por 20 dólares la hora también representaba un costo muy elevado. La falta de servicios de guardería adecuados, aunada a una hipoteca más alta por una casa nueva, representó un reto emocional y financiero demasiado grande. Renunció a su trabajo en abril de 2023.

"Toda la familia, nunca pensamos en realidad que yo fuera a renunciar y quedarme en casa", comentó Gu, quien vive en Herndon, Virginia. "Siempre pensamos que se nos ocurriría algo más".

Muchos economistas afirman que todavía es posible que aumente la participación total de las mujeres entre 25 y 54 años.

Esto, en parte, se debe a que el aumento sostenido observado es la continuación de un cambio notable que inició antes de la pandemia. Aproximadamente en 2015, la tasa de participación de las mujeres en sus mejores años laborales comenzó a elevarse de nuevo después de haber llegado a su tope en el año 2000 y luego descender. Lo que animó la subida reciente fue el desempleo bajo y el auge en la demanda de trabajo en las industrias de servicios, que se redujo cuando el sobresalto económico causado por la pandemia aniquiló esos empleos.

"Esta tendencia al alza se interrumpió específicamente para las mujeres, en quienes recayó gran parte de la carga de la desaceleración de la pandemia", indicó Nela Richardson, economista jefe de la proveedora de datos del mercado laboral ADP.

En promedio, alrededor del 21 por ciento de las mujeres en sus mejores años laborales que no estaban trabajando aceptaron empleos en servicios de salud y asistencia social, según el sitio de empleos Indeed, que analizó datos del Departamento del Trabajo y la Oficina del Censo de Estados Unidos de junio de 2023 a junio de 2024. Ese sector, tradicionalmente dominado por las mujeres, ha sumado alrededor de 1,7 millones de trabajos desde febrero de 2020.

Otro 13 por ciento de las mujeres en sus años de mayor plenitud laboral que se reintegraron a la fuerza de trabajo lo hicieron en servicios educativos, sector en el que los empleos ahora también están por encima del nivel prepandémico.

En contraste, más de un tercio de los hombres en sus mejores años laborales que se han reincorporado a la fuerza laboral aceptaron empleos en la industria minorista, la construcción, el transporte y en almacenes o bodegas.

"Los sectores que crecen a ritmo más acelerado ahora son los que se vieron más afectados por la COVID", subrayó Nick Bunker, economista de Indeed que realizó el análisis, quien añadió que el tipo de empleos que se están creando "sí influye en quién se beneficiará y tendrá más probabilidades de encontrar trabajo y ocupar esos empleos".

Eso es lo que le ha pasado a Nancy Pontius.

Pontius, de 37 años, empezó a dar clases de tiempo completo en junio en una escuela de nivel preescolar cerca de su casa en Warminster, Pensilvania. Sus hijos, que tienen casi 5 y 2 años, asisten a esa escuela y reciben un descuento en su colegiatura, lo que hizo más atractivo el empleo, dado el costo de las guarderías.

"No me decidí a aceptar el trabajo sino hasta que confirmé que tenía sentido en términos financieros", señaló.

Jessica Cuevas, quien tiene un empleo de medio tiempo con una organización educativa sin fines de lucro, con su esposo, Alex, y sus hijos en su hogar en Chicago el 24 de julio de 2024. Le gustaría trabajar de tiempo completo, pero le preocupa el costo del servicio de guardería. (Michelle Litvin/The New York Times)

Nancy Pontius, quien dejó su empleo de medio tiempo como instructora de música después de que nació su hijo y se mantuvo fuera de la fuerza de trabajo hasta que su segundo hijo cumplió 1 año, en el jardín de infancia en el que trabaja como maestra en Furlong, Pensilvania, el 15 de julio de 2024. (Caroline Gutman/The New York Times)

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