Harris asegura a la mayoría de los delegados y se acerca a la nominación

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En su primer día completo en la contienda, Kamala Harris consiguió el apoyo de sus últimos posibles rivales, recaudó sumas récord de dinero y atacó a Donald Trump.

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La vicepresidenta Kamala Harris avanzó rápidamente para imponerse como la candidata demócrata de facto a la presidencia el lunes, su primer día completo como candidata, ya que prácticamente todos los posibles rivales restantes se retiraron y ella consiguió el apoyo de suficientes delegados para ganar la nominación.

Associated Press informó a última hora del lunes que Harris había asegurado el respaldo de más de los 1976 delegados que necesitaba para obtener la nominación en la primera ronda de votaciones. El apoyo prometido no es vinculante hasta que los delegados emitan su voto, lo que, según las autoridades del partido, tendrá lugar entre el 1 y el 7 de agosto.

"Cuando anuncié mi campaña a la presidencia, dije que tenía la intención de ganar esta nominación", afirmó Harris en un comunicado. "Esta noche, estoy orgullosa de haber conseguido el amplio apoyo necesario para convertirme en la candidata de nuestro partido". Y añadió: "Estoy ansiosa de aceptar formalmente la nominación pronto".

Su campaña anunció el martes por la mañana que, desde el domingo por la tarde, ya había recaudado más de 100 millones de dólares de 1,1 millones de donantes.

A poco más de 100 días de las elecciones, Harris presentó de inmediato sus argumentos en contra del expresidente Donald Trump durante una visita a su nueva sede de campaña, haciendo referencia a los años de su carrera en que fungió como una fiscal que se enfrentó a "depredadores" y "defraudadores".

"Créanme: conozco el tipo de Donald Trump", dijo entre ovaciones.

La vicepresidenta comparó su campaña, iniciada el día anterior, con las batallas del pasado por los derechos civiles y el derecho al voto, ubicándola en un contexto de "abolicionistas y sufragistas" y agregando que un posible retorno de Trump anularía algunas de esas victorias y haría retroceder al país.

"No vamos a volver atrás", dijo.

Tras bambalinas, Harris se movía con la misma rapidez para tomar el control de un extenso aparato político que apenas un día antes había pertenecido al presidente Joe Biden.

Harris encargó al ex fiscal general Eric Holder Jr., quien en su día supervisó la selección de Barack Obama para la vicepresidencia, que supervisara la elección de su posible compañero o compañera de fórmula, según dos personas informadas del asunto.

Sheila Nix y Brian Fallon, dos de los principales asesores políticos de Harris, se unieron el lunes por la mañana a la convocatoria de miembros de rango superior de la campaña que pasó de Biden a Harris, una señal de la creciente influencia de su equipo dentro de la operación.

Más tarde, en Wilmington, Delaware, Harris dijo a los miembros del equipo que se encontraban ahí reunidos que había pedido a la actual dirección de la campaña que se quedara a bordo, incluyendo a la presidenta, Jen O'Malley Dillon, quien había respondido afirmativamente.

"Somos un equipo, una lucha", dijo Harris.

En Washington y otros lugares se habló mucho de a quién podría incorporar Harris para complementar el equipo actual. David Plouffe, un antiguo director de campaña de Obama, generó rumores cuando apareció en el programa Morning Joe de MSNBC expresando su disposición a unirse a la campaña.

"Todos los que queremos que Kamala Harris sea elegida presidenta y que Donald Trump no llegue a la Casa Blanca haremos lo que sea necesario", dijo Plouffe, que no respondió a una petición de comentarios.

La tarea más inmediata de Harris ha sido asegurarse el apoyo de suficientes delegados demócratas para garantizarse la nominación. Un formulario de Google en el que se pedía a los delegados su respaldo había circulado entre esos demócratas clave, que incluyen a funcionarios del partido, legisladores, activistas locales y voluntarios.

El siguiente paso en la nominación formal de Harris por parte del partido tendrá lugar el miércoles, cuando está previsto que el comité de normas de la Convención Nacional Demócrata se reúna para fijar la fecha de una votación nominal virtual de las delegaciones estatales. El lunes por la noche, Jaime Harrison, presidente del Comité Nacional Demócrata, dijo en una llamada telefónica con periodistas que el candidato presidencial del partido sería elegido antes del 7 de agosto para evitar riesgos legales derivados de los plazos de las votaciones.

"Daremos un candidato presidencial el 7 de agosto de este año", dijo Harrison.

La convención del partido comenzará el 19 de agosto en Chicago.

El senador Laphonza Butler de California, un aliado clave de Harris que habló con ella el domingo, afirmó que el primer objetivo de la vicepresidenta había sido "obtener los delegados necesarios y asegurarse de que el equipo sea fuerte".

"Ella no da nada por sentado", dijo Butler. "Cumplirá con la labor. Está comprometida a ganar".

Harris pasó más de 10 horas al teléfono el domingo, llamando a más de 100 líderes del partido, según una persona informada de su actividad. En su viaje del lunes a Wilmington, Harris estuvo acompañada por Tony West, su cuñado y ex alto funcionario del Departamento de Justicia, que actualmente es el director jurídico de Uber. West también pasó el fin de semana con Harris.

Uno de los líderes con los que Harris habló el domingo fue el reverendo Al Sharpton, la influyente figura de los derechos civiles.

"Ella dijo: 'Ahora voy a tomar la estafeta y seguir adelante y salvar el legado de lo que todos estamos haciendo'", comentó.

Sharpton, quien ha enfrentado a Trump durante décadas en el despiadado mundo de la política neoyorquina, dijo que había advertido a Harris: "No puedes prepararte para un combate profesional. Esto es una pelea callejera".

"'Estoy preparada para eso'", dijo que ella respondió.

Cualquier posibilidad de encaminarse hacia una contienda competitiva por la nominación pareció desvanecerse el lunes temprano cuando seis gobernadores demócratas se alinearon rápidamente detrás de Harris, incluyendo a Andy Beshear de Kentucky, J. B. Pritzker de Illinois, Wes Moore de Maryland y Gretchen Whitmer de Michigan.

Al poco tiempo les siguió Nancy Pelosi, la expresidenta de la Cámara de Representantes.

Lo que solía ser la página web de la reelección de Biden se desactivó para ser sustituida temporalmente por un portal de donaciones para Harris, luego de que se revelara un nuevo logo de Harris para presidente.

Los demócratas estaban encantados con la inyección de energía y la entrada de dinero que supuso la salida de Biden.

No se trataba solo de pequeños donantes: Future Forward, el principal súper PAC pro-Biden, que se ha convertido en una operación pro-Harris, señaló que en el último día había desbloqueado 150 millones de dólares, con 60 millones de dólares en nuevas promesas de donación, además de 90 millones de dólares que habían sido congelados previamente mientras se decidía el destino de Biden.

El lunes, más de 300 antiguos donantes de Harris se reunieron para hablar de cómo apoyarla. Entre quienes hablaron se encontraba Eleni Kounalakis, vicegobernadora de California y partidaria de Harris desde hace mucho tiempo.

"La gente está consciente de que va a ser una batalla diaria", comentó Kounalakis en una breve entrevista, "y estaremos todos los días en el campo de batalla".

Parece probable que Harris reciba el apoyo público de algunos aliados que habían rehuido a Biden a medida que se volvía más políticamente tóxico, una señal positiva para su campaña.

La senadora Tammy Baldwin, de Wisconsin, aparecerá junto a Harris en el mitin que tiene previsto llevar a cabo el martes en Milwaukee, de acuerdo con Andrew Mamo, portavoz de Baldwin. Cuando Biden celebró un mitin en Madison hace dos semanas, Baldwin celebró su propio evento en otro sitio a unos 275 kilómetros de distancia.

Por su parte, Trump parecía estar algo frustrado al ver la cobertura de noticias de los demócratas respaldando a Harris. Se quejó en su red social de que Biden estaba siendo mostrado como "heroico, ¡porque renunció!" y que Harris era "un fracaso total e insignificante".

La rápida consolidación detrás de Harris en realidad fue similar a la manera en que el partido se unió por primera vez detrás de Biden en 2020 luego de que ganara las elecciones primarias de Carolina del Sur. En ese momento, Biden pasó de ser un candidato que luchaba por mantenerse a flote a ser el presunto nominado en cuestión de días.

En Washington, la conversación sobre a quién podría elegir Harris como su compañero de fórmula se aceleró con la noticia de que había recurrido a Holder para sopesar sus opciones. Holder dirigirá un equipo de su propio bufete de abogados, Covington & Burling, que llevará a cabo la investigación.

Las especulaciones sobre el compañero de fórmula se dispararon luego de que Julie Chavez Rodriguez, directora de campaña de Biden, compartiera dos mensajes en X que parecían promover al senador demócrata por Arizona Mark Kelly como posible candidato.

Más tarde, Chavez Rodriguez borró los mensajes. Un funcionario de la campaña de Harris dijo que se habían publicado por error.

Mientras tanto, los posibles candidatos a la vicepresidencia empezaron a perfilarse. Whitmer dijo a un reportero de televisión en Michigan que ella no consideraría unirse a la candidatura. Beshear apareció en Morning Joe, un programa de televisión favorito de Biden y de muchos en su entorno. El gobernador Tim Walz, de Minnesota, tenía previsto realizar una ronda de entrevistas en televisión por cable el lunes por la noche y el martes por la mañana, durante las cuales tenía previsto explicar el proceso de nominación del partido y promover su propia biografía política.

El gobernador de Colorado, Jared Polis, dijo en una entrevista en CNN que no esperaba una llamada.

"Mira: si hacen un sondeo y resulta que necesitan a un judío gay y calvo de 49 años de Boulder, Colorado, tienen mi número", bromeó.

Aun así, el reto de encontrar a un compañero adecuado que la complemente era real. Durante mucho tiempo, Biden había obtenido los mejores resultados en Michigan, Pensilvania y Wisconsin, zonas del norte donde la población blanca es mayoritaria.

Aún no estaba claro si Harris podría reorganizar el mapa del Colegio Electoral, o cómo, en calidad de candidata que rompe barreras --sería la primera mujer, la primera mujer negra y la primera persona de ascendencia sudasiática en ocupar la presidencia--, que podría movilizar a comunidades más diversas a través de la región del Cinturón del Sol en Nevada, Arizona y Georgia.

Biden no ha sido visto en público desde que la semana pasada dio positivo por COVID-19 y regresó a su casa de Delaware para aislarse y recuperarse. Pero el lunes se conectó al acto de Harris en lo que hasta hace poco había sido su sede de campaña, presentándose como una voz incorpórea que la animaba.

"¡Te estoy viendo, chica!", le dijo Biden, de 81 años, a Harris, de 59. "¡Te quiero!".

Nicholas Nehamas colaboró con reportería.

Shane Goldmacher es un corresponsal de política nacional y cubre la campaña de 2024 y los principales sucesos, tendencias y fuerzas que moldean la política estadounidense. Se le puede contactar en shane.goldmacher@nytimes.com. Más de Shane Goldmacher

Reid J. Epstein cubre campañas y elecciones desde Washington. Antes de unirse al Times en 2019, trabajó en The Wall Street Journal, Politico, Newsday y The Milwaukee Journal Sentinel. Más de Reid J. Epstein

Nicholas Nehamas colaboró con reportería.

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