MoviesPowell, Glen (1988- )Edgar-Jones, DaisyChung, Lee IsaacTwisters (Movie)
Glen Powell y Daisy Edgar-Jones protagonizan una secuela independiente del éxito de 1996, y los tiempos han cambiado.
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Tornado, la superproducción de 1996, es agradable por su sencillez casi infantil. Es una película de monstruos en la que el monstruo es un tornado, que ni conoce ni se preocupa por la gente que lo persigue. Un tornado no tiene venganza. Ni siquiera tiene hambre, como un zombi. Su trayectoria es errática, pero su comportamiento es predecible: se forma, destruye y luego simplemente se desploma.
Eso significa que la verdadera intriga viene del lado humano de las cosas, y en ese punto Tornado, con una saludable dosis de tramas al estilo de mediados de la década de 1990 y un reparto secundario absurdamente talentoso (incluyendo a Philip Seymour Hoffman, Alan Ruck, Jami Gertz y Todd Field, el futuro director de Tár), cumple poderosamente. La perdurable condición de clásico de la película se debe en gran medida a su continua aparición en la televisión por cable, y funciona tan bien porque puedes encender la televisión prácticamente en cualquier momento y saber básicamente lo que está pasando. Los amantes separados Helen Hunt y Bill Paxton persiguen un tornado, con la esperanza de desplegar un dispositivo descaradamente llamado "Dorothy" que les ayudará a entenderlo mejor y salvar vidas. Sin complicadas historias de fondo, sin necesidad de contextos.
Casi treinta años después, Tornados, anunciada como una secuela independiente de Tornado, tiene que escalar una colina un poco más difícil de subir. Por un lado, la era de las superproducciones originales y directas terminó hace mucho tiempo, engullida por los superhéroes y las franquicias. Tornado tiene sus fans, pero el único personaje que comparte con su predecesora es el tornado.
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Y los tornados ya no son lo que eran. Cuando salí de ver Tornados y encendí el teléfono, vi un mensaje de mi madre, quien vive en una región más conocida por sus ventiscas que por sus tornados. Resulta que el Servicio Meteorológico Nacional estaba advirtiendo a los residentes de que tuvieran cuidado con las tormentas, las inundaciones repentinas y los tornados.
Las palabras "cambio climático" nunca se pronuncian en Tornados, pero como cualquiera que se encuentre en un entorno con un clima extremo sabe, las cosas han ido empeorando. Esta temporada de huracanes se prevé inusualmente mala. Si intentaste viajar durante el fin de semana del Día de los Caídos, sentiste los efectos reales. Y ahora, los tornados tienden a desplazarse en grupos. Por algo el título de esta película es plural.
Los inconvenientes meteorológicos son una cosa. Pero los tornados y otros fenómenos meteorológicos extremos pueden devastar las vidas de los supervivientes, algo en lo que Tornados está mucho más interesada que su predecesora. Se trata de una película sobre pueblos enteros que pierden sus hogares, sus vidas y sus medios de subsistencia a causa de unas condiciones meteorológicas impredecibles e implacables. También trata de la gente que se beneficia, desde especuladores a estrellas de las redes sociales. Al intentar atraer a un público amplio, Tornados se enfrenta a un reto difícil. Y lo consigue, en gran medida.
En el centro de Tornados está Kate Carter (Daisy Edgar-Jones), una meteoróloga que, como el personaje de Helen Hunt en la película anterior, vive con el trauma persistente de un tornado ocurrido años antes. Ahora trabaja para el Servicio Meteorológico Nacional de Nueva York como una especie de susurradora de tormentas. Kate creció en Tornado Alley y parece tener un sentido preternatural para comprender el comportamiento de los tornados: hacia dónde se dirigen, cuándo se intensifican y, lo más importante, si es posible defenderse.
Cuando aparece su viejo amigo Javi (Anthony Ramos), rogándole que le acompañe a rastrear tornados para un nuevo proyecto que podría salvar vidas, decide a regañadientes ir al oeste. (Javi es de Florida, pero fue a la universidad con Kate; tiene razones obvias para preocuparse por los efectos humanos del clima extremo). Al llegar a Oklahoma, Kate descubre que la multitud que se reúne con motivo de la nueva temporada de tornados, especialmente activa, es digna de un circo. Hay cazadores de tornados por todas partes. El más engreído y el peor de ellos es Tyler Owens (Glen Powell). Viaja con un grupo de cazadores que pilotan drones y disparan fuegos artificiales a los tornados para conseguir la mejor toma para YouTube. Tyler se autodenomina el "domador de tornados", vende camisetas con su marca y se hace pasar por un vaquero. Kate lo odia a primera vista.
A grandes rasgos, se puede adivinar por dónde va esto: Tornados, con guión de Mark L. Smith, se basa en una historia del director de Top Gun: Maverick, Joseph Kosinski, y parece inspirada en una superproducción de la década de 1990. (En un principio, Kosinski iba a dirigir la película como un relanzamiento de Tornado). La fórmula de la vieja escuela resulta refrescante, se trata de una película de acción, aventuras y catástrofes protagonizada por gente corriente que intenta hacer cosas extraordinarias.
Pero también es claramente contemporánea. Esto se debe en parte a la dirección de Lee Isaac Chung, cuya anterior película, Minari, era una tranquila historia de una familia de inmigrantes coreanos que obtuvo seis nominaciones a los Oscar. Minari y Tornados pertenecen a géneros muy diferentes, pero tienen en común un conocimiento del Medio Oeste estadounidense --y, en particular, la experiencia de vivir sus terribles tormentas-- que hunde sus raíces en la propia educación de Chung en la Arkansas rural. Es difícil imaginar un director más adecuado para este material y más capaz de centrar nuestra atención en los supervivientes sin perder la diversión de la aventura.
Esa diversión viene de la otra parte más 2024 de Tornados. Hablo, por supuesto, de Glen Powell, el actor del que todo el mundo parece hablar este año. No es para menos, esta es su tercera gran película del año (después de la muy exitosa comedia romántica Con todos menos contigo, que tomó fuerza en taquilla justo después de año nuevo, y la ganadora de Netflix, Hit Man: asesino por casualidad). A menudo parece que Powell se lo está pasando en grande, pero en Tornados a veces da la sensación de que está en una película totalmente distinta a los demás. El domador de tornados es un vaquero moderno cruzado con un héroe romántico: empieza como un patán y luego poco a poco te das cuenta de que tiene un corazón de oro.
Al lado de Powell, Edgar-Jones parece profundamente apagada, muchos ojos y nada de personalidad. Es difícil entusiasmarse con la química de la pareja, lo que resulta aún más obvio cuando aparece Maura Tierney en el papel de la madre de Kate. (Cabe señalar que Ramos, en su escaso tiempo en pantalla, desprende mucho carisma propio). La interpretación de Edgar-Jones parece más reservada de lo necesario, y por lo general nos quedamos preguntándonos cuándo volverá Powell.
Este desajuste entorpece Tornados, y la película decae debido a esto. Uno puede imaginarse a otro tipo de actriz en el papel de Kate, alguien con algo de chispa y dotes cómicas, quien podría enfrentarse a Powell de forma más fructífera. Pero eso no significa que Tornados fracase. Está repleta de escenas divertidas y a veces graciosas y de suficiente peligro para mantenerte alerta.
También hay un significado más profundo. Una escena hacia el final deja claro que se trata de una película de monstruos, la historia de una amenaza cuya creación es a la vez predecible y misteriosa y contra la que necesitamos un héroe. En Tornado, la existencia de la tormenta se daba por sentada, algo a lo que perseguir y que, esperaban los héroes, se podía predecir con la ciencia. En Tornados, sin embargo, el objetivo no es solo predecir el camino que seguirá el monstruo, ya que la ciencia lo ha resuelto casi todo. En cambio, el objetivo es combatirlo, desinflarlo, desarmarlo. Lo que se cuestiona es la inutilidad de esta búsqueda.
Y eso es realmente aterrador, incluso si no recibes mensajes de alerta de tornados mientras ves la película. Si no podemos solucionar el cambio climático, ¿podemos combatirlo? Y si es así, ¿quién se beneficia? ¿Quién se aprovechará de nuestro clima en el futuro y quién lo sufrirá? El elemento apocalíptico de Tornados golpea un poco más cerca de casa. La idea del tornado como monstruo es una metáfora. Pero el tornado en sí, y los estragos que causa, son muy, muy literales.
TornadosClasificada PG-13 por un poco de lenguaje inapropiado, pero sobre todo por escenas intensas de tormentas y destrucción. Duración: 2 horas y 2 minutos. En cines.Director: Lee Isaac Chung
Guionistas: Mark L. Smith, Joseph Kosinski, Michael Crichton, Anne-Marie Martin
Protagonistas: Daisy Edgar-Jones, Glen Powell, Anthony Ramos, Brandon Perea, Maura Tierney
Clasificación: PG-13
Duración: 2h 2m
Géneros: Acción, aventura, suspenso Alissa Wilkinson es crítica de cine del Times. Ha estado escribiendo sobre películas desde 2005. Más de Alissa Wilkinson