Un despacho jurídico de Wall Street se ha propuesto definir las consecuencias de las protestas contra Israel

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Durante el tiempo que los estudiantes universitarios de todo Estados Unidos se han manifestado en contra de la guerra en la Franja de Gaza, han despertado la furia de algunas de las figuras más poderosas del mundo financiero (inversionistas, abogados y banqueros), que han hecho alarde de su poder financiero sobre las universidades y, en el proceso, destronado a dirigentes de escuelas.

Eso no detuvo a los estudiantes. Las protestas se intensificaron este año hasta que los campus universitarios se vaciaron por el verano.

Ahora, un prominente despacho jurídico de Wall Street ha adoptado una postura más directa con los manifestantes. Sullivan & Cromwell, firma con 145 años de antigüedad que ha tenido clientes como Goldman Sachs y Amazon, afirma que, en las solicitudes de empleo, haber participado en alguna manifestación contra Israel, ya sea en el campus o fuera de él, podría ser un factor descalificador.

La firma examina las acciones de los estudiantes con ayuda de una empresa de verificación de antecedentes; revisan si han tenido alguna relación con grupos de estudiantes propalestinos, exploran las redes sociales y examinan noticias e imágenes de protestas. La firma busca instancias explícitas de antisemitismo, al igual que comentarios y consignas que considera "provocativas" para los judíos, indicó Joseph C. Shenker, líder de Sullivan & Cromwell.

Los candidatos pueden ser objeto de escrutinio incluso si no emplean lenguaje problemático, pero estuvieron ligados con alguna manifestación en la que otros sí lo hicieron. Se considera que los manifestantes son responsables de la conducta de quienes los rodean, señaló Shenker, o si adoptaron una "mentalidad de turba". Sullivan & Cromwell no aclaró si ya rechazó a algunos candidatos debido a esta política.

"Las personas externan su indignación por lo que pasa en Gaza y la convierten en antisemitismo racista", aseveró Shenker.

En Estados Unidos, las empresas privadas pueden contratar a quien quieran, con solo unas cuantas restricciones diseñadas para evitar la discriminación. Algunas han despedido a empleados por sus acciones o comentarios desde el ataque del 7 de octubre de Hamás a Israel.

La política de Sullivan & Cromwell sobresale debido a lo exigente que es con los solicitantes por sus acciones y poque considera fuera de lugar las consignas que por lo regular se usan en las manifestaciones. Aunque ningún otro despacho jurídico de Wall Street ha hablado públicamente sobre una política similar hacia los manifestantes, los dirigentes de cuatro de los rivales de élite de Sullivan & Cromwell comentaron en privado que están considerando la posibilidad de adoptar reglas similares.

A los críticos de Sullivan & Cromwell les parece que su política pretende silenciar las críticas a Israel en los campus y pintar a todos los manifestantes como iguales a los que han acosado y amenazado a los estudiantes judíos.

"Cuando arrancamos el proceso de búsqueda de empleo con los grandes despachos, sabíamos que nuestras redes sociales debían estar limpias, sin nada que no pudiéramos defender, pues debemos ser personas respetables para poder conseguir trabajo en cualquiera de estos lugares", explicó Rawda Fawaz, abogada de la organización Council on American-Islamic Relations. "Esa siempre ha sido la práctica. ¿Qué necesidad hay de crear una política especial al respecto?".

Fawaz, quien trabajó en un despacho jurídico muy importante después de graduarse de la Escuela de Derecho de la Universidad de Columbia en 2022, comentó que los musulmanes y árabes que trabajan para grandes despachos ya tenían reservas respecto a expresar sus puntos de vista sobre Israel y sus acciones.

"Tu activismo político forma parte de tu identidad", agregó. "En cierta forma, es bueno porque los estudiantes de derecho van a saber para quién pueden trabajar sin perder su identidad".

Sullivan & Cromwell no les pregunta a los solicitantes acerca de opiniones expresadas en privado, sino que busca excluir a todas las personas que han criticado a Israel o condenar la acción general de protestar, aclaró Shenker. Tanto él como otros que respaldan este enfoque argumentan que es una extensión de las prohibiciones existentes en el lugar de trabajo con respecto al discurso de odio.

"Lo que ocurre aquí realmente solo es que se implementan estándares de decencia para la fuerza de trabajo", opinó Neil Barr, presidente de Davis Polk, firma global con más de 1000 abogados. Davis Polk rescindió ofertas de trabajo a causa de la relación de algunos estudiantes con grupos que habían compartido declaraciones en las que culpaban a Israel del ataque del 7 de octubre a cargo de Hamás.

Las verificaciones de Sullivan & Cromwell se realizan después de que los estudiantes solicitan empleo ahí o consiguen una entrevista a través de las principales escuelas de derecho, como las universidades de Harvard, Yale, Columbia y Nueva York. La firma contrató los servicios de una empresa de verificación de antecedentes, HireRight, que revisa las redes sociales y grabaciones de apariciones en público o bien declaraciones o acciones sobre el conflicto. También se les pedirá a los solicitantes que indiquen a qué grupos se han afiliado.

La participación en una manifestación o relación con un grupo que a Sullivan & Cromwell le parezca cuestionable dará lugar a preguntas. Los solicitantes tendrán que explicar su papel, además de lo que hicieron para evitar que otros manifestantes hicieran comentarios ofensivos o de acoso.

Shenker indicó que la lista de consignas y comentarios inaceptables incluye una que se ha visto o escuchado prácticamente en todos los mítines propalestinos: "Desde el río hasta el mar, Palestina será libre".

El propósito de la consigna se ha debatido intensamente. Muchos palestinos consideran que es un llamado al fin de la opresión israelí en Gaza y Cisjordania y una defensa de derechos iguales para los ciudadanos árabes de Israel. Muchos israelíes la ven como una amenaza de quienes quieren borrar a su país del mapa.

Shenker no es israelí, pero tiene vínculos estrechos con esa nación. Su bisabuelo fue líder de una comunidad judía ortodoxa influyente en Jerusalén hace un siglo, y pertenece a una sinagoga ahí. Shenker estaba en Israel cuando ocurrió el ataque del 7 de octubre.

Poco después del 7 de octubre, Shenker escribió una carta, firmada por alrededor de 200 otros despachos, en la que convocan a los decanos de las escuelas de derecho a instar a los manifestantes de los campus a actuar con civilidad y hacer más para proteger a los estudiantes judíos. Shenker aseveró que, si las escuelas lo hubieran hecho, la nueva política de su despacho no habría sido necesaria.

Pero en opinión de Kenneth S. Stern, director del organismo Bard Center for the Study of Hate, dedicado al estudio del antisemitismo, el problema de la política en cuestión es que no hace ninguna distinción entre las opiniones impopulares y el discurso de odio. Stern, quien indicó que cree en la importancia de Israel por ser la patria judía, cree que reglas como estas excluirán a candidatos que serían valiosos para el despacho.

"Me ofenden algunas de las consignas, pero solo es eso… me hacen sentirme ofendido", mencionó.

Joseph C. Shenker fungió como presidente de Sullivan & Cromwell --el puesto más alto del despacho-- de 2010 a 2022. (Ava Pellor/The New York Times)

Joseph C. Shenker fungió como presidente de Sullivan & Cromwell --el puesto más alto del despacho-- de 2010 a 2022. (Ava Pellor/The New York Times)

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