Por qué algunas personas no hablan de dinero con su pareja

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(Your Money Adviser)

Las personas estresadas por su situación económica suelen ser reacias a hablar de dinero con su pareja, aunque ello pueda ser beneficioso para su relación, según revela un nuevo estudio.

Un informe a cargo de investigadores de la Universidad Cornell y la Universidad de Yale, publicado este mes en The Journal of Consumer Psychology, revela que las personas preocupadas por las facturas, agobiadas por el exceso de gastos o preocupadas por la gestión del dinero tal vez piensan que una "charla sobre dinero" desembocará en una discusión, por lo que evitan sacar el tema. Sin embargo, estudios anteriores han demostrado que hablar de dinero ayuda a las parejas a gastar de forma más responsable y gestionar mejor sus deudas.

"Anticipan el conflicto, por lo que optan por evitar esas conversaciones", afirmó Emily Garbinsky, profesora adjunta de mercadotecnia y comunicación para la gestión en la escuela de negocios de Cornell y una de las autoras del estudio.

¿Por qué a algunas personas les resulta tan difícil hablar de dinero con sus parejas?

Aja Evans, terapeuta financiera de Nueva York, comentó que la gente puede sentirse avergonzada de tener problemas de dinero. Quizá les preocupa que hablar de estas cosas con su pareja perjudique su relación. (Los terapeutas financieros trabajan para ayudar a los clientes a entender cómo sus emociones y creencias sobre el dinero pueden afectar su comportamiento financiero).

"Es un mecanismo de defensa", afirmó Evans. "Pero, con los asuntos financieros, cuanto más se evitan, más empeoran".

Megan Ford, profesora y terapeuta financiera de la Universidad de Georgia, señaló que las personas procedentes de familias con dificultades financieras o que no fomentan las conversaciones sobre el dinero pueden carecer de buenos ejemplos para mantener conversaciones productivas sobre finanzas.

"Cada uno aporta su propio bagaje económico a la relación", explicó. "A veces es un bolso de mano nada más. A veces son tres maletas grandes".

Pero cuanto más evitan las personas las conversaciones financieras, añadió Ford en un correo electrónico, más pierden oportunidades de comprenderse mejor a sí mismas y a sus parejas.

Brad Klontz, psicólogo y planificador financiero, dijo que las parejas en algún momento suelen tener "la conversación" sobre los planes de futuro, incluyendo si quieren o no tener hijos. "Pero creo que la gente no tiene esa misma conversación sobre el dinero", opinó. A él le gusta hacer reflexionar a los clientes con preguntas que pueden ayudarlos a localizar el origen de sus actitudes, como esta: "¿Cuáles son mis tres principales objetivos financieros?" o "¿Cuáles son mis recuerdos más dolorosos y alegres sobre el dinero?".

Cuando se trata de gestionar el dinero, los polos opuestos suelen atraerse, afirmó Scott Rick, profesor adjunto de mercadotecnia en la escuela de negocios de la Universidad de Míchigan y autor del libro "Tightwads and Spendthrifts: Navigating the Money Minefield in Real Relationships".

Una persona que suele ceñirse a un presupuesto estricto puede enamorarse al principio de una pareja con menos restricciones económicas. "Puede ser encantador al principio", aseguró Rick, "sobre todo para un tacaño que se siente cautivado por un derrochador despreocupado".

A largo plazo, sin embargo, lo que al principio resulta fascinante puede volverse irritante, sobre todo si la pareja tiene hijos y debe presupuestar sus necesidades además de las propias. Pero, en general, cada miembro de la pareja puede equilibrar las tendencias más extremas del otro. Rick dice que mientras él está más dispuesto a derrochar, su mujer es más cauta a la hora de gastar.

"Estoy casado con una tacaña", expresó, y funciona muy bien porque él y su mujer tienen un tira y afloja. "Yo le permito comprar cosas materiales, y ella me permite gastar en experiencias o vacaciones", comentó. "No quieres que una persona tenga todo permitido todo el tiempo. Necesitas esas perspectivas diferentes".

-- He aquí algunas preguntas y respuestas sobre las relaciones y el dinero:

P: ¿Es mejor que las parejas tengan cuentas bancarias conjuntas o separadas?

R: Los estudios sugieren que compartir fondos aumenta la satisfacción en las relaciones, afirmó Garbinsky. Compartir una cuenta con tu pareja les obliga a hablar de dinero. "Ayuda a que las parejas se pongan de acuerdo", aseguró.

Rick agregó que una cuenta conjunta les ayudó a él y a su esposa a pensar que todo su dinero les pertenecía a los dos como equipo, no como individuos. Los grandes gastos, como la renta, la hipoteca o los pagos del auto, y los básicos, como los servicios públicos, deben pagarse desde la cuenta conjunta. "Blanqueamos todo el dinero a través de una cuenta conjunta", dijo. "Es todo 'nuestro' dinero, para las decisiones de alto nivel".

No obstante, Rick también sugiere que a cada miembro de la pareja se le asigne una cantidad, guardada en una cuenta separada, para cubrir sus gastos personales y las facturas de las que sea responsable de manera individual. Las cantidades no tienen por qué ser iguales, añadió. Si uno de los progenitores se encarga de los pagos de la guardería, las clases de música o las cuotas deportivas de los niños, a ese progenitor le correspondería una asignación mayor.

De este modo, cada miembro de la pareja puede gastar en el día a día sin sentir que su cónyuge está examinando cada compra. "Necesitamos conservar nuestros intereses y aficiones individuales", afirmó.

P: ¿Cuál es una buena manera de que las parejas empiecen a hablar de dinero?

R: Si las conversaciones sobre dinero te dan miedo, empieza practicando con decisiones "poco arriesgadas", sugirió Debra Kaplan, terapeuta autorizada y autora de "Coupleship Inc.: From Financial Conflict to Financial Intimacy". En lugar de debatir, por ejemplo, cuándo o dónde quieren jubilarse, empiecen con algo como cuánto gastar en sus próximas vacaciones.

"Imagina que estás en un equipo resolviendo un problema", propuso. "Estás trabajando para conseguir un resultado por el bien mayor del equipo, no por 'lo que voy a perder si no me salgo con la mía'".

P: ¿Con qué frecuencia deben hablar de dinero las parejas?

R: Evans recomienda reservar un tiempo --lo ideal sería una vez al mes-- para hablar de finanzas. "Me encanta el concepto de 'cita para hablar de dinero'", dijo. Los temas pueden incluir una revisión de los gastos recientes o avances hacia objetivos financieros. Pueden hacerlo en casa o en un restaurante, si se sienten cómodos.

Según un nuevo informe, las personas estresadas por sus finanzas suelen temer que hablar de ello con sus parejas románticas provoque una discusión, pero los expertos afirman que estas conversaciones pueden ayudar. (Till Lauer/The New York Times).

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