Las sanguijuelas pueden saltar en busca de sangre

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Desde hace años, los científicos debatían sobre si las sanguijuelas saltan o solo se caen. Ahora videos grabados en Madagascar muestran sus movimientos deliberados.

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Las sanguijuelas terrestres pueden parecer criaturas plácidas. Pero cuando van a la caza de sangre, cuidado.

El apetito de sangre puede haber provocado actos de asombroso atletismo, documentados en un par de videos publicados el jueves por dos científicos junto con un estudio en la revista Biotropica. En cada uno de ellos, un pedazo marrón de carne y músculo, situado sobre una hoja verde, se agita de un lado a otro en busca de sangre. A continuación, se enrolla formando una coma, agrupando su mitad inferior. Por último, la sanguijuela salta y vuela por el aire con una especie de desenfreno salvaje.

Acércate y agudiza el oído: casi puedes imaginar que se oye un diminuto "¡Yujuuuuu!".

Mai Fahmy, actualmente investigadora posdoctoral en la Universidad de Fordham y científica visitante en el Museo Americano de Historia Natural, tomó el primer video en Madagascar en 2017. En ese momento, ella nunca había oído hablar del largo debate entre los científicos sobre si las sanguijuelas podían saltar.

"Se necesitan unos cuantos años de estudio de las sanguijuelas antes de que te enteres del gran debate", reflexionó Michael Tessler, especialista en biología de sanguijuelas en el Medgar Evers College de la Universidad Municipal de Nueva York e investigador asociado en el museo de historia natural. Es coautor de Fahmy.

Su video de 10 segundos, grabado como una ocurrencia, resultó ser la primera evidencia visual conocida por la ciencia del salto de las sanguijuelas.

Ya había habido otras afirmaciones sobre sanguijuelas saltarinas. En 1881, el biólogo Ernst Haeckel visitó Sri Lanka y describió ese comportamiento: no solo se arrastraban por el suelo, escribió, sino que también podían "saltar para alcanzar a su víctima".

Los científicos llevan mucho tiempo mostrándose escépticos ante tales pruebas anecdóticas. En los bosques tropicales, es frecuente descubrir sanguijuelas inesperadamente en lo alto del cuerpo, en los brazos, el cuello, el hombro o incluso en los ojos. ¿Los observadores encontraban sanguijuelas que habían caído de la vegetación y daban por sentado que las criaturas podían saltar?

Después de que Fahmy compartiera con otras personas su primer video de una sanguijuela saltando, la mayoría reconoció el salto inmediatamente. Cuando ella y Tessler analizaron el movimiento de la sanguijuela, vieron que hacía un movimiento enroscado similar al que hace una cobra antes de atacar. El gesto parece una acumulación de energía, una preparación para lo que viene después: el vuelo y un aterrizaje descoordinado, casi como un acto de comedia física.

De hecho, descubrieron que esta secuencia de movimientos --enroscarse, saltar y terminar con una caída sobre el vientre-- no es inusual entre otros organismos con forma de gusano que saltan, como las orugas y las larvas de mosca.

La forma en que la sanguijuela se deja caer en el suelo del bosque en el video de 2017, con muy poco control evidente de su aterrizaje, parece ser común entre estas criaturas. Es posible, dijo Tessler, que debido a que las larvas, orugas y sanguijuelas son muy ligeras, no necesitan un aterrizaje preciso para evitar lesiones.

En 2023, Fahmy se encontraba de nuevo en Madagascar y sacó su teléfono para filmar a un par de sanguijuelas sobre una hoja. En cuestión de segundos, volvió a ver el mismo movimiento: una de las sanguijuelas se encogió y levantó el vuelo. Ella y Tessler identificaron la especie de sanguijuela en ambos videos como Chtonobdella fallax, miembro de una familia más grande que también se encuentra en las Seychelles, el sudeste asiático y las islas del Pacífico Sur.

El hecho de que Fahmy pudiera grabar estos videos sin mucha planificación sugiere que saltar puede ser un comportamiento habitual de algunas sanguijuelas. Los investigadores esperan que otras personas puedan filmar a otras sanguijuelas más acrobáticas. Es posible que uno de los problemas que han impedido la identificación de los saltos de las sanguijuelas durante todos estos años haya sido la ausencia de seres humanos con cámaras.

Fahmy y Tessler señalan, sin embargo, que la presencia de una bolsa grande y caliente de sangre cerca puede poner a las sanguijuelas muy alteradas. Empezarán el equivalente en sanguijuela de echar a correr, un furioso ondular de sus cuerpos, para tratar de acercarse a ti.

"Puede ser muy frenético", dijo Fahmy. "Y cuando hay muchas sanguijuelas, puede ser algo abrumador en el campo notar que te persiguen tan intensamente tantos pequeñajos".

"Van a toda velocidad", añadió Tessler. "Puede ser bastante salvaje".

(Mai Fahmy/The New York Times)

(Mai Fahmy/The New York Times)

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