Tras su arresto, Justin Timberlake es la comidilla de Sag Harbor

Reportajes Especiales - Lifestyle

Guardar

News and News MediaPop and Rock MusicDrunken and Reckless DrivingTimberlake, JustinSag Harbor (NY)

Mientras la tranquila villa de los Hamptons es invadida por furgonetas de noticias, los lugareños comen ostras y sostienen una pequeña polémica sobre la cobertura de los medios.

[Estamos en WhatsApp. Empieza a seguirnos ahora]

El martes por la tarde en Sag Harbor, Janice Yu de WABC-TV estaba sentada en el asiento del copiloto de una camioneta de noticias Nissan, comiendo palomitas Smart Food. Era lo más cerca que iba a estar de una noticia.

"Ni siquiera sabemos con quién estaba", dijo, refiriéndose al cantante y actor Justin Timberlake, que había sido detenido por un agente de policía de Sag Harbor poco después de la medianoche del martes y acusado de conducir en estado de embriaguez.

Yu, reportera de ABC7 Eyewitness News en Nueva York, era una de los muchos periodistas aparcados a lo largo de Main Street, cerca del American Hotel, una posada del siglo XIX donde los camareros sirven almejas de cuello pequeño de Gardiners Bay y confit de pato de Long Island a boomers sultanes de la bolsa. También era donde Timberlake había estado de fiesta con sus amigos la noche anterior.

Era un día húmedo y soleado en la frondosa calle de este pintoresco pueblo alguna vez ballenero de los Hamptons, repleto de tiendas que venden de todo, desde sandalias Havaianas de 30 dólares a sillas diseñadas por Charlotte Perriand de 4600 dólares. La gente, vestida con ropa deportiva Lululemon, se pasea con tazones de açaí y bebidas heladas.

Yu, quien se incorporó al equipo de noticias locales en 2022 tras una temporada en Fox5 en Atlanta, llevaba un vestido turquesa y verde de J. Crew. John Sprei, su productor de campo, estaba sentado detrás de ella en la camioneta, con pantalones cortos y una camiseta.

Habían conseguido una copia del informe de la detención que se presentó ante la Corte de Justicia de Sag Harbor Village ese mismo día, pero también los periodistas de otros vehículos que se alineaban a lo largo de la manzana, un convoy que incluía camiones y furgonetas de noticias de CBS, NBC, PIX11, Entertainment Tonight, The Associated Press y CNN.

El informe policial indicaba que Timberlake conducía un BMW gris 2025 después de pasar un rato en el American Hotel. También decía que no había recorrido más que unas cuadras antes de saltarse una señal de "Stop" en la esquina de Madison Street y Jermain, una manzana arbolada donde las casas no parecen mansiones.

Se negó tres veces a someterse a la prueba de alcoholemia. "Me tomé un martini y seguí a mis amigos a casa", dijo al agente que lo detuvo, según el informe. Timberlake "rindió mal" en varias pruebas de sobriedad, según el informe.

Fue detenido y llevado a la comisaría, justo detrás del American Hotel, en la calle Division. Allí entregó su anillo de boda, su teléfono, su gorra de béisbol, su reloj, su cartera, un bolígrafo para vapear y papeles verdes y azules, de los que se usan para enrollar marihuana, según el informe policial. (En 2011, el cantante declaró a Playboy que le gustaba el cannabis porque le ayuda a "dejar de pensar").

Varios equipos de noticias no tardaron en llegar a Sag Harbor. Alrededor de las 9:30 a. m., casi nueve horas después de su detención policial, Timberlake abandonó la comisaría esposado. Los fotógrafos de la prensa sensacionalista lo captaron cabizbajo tras pasar la noche allí. Se dirigió a la Corte de Justicia de Sag Harbor Village, en Main Street, a unos 150 metros del American Hotel, para su comparecencia.

Había contratado a Edward D. Burke Jr., exfiscal del condado de Suffolk, quien se ha instalado en un pequeño despacho frente al American Hotel y se ha convertido en el abogado penalista de referencia en los Hamptons. Timberlake, quien tiene previsto actuar dos fechas en el Madison Square Garden la semana que viene, se declaró inocente de conducir en estado de embriaguez. Se ha fijado la vista para el 26 de julio.

Mientras Yu grababa su último segmento del día, un reportero de CNN se quedó fuera de la comisaría de policía, que había cerrado a las 4 p. m.

"Necesito la foto policial", gritó a un agente en una patrulla cercana.

"Tienes que llamar al área de medios", le contestó el agente.

Aunque los equipos de cámaras dieron al American Hotel la apariencia de una escena de crimen, todas sus mesas al aire libre estaban ocupadas.

"No es una molestia", dijo Theresa D'Andria, una residente de Southampton que estaba allí comiendo ostras con su marido. "El clima está estupendo".

Unas mesas más allá, Stuart Levine, ex director ejecutivo de Dale Carnegie & Associates, compartió pasteles de cangrejo de 45 dólares con su esposa, Harriet Levine.

"No recibirás tu Pulitzer por esto", dijo a un periodista.

Añadió que no quería parecer santurrón (de hecho, no lo pareció), pero que le parecía que el nivel de cobertura de las noticias era un poco exagerado, dado que Timberlake no había tenido ningún accidente.

"Es simplemente un suceso", dijo.

Caminando por la calle, Vanessa Gordon, residente en los Hamptons, se acercó a la camioneta de noticias de WABC-TV con su hijo de 6 años, Ben Gordon. Iba vestido con el atendo de su clase de jujitsu en Epic Martial Arts, en Main Street.

Gordon preguntó a Sprei y a Yu si su hijo podía sujetar el micrófono y fingir que daba las noticias. Sprei le dijo que subiera y así lo hizo.

Andrew y Lauren Finkelstein, padres de uno de los compañeros de jiu-jitsu de Ben, se acercaron poco después y preguntaron si su hijo Max podía unirse a la diversión.

"Deberíamos cobrar entrada", dijo Sprei.

Mientras Max Finkelstein, de 6 años, agarraba el micrófono, su padre le preguntó sobre qué quería informar. No parecía tener respuesta, así que su padre le dio un titular, inspirado en uno de los éxitos de Timberlake.

"Cry me a river", gritó Finkelstein.

Jacob Bernstein es reportero de la sección Styles. Además de escribir perfiles de diseñadores de moda, artistas y celebridades, ha centrado gran parte de su atención a temas LGBT, la filantropía y el mundo del diseño de muebles. Más de Jacob Bernstein

Guardar