Emma D'Arcy, domadora de dragones

The New York Times: Edición Español

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LONDRES -- Una mañana reciente en Londres, la actriz británica Emma D'Arcy tuvo que hacer frente a "una emergencia".

D'Arcy estaba en un estudio, volviendo a grabar la voz en off como Rhaenyra Targaryen para la segunda temporada de la exitosa precuela de "Juego de Tronos" de HBO, "La casa del dragón". Era la cuarta vez que D'Arcy, que utiliza pronombres no binarios, grababa este fragmento de diálogo en particular, y en cada ocasión se enfrentaba a una enorme pantalla en la que aparecía su rostro, rodeado de efectos especiales inacabados.

Fue como un "Día de la Marmota" bastante brutal, dijo, añadiendo irónicamente que "el proceso de represión ocurre muy rápido cuando tienes un trabajo que hacer".

Como estrella revelación de "La casa del dragón", que el domingo regresó con su segunda temporada, D'Arcy, de 31 años, ha tenido que adaptarse a ver su imagen ampliada. "Emma es literalmente la cara del póster", comentó Ryan Condal, creador y productor de la serie, en una entrevista telefónica, y añadió que no podía imaginar lo que debe ser "asumir eso sin dejar de ser una artista, y estudiar con seriedad el oficio".

D'Arcy lleva lidiando con esta tensión desde que "La casa del dragón" se emitió por primera vez en 2022, cuando se convirtió en el estreno más visto de la historia de HBO. Ambientada casi 200 años antes de "Juego de Tronos", la serie se centra en la dinastía Targaryen antes de su dramática caída. Rhaenyra, la testaruda jinete de dragón interpretada por D'Arcy, que debe defender su derecho al Trono de Hierro, se convirtió rápidamente en una de las favoritas de los admiradores.

En la próxima temporada, de ocho episodios, D'Arcy aparecerá en todos ellos, mientras que en la primera, de diez, Milly Alcock interpretó a una versión más joven de Rhaenyra en seis.

"De lo que me di cuenta en retrospectiva es que, ¡aparecer en cuatro episodios fue genial!", aseguró D'Arcy, haciendo la mímica de un "beso de chef" mientras se sentaba con las piernas cruzadas en una silla en el Royal Court Theater de Londres. La segunda temporada también fue más difícil a nivel emocional. Al final de la primera temporada, Luke, el hijo de Rhaenyra, muere a manos de un dragón, por lo que el personaje de D'Arcy está "sumido en el dolor", explicó. "Está hecha una isla por su pérdida", irradiando "un sentimiento violento y vil, como de odio".

Poco antes de que comenzara el rodaje de la segunda temporada, D'Arcy dijo que también había sufrido una gran pérdida en su propia familia. "Fue un momento extraño para que me invitaran a meditar sobre el dolor en mi trabajo, mientras intentaba encontrar un espacio para expresar mi propio duelo", comentó en voz baja. Al igual que Rhaenyra, afirmó que sentía enojo.

Matt Smith, que interpreta a Daemon, el tío convertido en marido de Rhaenyra, dijo en una entrevista telefónica que D'Arcy tenía "una habilidad para estar en su yo trágico, de manera muy abierta". Como artista, el enfoque de D'Arcy era "forense e impulsado por un intelecto láser", añadió.

Al crecer en un suburbio de Gloucestershire, en el suroeste de Inglaterra, los padres de D'Arcy fomentaban la expresión artística, señaló D'Arcy. Su madre había sido ilustradora antes de que D'Arcy naciera y, aunque el trabajo diario de su padre era en seguridad, también practicaba "la pintura y la fotografía de manera obsesiva", aseguró.

En su infancia, D'Arcy vio tantas veces una cinta de VHS de "Joseph and the Amazing Technicolor Dreamcoat", recordó, que "la cinta comenzó a hacer un ruido extraño, como rayada". Se obsesionó "por completo" con la narradora del musical, que tenía el pelo corto y rubio, y llevaba una larga gabardina. "Ese personaje es el que manda, y tenía ese aspecto andrógino", relató D'Arcy. "Pensé: 'Me gustaría ser como tú'".

Tras una experiencia "bastante desagradable" en la preparatoria, D'Arcy pasó un año formativo estudiando arte y especializándose en escultura. "Para mí fue como fuegos artificiales en el cerebro", comentó. Luego estudió Bellas Artes en la Escuela Ruskin de Arte, perteneciente a la Universidad de Oxford, y pasó los primeros años de sus veinte codirigiendo una compañía de teatro, diseñando escenografías y actuando.

"Me había dejado crecer el pelo para parecer más femenina porque pensaba que eso me ayudaría a conseguir un agente", explicó D'Arcy. Pero cuando consiguió uno, en 2016, sintió lo que describió como "un pánico total" y se preguntó si tendría que elegir entre el trabajo de actuación y vivir de una manera que se sintiera auténtica con su identidad de género. En 2020, cuando HBO pidió a D'Arcy que confirmara sus pronombres antes de rodar "La casa del dragón", se dio cuenta de que no tendría que tomar esa decisión.

Antes de aceptar el papel de Rhaenyra, D'Arcy escribió una lista de pros y contras de aceptar el trabajo. Hizo la audición durante la pandemia y acababa de perder un año de trabajo. En la columna de los pros, "había escrito la palabra 'posibilidad'", dijo D'Arcy riendo, así como "tendría que arrastrarme menos para conseguir trabajo".

En el lado de los contras figuraba el reconocimiento. Pero D'Arcy confiaba en que "si dejas de salir en la tele, eso desaparece". Desde que se emitió la primera temporada de la serie, ha podido pasear en bicicleta por Londres y llevar "una vida completamente normal", afirmó, en parte gracias a "la peluca" que lleva como Rhaenyra, que le llega hasta la cintura y es rubia platinada.

"Tengo mucho que agradecerle a esa peluca", dijo secamente D'Arcy, pasándose una mano por su pelo castaño, corto y despeinado.

D'Arcy admitió que no siempre sintió comodidad cuando le trataban como el "talento", incluso en el plató de "La casa del dragón", donde su nombre es el primero que aparece en la hoja de llamado y tiene su propia carpa de maquillaje. "Las jerarquías del plató me resultaron especialmente difíciles de entender", explicó, y añadió que era diferente del enfoque tan colaborativo al que se había acostumbrado cuando dirigía una compañía de teatro.

Ahora que se estrena la segunda temporada de "La casa del dragón" y el rostro de D'Arcy vuelve a millones de pantallas, volverá a subirse a un escenario londinense para actuar en "Bluets", una obra experimental dirigida por Katie Mitchell y basada en el libro de Maggie Nelson.

Su coprotagonista de "Bluets", Ben Whishaw, presentó a D'Arcy con Mitchell; Whishaw dijo en un correo electrónico que le había llamado la atención la "original forma de pensar" de D'Arcy ya en 2017, cuando aparecieron juntos en el escenario en "Against" en el Teatro Almeida de Londres. "Parecía que realmente quería ver no solo su papel en la obra, sino la obra en su conjunto, y luego la obra en el contexto más amplio del teatro y del mundo", señaló.

En "Bluets", D'Arcy, Whishaw y Kayla Meikle interpretan al mismo personaje, una mujer que se enfrenta a diferentes aspectos del desamor y la tristeza que lo acompaña. Mitchell explicó en una entrevista en video que la decisión de contar con tres actores con identidades de género diferentes se tomó en parte para "mantener una conversación tranquila", sin exaltar ni ofender, "sobre lo que es la 'experiencia femenina' en el sentido más amplio de la expresión". D'Arcy interpreta la parte obsesiva de la personalidad del personaje, que, según describe, "hurga" en su dolor "como una costra".

D'Arcy dijo que hace poco había recibido una invitación para interpretar más personajes en el extremo masculino del espectro de género. "La esperanza es que haya más papeles de ese tipo flotando por ahí", afirmó. Aun así, hacía mucho tiempo que no aparecía en pantalla con pantalones, en una historia ambientada en la época moderna.

"Me encantaría estar aquí", dijo. "Todo está listo para que yo esté en el presente".

Emma D'Arcy en Londres, el 31 de mayo de 2024. (Jesse Glazzard/The New York Times)

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