Ahora puedes leer los clásicos con guías expertas de IA

The New York Times: Edición Español

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Durante el último año, dos profesores de filosofía han estado llamando a destacados autores e intelectuales públicos con una propuesta inusual, quizá herética. Han preguntado a estos pensadores si, por un buen precio, no les importaría convertirse en chatbots de inteligencia artificial.

John Kaag, uno de los académicos, es profesor de la Universidad de Massachusetts Lowell. Es conocido por escribir libros como "Hiking With Nietzsche" y "American Philosophy: A Love Story", que mezclan filosofía y memorias.

Clancy Martin, socio de Kaag en el proyecto, es profesor de la Universidad de Misuri, en Kansas City, y autor de diez libros, entre ellos "How Not to Kill Yourself", un libro de memorias inquebrantables sobre sus problemas de salud mental y sus diez intentos de suicidio.

Ambos se hicieron amigos hace catorce años, cuando Kaag quedó impresionado por un ensayo que Martin había escrito para Harper's y lo llamó. Ambos estrecharon lazos por su desencanto con el aislado mundo académico y su convicción de que la filosofía puede ser útil para más personas, si tan solo la estudiaran.

Con el tiempo, Kaag, de 44 años, y Martin, de 57, también estrecharon lazos sobre sus luchas personales. Ambos se han casado tres veces y se han enfrentado a la muerte. (En 2020, Kaag sufrió un paro cardiaco fulminante tras un entrenamiento en el gimnasio).

Cómo acabaron llamando a escritores de renombre es otra historia.

En abril de 2023, Kaag recibió un correo electrónico de John Dubuque, un hombre de negocios que se había convertido en una especie de mecenas.

Antes de incorporarse a la empresa familiar de fontanería de San Luis, Dubuque había estudiado Filosofía en la Universidad del Sur de California. Como se sentía estancado intelectualmente, empezó a pagarles a profesores de filosofía para que le enseñaran "Ser y el tiempo" de Martin Heidegger y otras obras.

Dubuque, de 40 años, contrató a Kaag para una tutoría de seis semanas sobre "Las variedades de la experiencia religiosa", de William James. El profesor era la persona adecuada para el trabajo, ya que había publicado "Sick Souls, Healthy Minds: How William James Can Save Your Life" en 2020.

Por aquel entonces, la empresa familiar de Dubuque había sido vendida recientemente, y él estaba buscando qué hacer después. Durante sus conversaciones con Kaag, le sugirió que se asociaran para crear una editorial.

Según la idea de Dubuque, el sello emparejaría a un experto de talla mundial con una obra clásica y utilizaría una tecnología similar a ChatGPT para reproducir el diálogo entre un alumno y un profesor. En teoría, los lectores podrían preguntar, por ejemplo, a Doris Kearns Goodwin sobre discursos presidenciales o profundizar en textos budistas con Deepak Chopra.

Kaag se embarcó en el proyecto e incorporó a su amigo Martin. El resultado es Rebind Publishing.

Debutó el lunes como experiencia de lectura interactiva, disponible en celulares, computadoras y tabletas. Los usuarios tendrán acceso gratuito durante el lanzamiento, con precios por libro y un modelo de suscripción a finales de año.

Kaag y Martin seleccionaron a los autores que ofrecerían sus comentarios. Dedicaron hasta veinte horas a entrevistar a cada uno de estos "Rebinders", como ellos los llaman, sobre los textos elegidos, tratando de cubrir todas las posibles preguntas que pudiera plantearse un lector profano. Las entrevistas grabadas se introdujeron en un programa informático de inteligencia artificial.

Una tarde reciente, Kaag y Martin se sentaron para tener una entrevista en el Boston Athenaeum, una de las bibliotecas más antiguas del país. Martin llevaba pantalones de mezclilla y un suéter desaliñado sobre una camiseta; su pelo castaño grisáceo estaba despeinado, lo que le daba el aspecto de un viejo miembro de un grupo de rock independiente. Kaag, en cambio, llevaba una camisa de vestir impecable, pantalones formales color canela y zapatos de vestir marrones con calcetines turquesa.

Ambos parecían no creerse la suerte que habían tenido al recibir carta blanca para formar un equipo de ensueño intelectual.

"Caray, esto podría ser genial", expresó Martin, recordando su reacción cuando Kaag le propuso la idea. "Entonces empezamos a hacer lluvia de ideas". Dijo que Kaag sugirió: "Imagina que pudiéramos poner a Laura Kipnis en 'Romeo y Julieta'". (Acabaron contratando a Kipnis, crítica cultural y ensayista, para que hiciera precisamente eso).

Otros escritores que participan en Rebind son Roxane Gay ("La edad de la inocencia"), Marlon James ("Las aventuras de Huckleberry Finn"), Bill McKibben (selecciones de John Muir), Margaret Atwood ("Historia de dos ciudades") y la biblista y profesora de la Universidad de Princeton Elaine Pagels (selecciones del Nuevo Testamento y los Evangelios Secretos).

Para "Dublineses", el clásico de James Joyce, Kaag y Martin viajaron a Dublín para entrevistar al novelista irlandés John Banville, que realizó comentarios en video y audio.

"Leí 'Dublineses' por primera vez cuando tenía 12 o 13 años", relató Banville por teléfono. "Me cautivó por completo. No era una historia del Salvaje Oeste ni de Agatha Christie. Era algo real, sobre la vida misma".

En los círculos literarios existe la sensación de que la inteligencia artificial se opone al arte y a las humanidades. Al fin y al cabo, se trata de una tecnología que algunos creen que podría desplazar a escritores y profesores.

Los autores que han trabajado con Rebind permitieron que sus voces fueran clonadas y aceptaron que sus palabras fueran manipuladas por la IA.

Cuando le preguntaron si tenía reservas al respecto, Banville respondió: "Mi reacción inicial fue de un profundo recelo, por supuesto. Uno lee un libro en la mano y lo lee línea a línea, página a página. Pero esta es una forma maravillosa de lograr que la gente lea libros clásicos y no les tenga miedo".

Hacer que ese tipo de experiencia con un libro sea ampliamente accesible es la idea motriz de Rebind, dijo Dubuque, que ha puesto su propio dinero para financiar el proyecto, aunque no quiso decir cuánto.

"Me atraen los clásicos y los libros antiguos porque son un tipo de evasión diferente a la de ver Netflix", dijo. "Hay una experiencia refrescante al salir de tu tiempo. Estos libros también crean mucho significado en la vida".

John Kaag, izquierda, y Clancy Martin en Boston el 29 de mayo de 2024. (Zhidong Zhang/The New York Times)

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