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Uno a uno, los soldados griegos, con la barriga llena tras desayunar vino tinto y pan seco, tomaron sus armas y se pusieron una voluminosa armadura parecida a un insecto, mientras se preparaban para la batalla.
Apuntaban con sus lanzas a blancos de madera y su carro de guerra estaba conectado a un motor de cinta giratoria, pero durante 11 horas, estos soldados de élite de las Fuerzas Armadas Helénicas fingieron luchar como si estuvieran en el siglo XV a. C.
Los efectivos fueron reclutados para un estudio que buscaba determinar si la panoplia de Dendra, una armadura de hace 3500 años que es considerada como una de las más antiguas conocidas de la Edad de Bronce en Europa, podía usarse en combate o si acaso, como algunos estudiosos habían sostenido, solo era de uso ceremonial.
Los soldados usaron una réplica del traje y los científicos realizaron un seguimiento de sus niveles de glucosa en sangre, frecuencia cardiaca y otras mediciones fisiológicas, con lo cual descubrieron que los cuerpos de los hombres sí podían soportar el peso de la armadura, según un artículo publicado el 22 de mayo en la revista PLOS One.
Andreas Flouris, autor principal del artículo y director del laboratorio FAME de la Universidad de Tesalia en Volos, Grecia, donde sucedieron las batallas, dijo que la simulación de combate, así como otros componentes de la investigación, demostraron que la armadura habría sido "una pieza muy avanzada de tecnología militar" en esa época.
"Si usas un trozo de madera o una piedra o tal vez algo con un poco de bronce en la parte delantera, como una lanza, alguien que luce esta armadura parece un robot gigante frente a ti", dijo Flouris, que también es profesor de fisiología en la Universidad de Tesalia.
Una antigua guía para la batalla
Según la investigación, no existen relatos históricos sobre cómo se utilizaba la armadura de Dendra, por lo que la jornada de combate de los soldados se basó en un análisis de la Ilíada, el relato de Homero sobre la guerra de Troya.
Los autores del trabajo reconocieron que la Ilíada no proporciona un relato preciso de la guerra de finales de la Edad del Bronce, que sucedió unos 500 años antes de que Homero escribiera el poema épico, pero dijeron que era "un punto de partida racional" para la investigación.
En el estudio de los combates, los soldados lucharon a pie y en carro, utilizando réplicas de armas que incluían una lanza con bordes romos y una punta, y pasaron mucho tiempo caminando y montando en carro. También siguieron un plan de comidas creado por los investigadores, que incluía un desayuno compuesto principalmente por pan seco, queso de cabra, aceitunas verdes y vino tinto.
No podían usar la armadura de Dendra, datada en torno al año 1450 a. C. En su lugar, los soldados se pusieron una réplica con una aleación mayoritariamente de cobre, lo más parecido al bronce original disponible, según el estudio. La réplica fue hecha en 1984 por estudiantes y personal del departamento de Metalurgia de la ya clausurada Escuela de Arte de Bournville en Birmingham, Inglaterra.
Se buscan soldados con la talla de los antiguos griegos
Los investigadores buscaron marines que tuvieran proporciones corporales similares a las de los soldados de élite de la época para las batallas simuladas, que tuvieron lugar en 2019.
Los 13 voluntarios no remunerados que reclutaron eran todos hombres de entre 20 y 40 años y tenían una media de 1,73 metros de estatura y 74 kilogramos de peso.
Los soldados tuvieron dos días de entrenamiento antes del día de combate, que comenzó despertando a las 5:30 a. m. Se vigilaron sus datos fisiológicos a lo largo del día y el estudio descubrió que habían podido luchar con la armadura, que pesa 23,3 kilogramos.
Sin embargo, el ejercicio les pasó factura. Según el estudio, los soldados mostraron un alto nivel de fatiga, dolor en la parte superior del cuerpo por el peso del metal y dolor en los pies por caminar, correr, montar en carro y luchar descalzos.
Flouris dijo que los hallazgos proporcionaban una pista sobre cómo la civilización micénica pudo gobernar una gran parte del Mediterráneo oriental antes de su colapso a fines de la Edad de Bronce. "Este estudio proporciona un importante apoyo a la hipótesis que muchos han planteado de que la tecnología militar tuvo mucho que ver con eso", afirmó.
Los límites del siglo XXI en el combate de la Edad de Bronce
Flouris explicó que en el estudio se utilizaron mediciones conservadoras debido a los límites para reproducir los combates milenarios. Por ejemplo, los soldados del estudio no habían sido entrenados para luchar en esas condiciones al mismo nivel que los antiguos soldados de élite, y participaban en la guerra por motivos científicos, no como una cuestión de vida o muerte.
Para abordar algunos de estos límites, los investigadores realizaron simulaciones matemáticas para comprobar qué le habría ocurrido a un soldado que usara la armadura de Dendra si, por ejemplo, su ritmo cardiaco hubiera alcanzado las 200 pulsaciones por minuto en lugar de 140.
Lee L. Brice, profesor de Historia de la Universidad de Illinois Occidental en Macomb, Illinois, quien no participó en la investigación, dijo que él enseña a los estudiantes sobre la armadura de Dendra. Cree que pudo haber sido utilizada en combates con carros de guerra, pero que habría sido demasiado inflexible para el combate cuerpo a cuerpo. "Han demostrado que esa vieja idea es errónea", declaró.
Como la armadura de Dendra solo la usaban los mejores guerreros micénicos, la investigación no revela mucho sobre los soldados antiguos en general, dijo Brice.
"En el mejor de los casos, sabemos que una persona de élite podría haber luchado de manera muy eficaz en una batalla usando esta armadura", explicó Owen Rees, profesor de Humanidades aplicadas en la Universidad Newman de Birmingham. Él tampoco participó en la investigación.
Rees dijo que los historiadores trataban de no usar la Ilíada para entender la guerra micénica, pero que el estudio tuvo éxito al desafiar las suposiciones sobre la armadura de Dendra.
"Es fácil ver esto como una curiosa novedad", dijo Rees. "Pero este tipo de investigaciones tienen cabida".
Amanda Holpuch cubre noticias de última hora y otros temas. Más de Amanda Holpuch
Un soldado que usaba una réplica de una armadura de bronce. (Andreas D. Flouris/Universidad de Tesalia via The New York Times)
Para analizar las antiguas técnicas de combate, se estructuró la jornada de combate de cada soldado basándose en un análisis de la Ilíada, el poema épico atribuido a Homero que transcurre durante la Guerra de Troya. (Andreas D. Flouris/Universidad de Tesalia via The New York Times)