Las normas de propiedad de equipos complican el próximo fichaje de una estrella del fútbol

The New York Times: Edición Español

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LONDRES -- Para una nueva generación de inversionistas superricos del fútbol --multimillonarios que gustan de los riesgos, fondos de cobertura estadounidenses, Estados acaudalados del Golfo--, el atractivo de un nuevo modelo de propiedad de equipos recae en su estrategia sencilla.

Al tomar no solo un equipo, sino varias escuadras y cientos de jugadores e incluirlos en amplias redes de multiclubes, estos nuevos dueños ricos creyeron que podían aprovechar la eficacia, las buenas prácticas y el volumen para lograr el éxito sobre el terreno de juego.

Red Bull, el productor de bebidas energéticas, fue pionero en el modelo. El Manchester City, el campeón inglés con financiamiento de la riqueza de los Emiratos Árabes Unidos, lo superó por medio de su City Football Group. Jim Ratcliffe, presidente del gigante químico INEOS, lo llevó al Manchester United cuando adquirió una participación considerable en el club el año pasado.

Sin embargo, uno de los principales atractivos de la propiedad de multiclubes se acaba de topar con un obstáculo importante: el órgano rector del fútbol europeo está cambiando las reglas.

Según los dirigentes del fútbol europeo, el problema es que los partidos entre equipos controlados por el mismo grupo propietario podrían poner en peligro la legitimidad de las competencias continentales y abrirles la puerta a fichajes para provecho propio en un mercado de transferencias de jugadores con un valor de 7000 millones de dólares al año.

Aleksander Ceferin, el máximo administrador del fútbol europeo, ha intentado zanjar las diferencias. El año pasado, en una entrevista en un pódcast, Ceferin sugirió que el modelo de multiclubes representaba un peligro para el deporte, mientras cortejaba a inversionistas afirmando que las normas relacionadas con este tipo de propiedad podrían relajarse con el nuevo formato de la Liga de Campeones.

El punto de tensión actual involucra una de las historias más célebres de la temporada del fútbol europeo que acaba de concluir: el club español Girona y su talentoso delantero brasileño de 20 años, Sávio.

En la temporada pasada de la liga española, el Girona terminó en el tercer lugar, su cuarto año en el máximo circuito del país. Con esta actuación, el equipo se ganó un lugar en la próxima temporada de la Liga de Campeones, la competencia de clubes más rica de Europa, y trasladó la atención de algunos de los clubes más importantes del continente hacia los mejores talentos del Girona.

Al momento de fichar a Sávio, el Manchester City tenía una ventaja. Su dueño, el hermano del gobernante de los Emiratos Árabes Unidos, es también el poseedor de la mayor participación accionaria del Girona. Por lo tanto, la próxima parada de la estrella revelación del Girona no parecía estar en duda. La noticia se confirmó casi por completo en febrero, cuando el influente de redes sociales Fabrizio Romano, quien se especializa en noticias de transacciones de jugadores, dio por cerrado el acuerdo.

"El Manchester City ha firmado todos los documentos para fichar a Sávio a partir del 1.° de julio", declaró Romano en un mensaje a sus más de 20 millones de seguidores en X, el cual empezaba con un emoticono de una sirena roja.

Sin embargo, los derechos por Sávio en realidad no le pertenecían al Girona. El jugador era un préstamo del club francés Troyes, que también es miembro del City Football Group.

Este tipo de participaciones múltiples se ha vuelto un lugar común en el fútbol mundial en la última media década: los datos de la UEFA, el órgano rector del fútbol europeo, han identificado más de 180 equipos en todo el mundo, que emplean a más de 6500 jugadores, y que ahora forman parte de redes de multiclubes.

Esto ha creado un problema para la UEFA. En el pasado, el organismo se había concentrado sobre todo en cómo la propiedad de los equipos afectaba sus competencias y había dictaminado que un único dueño no podía controlar varios equipos en el mismo evento.

No obstante, con el aumento del control de multiclubes y las quejas de los detractores sobre la integridad de los torneos más importantes de Europa --por no mencionar los temores de que los clubes históricos y orgullosos queden reducidos a meros equipos filiales--, la UEFA ha introducido cambios temporales en las normas.

Conforme la normativa corregida, si un dueño reduce sus participaciones en uno de sus clubes a menos del 30 por ciento, ambos equipos tendrían permitido disputar torneos de la UEFA, siempre y cuando también se aseguren de gestionarse por separado, sin compartir miembros de la directiva ni otros vínculos directos comerciales ni deportivos.

Estas normas solo se otorgarán una temporada, gracias a lo cual los dueños tendrán más tiempo para deshacerse de una participación en un club rival por debajo del umbral que exige la UEFA.

Ese tipo de arreglo ocurrió la temporada pasada con los dueños estadounidenses del AC Milán y el equipo francés Toulouse, lo que provocó que en noviembre se informara que Red Bird, la empresa que controla ambos equipos, estaba buscando un comprador para el Toulouse.

Sin embargo, las normas corregidas sobre la circulación de jugadores serán estrictas. Los clubes que participen en acuerdos de propiedad de multiclubes tendrán prohibido prestar e intercambiar jugadores entre sus equipos si participan en la misma competencia. (Esta norma también se implementó la temporada pasada al Milán y varios otros equipos).

Eso quiere decir que la tan anunciada llegada de Sávio al Manchester City, el campeón de la Liga Premier, tendría que ponerse pausa si tanto el City como el Girona juegan la Liga de Campeones la próxima temporada. Aún se le permitiría participar, pero sería improbable que lo haga con el uniforme celeste del City.

(La misma situación podría afectar un posible traspaso de Jean-Clair Todibo, un defensa del club francés Niza --propiedad de Ratcliffe-- al Manchester United. Tanto el United como el Niza se clasificaron para otra competición de la UEFA, la Liga Europa, la próxima temporada. "Entendemos el reglamento de la UEFA", señaló la empresa de Ratcliffe, INEOS, en un comunicado, en el que agregó: "Nuestro objetivo es que ambos clubes jueguen la Liga Europa. Estamos a la espera de la decisión de la UEFA").

City Football Group afirmó que había estado en contacto con representantes de la UEFA durante meses para encontrar una manera de autorizar la participación tanto del Manchester City como del Girona en la Liga de Campeones. Todos los clubes tenían como fecha límite el lunes pasado para presentar la documentación final.

La UEFA se rehusó a ofrecer comentarios sobre el acuerdo propuesto, pero se espera que el próximo mes se anuncie una decisión final sobre la elegibilidad de los equipos.

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