Cómo Mark Zuckerberg volvió a ser popular en Silicon Valley gracias a la inteligencia artificial

Meta sorprendió al lanzar una plataforma de IA accesible para todos los desarrolladores, fomentando la innovación tecnológica global sin restricciones

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Zuckerberg revoluciona la inteligencia artificial con un modelo de código abierto en Meta. (REUTERS/Carlos Barria)
Zuckerberg revoluciona la inteligencia artificial con un modelo de código abierto en Meta. (REUTERS/Carlos Barria)

El año pasado, cuando Mark Zuckerberg, director ejecutivo de Meta, anunció que su empresa iba a lanzar un sistema de inteligencia artificial, Jeffrey Emanuel tuvo sus reservas.

Emanuel, un hacker de medio tiempo y entusiasta de la inteligencia artificial a tiempo completo, había jugueteado con modelos de inteligencia artificial “cerrados”, incluido el de OpenAI, es decir que no se podía acceder al código subyacente de los sistemas ni modificarlo.

Cuando Zuckerberg le presentó el sistema de inteligencia artificial de Meta a un puñado de académicos solo con invitación, a Emanuel le preocupó que la tecnología quedara limitada a un pequeño círculo de personas.

Sin embargo, el verano pasado, cuando Zuckerberg lanzó un sistema de inteligencia artificial actualizado, lo hizo con un “código abierto” para que cualquiera pudiera copiarlo, modificarlo y reutilizarlo sin reservas.

Zuckerberg apoya que la IA esté disponible de manera generalizada y responsable. (EFE/EPA/Erik S. Lesser)
Zuckerberg apoya que la IA esté disponible de manera generalizada y responsable. (EFE/EPA/Erik S. Lesser)

Emanuel, fundador de la empresa emergente de cadena de bloques Pastel Network, quedó convencido. Él comentó que agradecía que el sistema de inteligencia artificial de Meta fuera potente y fácil de usar. Sobre todo, le encantó que Zuckerberg respaldara el código de los hackers y pusiera la tecnología a disposición del público, casi lo opuesto de lo que han hecho Google, OpenAI y Microsoft.

Zuckerberg es nuestro paladín”, opinó Emanuel, de 42 años. “Gracias a Dios tenemos a alguien que protege el espíritu del código abierto de estas otras grandes empresas”.

Zuckerberg se ha convertido en el ejecutivo tecnológico de más alto nivel en apoyar y promover el modelo de código abierto para la inteligencia artificial. Esto ha posicionado al multimillonario de 40 años de lleno en uno de los extremos del debate polarizador sobre si esta tecnología que podría cambiar al mundo es demasiado peligrosa como para estar disponible a cualquier programador que la quiera.

Microsoft, OpenAI y Google tienen una estrategia de inteligencia artificial más cerrada para proteger su tecnología, esto debido a lo que consideran un exceso de precaución. No obstante, Zuckerberg ha defendido con vehemencia que la tecnología debería estar abierta a todos.

Zuckerberg se ha convertido en el ejecutivo tecnológico de más alto nivel en apoyar y promover el modelo de código abierto para la inteligencia artificial. (EFE/Tasos Katopodis)
Zuckerberg se ha convertido en el ejecutivo tecnológico de más alto nivel en apoyar y promover el modelo de código abierto para la inteligencia artificial. (EFE/Tasos Katopodis)

“Esta tecnología es tan importante y las oportunidades son tan grandes que deberíamos abrir el código fuente y volverlo disponible de la manera más generalizada y más responsable posible, para que todo el mundo se pueda beneficiar”, comentó Zuckerberg en un vídeo de Instagram en enero de este año.

Esta postura ha convertido a Zuckerberg en el improbable hombre más admirado en muchas comunidades de desarrolladores de Silicon Valley, lo cual ha provocado que se hable de un “nuevo estilo mejorado” y una especie de “Renacimiento zuckerberista”.

A pesar de que el director ejecutivo sigue luchando contra el escrutinio sobre la desinformación y los problemas de seguridad infantil en las plataformas de Meta, muchos ingenieros, programadores, tecnólogos y otros han adoptado su postura de volver disponible la inteligencia artificial para las masas.

Desde el lanzamiento del primer modelo de inteligencia artificial de código abierto de Meta, LLaMA 2, en julio, el programa se ha descargado más de 180 millones de veces, según la empresa. Una versión más potente del modelo, LLaMA 3, la cual se lanzó en abril, llegó a una velocidad sin precedentes al primer puesto de las listas de descargas de Hugging Face, un sitio comunitario de código de inteligencia artificial.

La IA de código abierto de Meta ha tenido un impacto significativo desde su lanzamiento. (REUTERS/Dado Ruvic)
La IA de código abierto de Meta ha tenido un impacto significativo desde su lanzamiento. (REUTERS/Dado Ruvic)

Los desarrolladores han creado decenas de millas de sus propios programas personalizados de inteligencia artificial usando como base el software de inteligencia artificial de Meta para realizar de todo, desde ayudar a médicos a leer imágenes de radiología hasta crear un montón de chatbots que funcionan como asistentes digitales. .

“Le dije a Mark: ‘Creo que abrir el código de LLaMA es lo más popular que ha hecho Facebook en la comunidad tecnológica… punto’”, comentó Patrick Collison, director ejecutivo de la empresa de pagos Stripe, quien hace poco se unió a un grupo de asesoría estratégica de Meta para ayudar a la empresa a tomar decisiones estratégicas sobre su tecnología de inteligencia artificial.

Meta es dueña de Facebook, Instagram y otras aplicaciones.

La nueva popularidad de Zuckerberg en los círculos tecnológicos es impactante debido a su tenso historial con los desarrolladores. Durante dos décadas, a veces Meta les ha quitado apoyo importante a los programadores.

Por ejemplo, en 2013, Zuckerberg compró Parse, una empresa que creaba herramientas para desarrolladores, con el fin de atraer a programadores que crearan aplicaciones para la plataforma de Facebook. Tres años después, cerró la empresa, lo que molestó a los desarrolladores que habían invertido tiempo y energía en el proyecto.

LLaMA 2 de Meta se descargó más de 180 millones de veces desde julio. (REUTERS/Dado Ruvic)
LLaMA 2 de Meta se descargó más de 180 millones de veces desde julio. (REUTERS/Dado Ruvic)

Un vocero de Zuckerberg y Meta se rehusó a ofrecer comentarios. (The New York Times demandó el año pasado a OpenAI y su socio, Microsoft, por infracción de derechos de autor de contenidos periodísticos relacionados con sistemas de inteligencia artificial).

El software de código abierto tiene una larga historia en Silicon Valley, donde se han librado batallas tecnológicas significativas en torno a los sistemas abiertos contra los sistemas patentados o cerrados.

En los primeros días de internet, Microsoft competía por ofrecer el software que gestionaba la infraestructura de internet, pero a la postre acabó por perder frente a los proyectos de software de código abierto.

En épocas más recientes, Google abrió el código de su sistema operativo móvil Android para hacerle frente al sistema operativo cerrado de Apple, que hace funcionar al iPhone. Firefox, el navegador de internet, WordPress, una plataforma de blogs, y Blender, un popular conjunto de herramientas de software de animación, se crearon utilizando tecnologías de código abierto.

Meta se beneficia al aumentar la adopción de sus herramientas de software y hardware. (EFE/EPA/John G. Mabanglo)
Meta se beneficia al aumentar la adopción de sus herramientas de software y hardware. (EFE/EPA/John G. Mabanglo)

Zuckerberg, quien fundó Facebook en 2004, apoya desde hace tiempo la tecnología de código abierto. En 2011, Facebook puso en marcha Open Compute Project, una organización sin fines de lucro que comparte sin reservas diseños de servidores y equipos dentro de sus centros de datos.

En 2016, Facebook también desarrolló Pytorch, una biblioteca de software de código abierta que se ha utilizado de manera generalizada para crear aplicaciones de inteligencia artificial. La empresa también comparte planos de chips para computadora que ha desarrollado.

Mark es un gran estudioo de la historia”, opinó Daniel Ek, director ejecutivo de Spotify, quien considera a Zuckerberg como un confidente. “A lo largo de la historia en la industria de la computación, él ha visto que siempre han existido caminos cerrados y abiertos. Y su decisión predeterminada siempre ha sido optar por los abiertos”.

En Meta, la decisión de abrir el código de su inteligencia artificial fue controvertida. En 2022 y 2023, los equipos políticos y legales de la empresa apoyaron una estrategia más conservadora para el lanzamiento del software, por temor a una reacción negativa entre los reguladores de Washington y la Unión Europea.

Sin embargo, tecnólogos de Meta, como Yann LeCun y Joelle Pineau, quienes encabezan la investigación en inteligencia artificial, impulsaron el modelo abierto, el cual, según ellos, iba a beneficiar más a la empresa a largo plazo.

Zuckerberg ha sido un defensor del código abierto a lo largo de su carrera. (REUTERS/Carlos Barria)
Zuckerberg ha sido un defensor del código abierto a lo largo de su carrera. (REUTERS/Carlos Barria)

Los ingenieros ganaron. Zuckerberg estuvo de acuerdo en que, si el código era abierto, se podría mejorar y salvar más rápido, según mencionó en una publicación el año pasado en su página de Facebook.

Aunque abrir el código de LLaMA significa regalar código cuya creación le costó a Meta millas de millones de dólares sin una ganancia inmediata de la inversión, Zuckerberg lo considera un “buen negocio”. Mientras más desarrolladores utilizan las herramientas de software y hardware de Meta, mayor será la probabilidad de que se comprometan con su ecosistema tecnológico, lo cual ayuda a la empresa a posicionarse mejor.

La tecnología también ha servido para que Meta mejore sus sistemas internos de inteligencia artificial, pues ha ayudado a orientar la publicidad y las recomendaciones de contenido más relevantes en las aplicaciones de Meta.

“Está alineado por completo con los incentivos de Zuckerberg y cómo puede beneficiarse a Meta”, opinó Nur Ahmed, un investigador que estudia la inteligencia artificial en la Escuela de Administración y Dirección de Empresas Sloan del Instituto Tecnológico de Massachusetts. “LLaMA beneficia a todos”.

(c) 2024, The New York Times

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