Hong Kong condena a activistas prodemocracia en juicio sobre seguridad nacional

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Como parte de las medidas que ejerce China contra la oposición pacífica, un tribunal condenó a 14 personas.

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Catorce activistas por la democracia de Hong Kong fueron condenados el jueves por cargos relacionados con la seguridad nacional, y se suman así a las filas de otras decenas de personas --en su día la vanguardia de la oposición de la ciudad-- que pueden convertirse ahora en una generación de presos políticos.

Las autoridades habían acusado a 47 figuras prodemocráticas, entre ellas Benny Tai, ex profesor de Derecho, y Joshua Wong, líder de las protestas y fundador de un grupo estudiantil, de conspiración para cometer actos de subversión. De ellos, 31 ya se habían declarado culpables. El jueves, los jueces elegidos por el líder de Hong Kong, que cuenta con el respaldo de Pekín, condenaron a 14 de los activistas restantes y absolvieron a otros dos. La acusación conlleva una pena máxima de cadena perpetua.

Las condenas muestran cómo las autoridades han utilizado los amplios poderes de una ley de seguridad nacional impuesta por Pekín para reprimir la disidencia en amplios sectores de la sociedad. La mayoría de los acusados ya habían pasado al menos los tres últimos años detenidos antes de que concluyera el juicio, que duró 118 días.

Algunos de los acusados son antiguos legisladores que se incorporaron a la política tras la devolución de Hong Kong al dominio chino por los británicos en 1997. Otros son activistas y legisladores que han abogado por la autodeterminación de Hong Kong con tácticas más agresivas. Varios, como Wong, que saltó a la fama como activista adolescente, estaban entre los estudiantes que protagonizaron grandes ocupaciones callejeras en 2014 por el derecho al voto.

Su delito: celebrar unas elecciones primarias para mejorar sus posibilidades en los comicios de toda la ciudad.

"El mensaje de las autoridades es claro: ya no se tolerará ningún activismo opositor, ni siquiera del tipo moderado", dijo Ho-fung Hung, experto en política hongkonesa de la Universidad Johns Hopkins.

Los activistas prodemocracia han afirmado que se limitaban a defender los derechos de los residentes de Hong Kong ante el creciente control de Pekín sobre la ciudad. La alarma pública por la reducción de las libertades en Hong Kong había desencadenado enormes protestas, a veces violentas, en 2019 y principios de 2020, lo que constituyó el mayor desafío a la autoridad china desde 1989.

En respuesta, China impuso una ley de seguridad nacional en Hong Kong en 2020, con la cual entregó a las autoridades una poderosa herramienta para acorralar a los críticos, como las 47 personas enjuiciadas, entre ellas Tai, el profesor que había sido uno de los principales estrategas del campo prodemocrático, y Claudia Mo, exlegisladora y activista veterana.

Las autoridades los acusaron de "conspiración para cometer subversión" por sus esfuerzos en 2020 para organizar o participar en unas elecciones primarias no oficiales previas a la votación para los escaños del Consejo Legislativo.

En el pasado, los activistas prodemocracia habían celebrado primarias, sin problemas, para seleccionar a los candidatos que se presentarían a la elección del líder de la ciudad, dijo Hung.

"El hecho de que fueran detenidos y condenados e incluso encarcelados durante tanto tiempo antes del veredicto pone de manifiesto un cambio fundamental en el entorno político de Hong Kong: las elecciones libres, incluso la pretensión de unas elecciones libres, han desaparecido", afirmó Hung.

El caso que las autoridades hongkonesas habían presentado contra los activistas es complicado, y se basa en gran medida en un escenario que no se ha producido. Según la fiscalía, las elecciones primarias no oficiales eran problemáticas porque el bloque prodemocracia las utilizaba para obtener la mayoría en la asamblea legislativa, lo que les permitiría intentar subvertir el gobierno. Acusan a los activistas de conspirar con el fin de utilizar esa mayoría para vetar "indiscriminadamente" el presupuesto del gobierno y, en última instancia, obligar al líder de la ciudad a dimitir.

Los jueces dictaminaron que, de llevarse a cabo, el plan habría provocado una "crisis constitucional", constitutiva de subversión según la ley de seguridad nacional.

Las autoridades aplazaron las elecciones, invocando la pandemia. Cuando se celebraron a finales de 2021, los activistas ya habían sido detenidos y las normas electorales se habían modificado para inhabilitar de hecho a los candidatos prodemocracia.

El juicio de los 47 comenzó en febrero del año pasado, tras largos retrasos procesales.

De los acusados, 31 se declararon culpables, incluido Wong, quien desde 2020 ha cumplido penas de prisión en otros casos relacionados con su activismo. Cuatro de ellos --Au Nok-hin, exlegislador; Andrew Chiu y Ben Chung, ex funcionarios de distrito, y Mike Lam, propietario de una cadena de supermercados con ambiciones políticas-- testificaron para la fiscalía a cambio de una sentencia reducida.

Entre los 14 acusados que fueron condenados el jueves se encontraban Leung Kwok-hung, un veterano activista conocido como "Pelo Largo" que impulsó políticas de bienestar para personas ancianas y pobres; Lam Cheuk-ting, un investigador anticorrupción convertido en legislador, y Gwyneth Ho, una antigua periodista. Los dos acusados que fueron absueltos fueron Lawrence Lau, abogado, y Lee Yue-shun, trabajador social. (Los fiscales dijeron que tenían intención de apelar las absoluciones).

Tras conocerse el veredicto, los familiares de algunos de los acusados se abrazaron y lloraron fuera del juzgado. Johnson Yeung, un activista de los derechos humanos que asistió a la audiencia, dijo que le dolía el veredicto, aunque era el que él y muchos otros anticiparon.

"Pensé en el rostro de cada uno de los acusados y en los amigos que siguen en la cárcel. Eso me entristeció. Me dieron ganas de abrazarlos", dijo.

Desde que los activistas fueron detenidos en masa, la ciudad prácticamente ha eliminado las voces de la oposición en sus instituciones políticas. Solo a los "patriotas" aprobados se les permitió presentarse a las elecciones legislativas de la ciudad en 2021. En marzo, Hong Kong aprobó su propia ley de seguridad nacional con extraordinaria rapidez, a instancias de Pekín.

El martes, la ciudad utilizó por primera vez la nueva ley de seguridad nacional para detener a seis personas, entre ellas la activista Chow Hang-tung, por publicar presuntamente "material sedicioso" en internet. (Chow ya está en prisión por otros cargos).

Los observadores afirman que los casos políticos están poniendo a prueba la tan cacareada independencia judicial de la ciudad. Está en marcha un juicio contra Jimmy Lai, magnate de los medios de comunicación y crítico declarado de Pekín. Hace unas semanas, un tribunal accedió a la petición del gobierno de prohibir una popular canción de protesta, lo que suscitó preocupación sobre la libertad de expresión.

El interminable proceso judicial de los 47 demócratas y su prolongada detención han tenido un alto coste personal para los acusados. Uno de los ex legisladores, Wu Chi-wai, perdió a su padre y a su madre estando él entre rejas. Muchos de los acusados son padres de niños pequeños.

"Casi todos ellos están viendo cómo sus propias vidas quedan en suspenso: se trata de algunos de los mejores y más brillantes de Hong Kong, todos los cuales han visto truncadas sus carreras mientras soportan mes tras mes entre rejas", declaró Thomas Kellogg, director ejecutivo del Centro de Derecho Asiático de Georgetown. "Una historia verdaderamente triste".

Algunos activistas han querido destacar lo que consideran la resistencia de los acusados en los últimos años. Owen Chow, un activista de 27 años que estaba entre los condenados, había estudiado las escrituras budistas y los escritos de Thich Nhat Hanh, un monje vietnamita y activista por la paz, mientras estaba en la cárcel, según sus amigos, que publicaron actualizaciones sobre él en las redes sociales en su nombre. Lee, el trabajador social que fue absuelto, escribió en Facebook que se había licenciado en Derecho mientras estaba en libertad bajo fianza.

"Esto demuestra que tanto si estás en la cárcel como fuera de ella, no importa en qué situación te encuentres, puedes encontrar algo significativo que hacer, incluso cuando hay muchas restricciones", dijo Yeung, el activista que asistió a la audiencia.

Durante la sentencia, que tendrá lugar en una fecha posterior, se espera que los acusados sean clasificados por niveles, según los juristas. Los considerados "delincuentes principales" podrían ser condenados a penas de entre 10 años y cadena perpetua. Los "participantes activos", entre 3 y 10 años de cárcel. Otros que sean declarados culpables podrían ser encarcelados o sometidos a "restricciones" no especificadas durante un máximo de tres años.

Tiffany May es una reportera con sede en Hong Kong que cubre la política, los negocios y la cultura de la ciudad y de la región en general. Más de Tiffany May

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