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Las nuevas normas permitirán a los empresarios cubanos abrir cuentas bancarias en Estados Unidos, lo que facilitará su crecimiento y animará a otros cubanos a crear empresas.
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El gobierno de Joe Biden, en una importante medida de apoyo al sector privado cubano en crecimiento, anunció el martes nuevas normas que permitirán por primera vez a los empresarios de la isla abrir cuentas bancarias en Estados Unidos y realizar transacciones en línea a distancia.
La flexibilización de las normas bancarias podría impulsar a los empresarios a crecer y animar a más cubanos a poner en marcha pequeños negocios, dijeron funcionarios del gobierno de Biden, y tiene por objeto ayudar a los cubanos que se enfrentan a dificultades en medio de la crisis económica del país.
Hasta ahora, como parte del estricto embargo económico que Estados Unidos mantiene desde hace tiempo contra Cuba, los propietarios privados no podían acceder a los bancos estadounidenses y han tenido que depender en gran medida de las remesas en efectivo de sus familiares en el extranjero para financiar sus negocios.
El Departamento del Tesoro de EE. UU. dijo que las nuevas normas se aplicarían solo a los "empresarios independientes del sector privado" que no tuvieran relación con el Partido Comunista de Cuba, los militares, los miembros de la Asamblea Nacional del Poder Popular Cuba o cualquier persona incluida en una lista de funcionarios sujetos a sanciones de Estados Unidos.
El gobierno de Cuba no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
En 2021, en un cambio radical que se produjo décadas después de que los líderes revolucionarios cubanos nacionalizaron la economía e ilegalizaron las empresas privadas en la década de 1960, el gobierno cubano autorizó la creación de pequeñas y medianas empresas privadas.
Desde entonces, esas empresas han crecido significativamente, importando el año pasado aproximadamente la misma cantidad de bienes que el gobierno cubano, según las autoridades de Cuba.
Los economistas cubanos calculan que el sector privado representa ahora casi un tercio de todo el empleo en la isla, con más de 11.000 licencias concedidas a empresas privadas. Cada empresa privada puede contratar un máximo de 100 empleados.
En virtud de la nueva normativa bancaria, los empresarios independientes cubanos del sector privado podrán "mantener y utilizar una cuenta bancaria estadounidense para realizar transacciones autorizadas o exentas", según un anuncio de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro.
El anuncio también elimina la prohibición de los servicios de comunicaciones basados en la nube a través de internet como videoconferencias, juegos electrónicos y plataformas de aprendizaje electrónico, así como el almacenamiento remoto de datos.
Las nuevas reglas también facilitarán el envío de remesas a Cuba al revertir una medida impuesta por el gobierno de Trump que prohibía a los bancos estadounidenses procesar transacciones que involucraran a Cuba mediante el envío de dinero a bancos en terceros países que luego transferirían los fondos.
Los cubanos más jóvenes prefieren ganar salarios en el sector privado en vez de trabajar para el Estado, dijo un alto funcionario gubernamental que informó a los periodistas el martes y habló con la condición de mantener su anonimato para poder comentar las delicadas relaciones diplomáticas.
Está surgiendo una clase de empresarios independientes, añadió el funcionario, y, en un giro irónico, el gobierno comunista ahora depende de las empresas privadas para suministrar alimentos y otras necesidades básicas.
El gobierno de Biden cree que las medidas son necesarias debido a las terribles condiciones económicas de Cuba, que han hecho que más de 500.000 cubanos hayan tenido que abandonar el país en los últimos dos años, la gran mayoría de ellos con destino a Estados Unidos.
El funcionario dijo que el sector privado estaba sirviendo de salvavidas para muchos cubanos.
Estados Unidos sigue imponiendo muchas otras restricciones a Cuba, incluidos los viajes a la isla. Si bien el gobierno de Obama logró que hubiese una apertura para que los estadounidenses visitaran Cuba, algunas de esas restricciones se volvieron a imponer durante la gestión del expresidente Donald Trump, lo que limitó el turismo estadounidense.
El anuncio fue recibido con sorpresa y elogios por algunos propietarios del sector privado cubano y sus partidarios en Estados Unidos.
"Este anuncio es muy positivo para el sector privado cubano, ya que le permite operar de manera legal sus cobros en Estados Unidos", dijo Aldo Álvarez, un abogado radicado en La Habana que dirige un negocio privado de venta mayorista de alimentos.
Las regulaciones se presentaron el año pasado, pero el gobierno dio marcha atrás después de una reacción violenta de algunos cubanoestadounidenses, incluidos los legisladores, en el sur de Florida. Muchos argumentaron que la medida del gobierno cubano de legalizar los negocios privados era una treta de los líderes comunistas para capear la crisis económica y aferrarse al poder.
María Elvira Salazar, representante republicana que es cubanoestadounidense y que representa a un distrito del sur de Florida que incluye parte de Miami, respondió que las medidas del gobierno de Biden ignoraban la situación de los derechos humanos en Cuba.
"Esto sería una burla a las leyes estadounidenses, considerando que no se ha hecho ningún progreso hacia la libertad en la isla y que la represión se ha intensificado", publicó Salazar en X.
Pero otros líderes cubanos del sur de Florida elogiaron la acción.
"Felicito al gobierno de Biden por su compromiso con la sociedad civil, y este motor económico que está ayudando a transformar las vidas de millones de cubanos individuales", dijo Joe García, un cubanoestadounidense de Miami y exrepresentante de Estados Unidos que está a la vanguardia de la promoción del sector privado en Cuba.
Los expertos en política cubana afirman que las medidas podrían cambiar las reglas del juego para los empresarios cubanos que han tenido que recurrir a triangulaciones financieras, como las remesas, para pagar las importaciones que necesitan para gestionar sus negocios. Entre ellos hay una amplia gama de empresas como supermercados, restaurantes, bares, almacenes y empresas tecnológicas.
Gran parte de su negocio depende de los exiliados cubanos que hacen compras por internet para sus familiares en la isla o envían remesas en efectivo.
Sin embargo, no está claro hasta qué punto los bancos estadounidenses estarán dispuestos a hacer negocios en Cuba.
El país se enfrenta a algunas de las sanciones económicas estadounidenses más duras del mundo, incluida su designación como "Estado patrocinador del terrorismo".
Los expertos en Cuba dijeron que eso podría darles a los bancos razones para detenerse antes de abrir cuentas bajo las nuevas regulaciones.
Pedro A. Freyre, abogado y director de asuntos internacionales en un importante bufete de abogados en Miami, dijo que la designación de terrorismo "tiene un efecto amedrentador y los bancos se dedican a sobrecumplir".
"Pero la nueva normativa aportará más claridad respecto al sector privado", añadió. "Hasta ahora hemos estado tropezando en la oscuridad".