La CIJ ordena que Israel pare la ofensiva contra Rafah

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El fallo de la Corte Internacional de Justicia agrava el aislamiento internacional de Israel, pero el tribunal carece de poderes coercitivos.

La Corte Internacional de Justicia dictaminó el viernes que Israel debe detener inmediatamente su ofensiva militar en la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, asestando un nuevo golpe al país, que se enfrenta a un creciente aislamiento internacional.

El tribunal no tiene medios para hacer cumplir sus órdenes, e Israel dijo que la redacción del fallo dejaba cierto margen para la interpretación. Los políticos israelíes de línea dura prometieron de inmediato que Israel no acataría la sentencia.

Aun así, el fallo de 13-2 aumenta la presión sobre el gobierno de Benjamín Netanyahu por la conducción de la guerra. Las autoridades gazatíes afirman que al menos 35.000 personas han muerto, sin distinguir entre combatientes y civiles, y cientos de miles se han visto obligadas a huir repetidamente para evitar los bombardeos israelíes, que han devastado la mayor parte del lugar.

"La corte considera que, de conformidad con las obligaciones contraídas en virtud de la Convención sobre el genocidio, Israel debe detener inmediatamente su ofensiva militar y cualquier otra acción en la gobernación de Rafah que pueda infligir al grupo palestino de Gaza condiciones de vida que puedan provocar su destrucción física total o parcial", declaró el presidente de la corte, Nawaf Salam, al leer la sentencia.

La decisión es la más reciente de una serie de reproches a Israel por el desarrollo de su guerra contra Hamás en la franja de Gaza.

El tribunal hizo hincapié en la necesidad de que "todas las partes implicadas proporcionen sin trabas y a gran escala los servicios básicos y la ayuda humanitaria que se necesitan urgentemente", lo que incluye mantener abiertos los pasos fronterizos terrestres y, en particular, el paso fronterizo de Rafah, que Israel tomó hace más de dos semanas. Ordenó a Israel que tomara "inmediatamente todas las medidas efectivas para garantizar y facilitar el acceso sin trabas" de los investigadores de las Naciones Unidas a Gaza. Los jueces también ordenaron a Israel que en el plazo de un mes presentara un informe sobre las medidas que había adoptado para aplicar la decisión.

Un equipo jurídico sudafricano había instado la semana pasada a la Corte Internacional de Justicia, máximo tribunal de las Naciones Unidas, a que pusiera más restricciones a la incursión israelí en Rafah, afirmando que era "el último paso en la destrucción de Gaza y de su pueblo".

El ejército israelí ha declarado que, desde principios de mayo, lleva a cabo una ofensiva precisa y selectiva contra Hamás en Rafah, y que combate en barrios cercanos al corazón de la ciudad. Más de un millón de personas que huyeron de otras partes de Gaza se refugiaban en Rafah, pero la mayoría ha huido este mes.

El fiscal general adjunto de Israel para el derecho internacional, Gilad Noam, y otros abogados israelíes rechazaron las alegaciones ante el tribunal la semana pasada, calificando el caso de "inversión de la realidad".

En un comunicado, el gobierno israelí afirmó que su ejército "no ha emprendido ni emprenderá" acciones que conduzcan a la destrucción parcial o total de la población civil de Rafah. En efecto, afirmó que la decisión de la corte no afecta a la ofensiva israelí porque el ejército no está cometiendo los actos prohibidos.

Las imágenes por satélite de Rafah del 22 de mayo mostraban daños y lugares despejados que se adentraban unos seis kilómetros en Gaza, desde la frontera con Israel hacia el centro de Rafah.

Algunos aliados de extrema derecha de Netanyahu denunciaron la orden judicial y sugirieron que Israel no debería acatarla. "Debería haber una respuesta: la conquista de Rafah, la escalada de la presión militar y el destrozo total de Hamás hasta la consecución de la victoria total", dijo Itamar Ben-Gvir, ministro de Seguridad Nacional.

Adil Haque, profesor de Derecho en la Escuela de Derecho de Rutgers, dijo que la sentencia restringe la ofensiva de Israel en Rafah y sus alrededores, pero le deja cierto margen para defenderse.

"Es probable que las operaciones militares a gran escala en Rafah o sus alrededores queden descartadas porque provocarían muertes y desplazamientos masivos de civiles", afirmó. "Pero las operaciones selectivas para responder específicamente al lanzamiento de cohetes o para rescatar rehenes, en principio, deberían seguir sobre la mesa".

"Israel puede tomar el camino legalmente seguro y mantener sus operaciones estrictamente limitadas", añadió, "o puede tomar el camino legalmente arriesgado y poner a prueba la paciencia de la corte".

Dire Tladi, juez sudafricano de la corte, aclaró en una opinión separada que "las acciones defensivas legítimas, dentro de los límites estrictos del derecho internacional, para repeler ataques específicos", serían coherentes con el fallo del tribunal. Pero "la continuación de la operación militar ofensiva en Rafah y en otros lugares" no lo sería.

Sudáfrica argumentó que el control de Israel sobre los dos principales pasos fronterizos del sur de Gaza, en Rafah y Kerem Shalom, impedía la entrada de suficiente ayuda, sumiendo a Gaza en "niveles de necesidad humanitaria sin precedentes". Según datos de la ONU, están entrando pocos camiones de ayuda, pero sí han entrado en el enclave muchos camiones comerciales, que transportan mercancías para vender y no para distribuir gratuitamente.

Las audiencias forman parte del caso de Sudáfrica, presentado en diciembre, que acusa a Israel de genocidio, algo que Israel niega rotundamente. A finales de enero, el tribunal ordenó a Israel que hiciera más para evitar actos de genocidio, pero no llegó a pedir un alto al fuego. No se espera que la parte principal del caso, relativa al genocidio, comience hasta el próximo año.

En marzo, en su lenguaje más contundente hasta ese momento, la corte ordenó a Israel que dejara de obstruir la ayuda humanitaria a Gaza mientras se extendía la hambruna, abriera más pasos fronterizos para los suministros y cooperara "plenamente" con las Naciones Unidas.

Salam dijo que la situación en Gaza se había deteriorado desde marzo y ahora "debía calificarse de desastrosa".

Israel lanzó su operación militar en represalia por los ataques del 7 de octubre que, según las autoridades, causaron la muerte de 1200 personas y el secuestro de otras 250 en Gaza. El tribunal reiteró su llamamiento a la "liberación inmediata e incondicional" de los rehenes que siguen en manos de Hamás y otros grupos armados en Gaza.

Lauren Leatherby colaboró con reportería.

Gaya Gupta es periodista becaria de la sección Live de The New York Times. Más de Gaya Gupta

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