(A Conversation With)
Hoy en día, la marihuana está en un mundo de Willy Wonka: barras de chocolate, paletas, gomitas de sabores exóticos, por no hablar de los porros, los vaporizadores, las bebidas y demás. Veinticuatro estados y el distrito de Columbia han legalizado la venta de marihuana para uso recreativo, lo que ha impulsado la innovación, ha reducido los precios y ha hecho que la droga --más potente que nunca-- esté ampliamente disponible. El gobierno de Biden recomendó la semana pasada flexibilizar las regulaciones federales sobre el cannabis.¿Qué significa todo esto para los adolescentes?Algunos estudios han demostrado que el consumo de marihuana puede perjudicar el cerebro en desarrollo. Algunas cepas nuevas se han vinculado con la psicosis. A muchos expertos de la salud les preocupa que flexibilizar las leyes sobre el cannabis conduzca a un mayor consumo de la droga entre los menores de edad. Pero Rebekah Levine Coley, psicóloga del desarrollo del Boston College, no está tan segura de eso.En abril, Coley y sus colegas publicaron un estudio en JAMA que examinó los patrones de consumo de drogas entre 900.000 estudiantes de bachillerato de 2011 a 2021, utilizando datos reportados por los encuestados de la Youth Risk Behavior Survey. Descubrieron que menos personas menores de edad reportaron haber consumido cannabis en el mes anterior en los estados donde la droga había sido legalizada. Pero también encontraron que en los 18 estados que habían legalizado el cannabis y permitido la venta minorista de la droga, algunos adolescentes que consumían la droga lo hacían con más frecuencia. El efecto neto fue una disminución uniforme o leve en el consumo de cannabis entre los adolescentes.Coley habló con The New York Times sobre el estudio y sus implicaciones para las políticas estatales y federales en cuanto a la droga. Esta conversación ha sido editada y resumida para mayor claridad.P: Parece sensato suponer que la legalización de la marihuana conduciría a un mayor consumo por parte de los jóvenes.R: Sí, el sentido común podría alegar que a medida que el cannabis se legalice, será más accesible. Habrá menos repercusiones legales potenciales, por lo que aumentaría la disponibilidad y el uso.No encontramos eso con los adolescentes. De hecho, estamos viendo declives muy pequeños en el consumo de cannabis en los estados que legalizaron el cannabis para uso recreativo, así como declives en el consumo de alcohol y cigarrillos electrónicos.P: ¿Cuál es la conexión con esas sustancias?R: Hay diferentes teorías. Algunos sostienen que los sujetos suelen consumir sustancias juntas. Entonces, si aumenta el consumo de una sustancia, es probable que aumente el consumo de otras sustancias. De manera similar, si disminuyes una sustancia, también podrías disminuir otras sustancias.P: ¿Por qué el consumo de marihuana disminuiría ahora que se está legalizando?R: Una posible explicación es que trasladar el cannabis del mercado ilegal y de las ventas callejeras al mercado legal, donde el acceso está restringido para personas menores de 21 años, en realidad ha reducido el acceso para los adolescentes.Otra teoría es que a medida que el cannabis se ha legalizado, los padres y otras personas son más conscientes del posible acceso de sus hijos, por lo que los padres están teniendo más conversaciones con los adolescentes sobre los riesgos potenciales o imponiendo una mayor supervisión.P: El alcohol era legal en generaciones anteriores y los padres lo sabían, pero el consumo excesivo de alcohol se disparó en las décadas de 1980 y 1990. ¿En qué se diferencia la situación actual?R: Hay diversos tipos de concientización. Algunas de las campañas de salud pública sobre los peligros de los cigarrillos y las graves implicaciones para la salud del consumo de tabaco definitivamente han tenido un efecto en la reducción del consumo, en particular entre los jóvenes, y en impedir que las personas incluso comiencen a consumirlos. También hemos visto cierto éxito en ralentizar el auge extremadamente veloz de los cigarrillos electrónicos.También es importante señalar que el consumo de sustancias, en general, ha disminuido de manera bastante notable entre los adolescentes.Otra teoría es que existe una tendencia creciente entre los adolescentes hacia la superación y el autocontrol, así como contra el hedonismo, y a pasar mucho menos tiempo con sus compañeros. Pero estas explicaciones pueden ayudar a explicar solo tendencias generales en las conductas de riesgo y el consumo de sustancias entre adolescentes. No explican las diferencias que encontramos entre estados, en las que la legalización del cannabis para uso recreativo se vinculó con la reducción del consumo de sustancias.P: Encontraste algunas tendencias que entraban en conflicto. ¿Puedes explicarlas?R: Encontramos que después de que los estados permitieron la venta comercial legal de cannabis para adultos de 21 años en adelante, aumentó el número de adolescentes que informaron no haber consumido cannabis en el mes anterior. Al mismo tiempo, entre los adolescentes que eran consumidores, aumentó su frecuencia de consumo. Esto es un problema porque el consumo temprano y excesivo de cannabis es particularmente preocupante.P: ¿Existe algún otro punto en común entre los estados que legalizaron el cannabis que pudiera explicar los patrones en el consumo de los adolescentes?
R: Es posible. Es cierto que nos adaptamos a muchas características estatales, como las tasas de desempleo y otras políticas de uso de sustancias que podrían indicar una cultura estatal y un contexto político más liberal o conservador en general. Pero eso todavía no nos permite probar de forma definitiva esa causa y efecto, es decir, si la legalización está provocando cambios en el consumo de sustancias entre los jóvenes.P: Estás mostrando una correlación.R: Correcto. La causa y efecto sigue siendo una pregunta abierta.P: ¿Cómo afectan estos resultados tu opinión sobre los cambios de políticas que podrían flexibilizar las leyes sobre el cannabis a nivel federal?R: La evidencia ofrece cierta esperanza de que una mayor legalización, incluso a nivel federal, no conducirá a aumentos sustanciales en el consumo por parte de los adolescentes. Dicho esto, sabemos que el consumo de cannabis en adolescentes tiene implicaciones potenciales notables para la salud. Por ejemplo, el vapeo y el consumo de productos de cannabis comestibles son particularmente atractivos para los adolescentes, así como más difíciles de dosificar, y hay pruebas sólidas de que el consumo más temprano de sustancias está relacionado con una mayor probabilidad de abuso y dependencia. Por lo tanto, seguir monitoreando el consumo de cannabis y otras sustancias entre adolescentes sigue siendo un tema clave de salud pública.
Rebekah Levine Coley, psicóloga del desarrollo del Boston College que, junto con sus colegas, publicó un importante estudio en JAMA sobre los patrones de consumo de drogas entre estudiantes de bachillerato, en su casa de Arlington, Massachusetts, el 10 de mayo de 2024. (Kayana Szymczak/The New York Times).