En 'El planeta de los simios: nuevo reino', la mitología se convierte en poder

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MoviesBall, Wes (1980- )Kingdom of the Planet of the Apes (Movie)

En la más reciente entrega de esta saga de ciencia ficción, seguimos buscando por algo "mejor que los humanos".

Para ser una saga con una premisa ridícula --¿qué pasaría si unos simios parlantes derrocaran a la humanidad?--, el universo de El planeta de los simios es extraordinariamente reflexivo, incluso perspicaz. Si la ciencia ficción nos sitúa en un universo lo suficientemente diferente como para que preguntas osadas superen nuestras barreras mentales, esta saga representa uno de los mejores ejemplos. Esa misma premisa, lanzada con actores disfrazados de simios en la película original de 1968, ha dado a los escritores mucho material, y han abordado temas como el racismo, el autoritarismo, la brutalidad policial y, en entregas posteriores, el desmoronamiento de la sociedad humana por un virus brutal y veloz. (Ay).

Esas entregas más recientes centradas en el virus, una trilogía estrenada entre 2011 y 2017, son de las mejores de la saga y merece la pena volver a verlas. La nueva película, El planeta de los simios: nuevo reino, retoma la historia exactamente donde la dejó la trilogía: con la muerte de César, el chimpancé ultrainteligente que ha alejado a los simios de lo que queda de humanidad y los ha conducido a un paraíso. (La escena es una referencia directa de la historia de Moisés guiando a los israelitas a la tierra prometida, pero muriendo antes de poder poner un pie allí). Los simios honran su memoria y juran mantener sus enseñanzas, especialmente la primera máxima: "simio no mata simio". César predicó un evangelio de paz, lealtad, generosidad, no agresión y cuidado de la tierra; a diferencia de los humanos, pretenden vivir en armonía.

Las enseñanzas de los profetas pacíficos, sin embargo, tienden a ser tergiversadas por quienes buscan acumular poder, y al parecer esto no es solo un problema humano. El planeta de los simios: nuevo reino, dirigida por Wes Ball a partir de un guion de Josh Friedman, avanza casi inmediatamente "muchas generaciones" (los años importan menos en este mundo poshumano), y lo inevitable ha sucedido. Los simios se han dividido en tribus, mientras que César ha pasado de figura histórica a mítica, venerada por algunos y olvidada por la mayoría.

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Incluso la existencia de César es desconocida para Noa (Owen Teague), un joven chimpancé cuyo padre, Koro (Neil Sandilands), es líder de su clan y un ávido criador de pájaros. Ese clan tiene sus propias leyes, que tienen que ver sobre todo con cómo tratar los nidos de los pájaros, y eso es todo lo que Noa y sus amigos Anaya (Travis Jeffery) y Soona (Lydia Peckham) han conocido.

Pero un día ocurre una tragedia, en forma de un ataque al clan por parte de los soldados de Próximo César (Kevin Durand), el líder de un clan de simios costeros. Noa se encuentra solo en busca de su clan, el cual ha sido tomado. En su viaje, Noa conoce a una humana (Freya Allen) que, como los demás humanos, no habla.

En este punto de la evolución del virus, las mutaciones han dejado a toda la humanidad superviviente muda y torpe, viviendo en bandas errantes y huyendo de los depredadores; para los simios es tan absurdo imaginar a un humano que habla como lo es para nosotros un simio que habla. Pero también conoce a Raka (Peter Macon), quien cree es el último de los fieles seguidores de las pacíficas enseñanzas de César, e incluso lleva colgado del cuello el símbolo en forma de diamante de César (los espectadores con ojos de águila recordarán que el símbolo recuerda la forma de la ventana de la habitación en la que César se crió de bebé). Noa aprende de Raka. Y cuando encuentra lo que buscaba, se da cuenta de que tiene un importante trabajo que hacer.

El planeta de los simios: nuevo reino no es tan transportadora como la trilogía anterior, quizá porque los simios actúan ahora tan parecidos a los humanos que la fructífera disonancia en nuestras mentes se ha mitigado en su mayor parte. Cuando todos hablan, es más fácil imaginar que los simios no son más que dobles humanos y, por lo tanto, es más fácil imaginar que estamos viendo, por ejemplo, algo como El rey león.

Pero aun hay mucho que reflexionar aquí, como a Proximo César, quien toma prestada la idea de César para apuntalar su propia versión de liderazgo. El verdadero César era sin duda fuerte y valiente, pero Próximo César ha mutado esto en fanfarronería y demostraciones de fuerza, una agresividad diseñada para mantener el control sobre sus simios. No es exactamente despiadado; simplemente es insistentemente poderoso y más que un poco fascista. Todas las mañanas saluda a sus súbditos proclamando que es un "día maravilloso", que él es el legítimo heredero de César y que todos deben trabajar unidos para construir una civilización cada vez más fuerte.

Las señales visuales indican que el reino de Próximo César se inspira en parte en el imperio romano, con su influencia colonizadora y su intención de acaparar las riquezas del antiguo mundo humano --su historia, su trabajo, su tecnología-- para sus propias arcas. Al contar su versión del legado de César, Próximo César hace creer a los simios que forman parte de una poderosa e imparable fuerza de la historia.

Pero, por supuesto, la historia tiene la costumbre de repetirse, ya sea en la antigua Roma o en Egipto, y en las proclamas de Próximo César se detecta un poco de Ozymandias: ¡Mirad sus obras, poderosos, y desesperad! El planeta de los simios: nuevo reino está ambientada en el futuro, pero al igual que muchas obras de ciencia ficción --Duna, por ejemplo, o Battlestar Galactica o Cántico por Leibowitz de Walter Miller-- existe la sensación de que todo esto ya ha sucedido antes y volverá a suceder.

Eso es lo que hace que, al final, El planeta de los simios: nuevo reino sea poderosa. Analiza cómo el acto de cooptar idealismos y convertirlos en dogmas se ha producido muchas veces. Y lo que es más, apunta directamente al inmenso peligro de idealizar el pasado, imaginando que si solo pudiéramos reclamar, replantear y resucitar la historia, nuestros problemas actuales estarían resueltos. Las épocas doradas rara vez lo fueron, pero la historia está plagada de líderes que intentaron hacer creer a la gente que lo eran. Es una buena manera de hacer que la gente cumpla sus órdenes.

Hacia el final de El planeta de los simios: nuevo reino, se dan algunas pistas sobre lo que podría ser el futuro de la franquicia, en caso de que se decida continuar. Pero la inquietante diversión de la serie es que ya sabemos lo que va a pasar; estaba ahí, en la primera película, y la advertencia que plantea sigue siendo sombría.

Al principio de la película de 1968, la estrella Charlton Heston explica: "No puedo evitar pensar que en algún lugar del universo tiene que haber algo mejor que los humanos". Cabría esperar, en una película como esta, que esa especie "mejor" fueran estos simios. Pero resulta que quizás tendremos que seguir buscando.

El planeta de los simios: nuevo reino

Calificada PG-13, por escenas de peligro y desgracia y un par de palabrotas leves y divertidas. Duración: 2 horas 25 minutos. En cines.

Director: Wes Ball

Guionistas: Josh Friedman, Rick Jaffa, Amanda Silver

Protagonistas: Freya Allan, Kevin Durand, Dichen Lachman, William H. Macy, Owen Teague

Calificación: PG-13

Duración: 2h 25m

Géneros: Acción, aventura, ciencia-ficción

Alissa Wilkinson es crítica de cine del Times. Ha estado escribiendo sobre películas desde 2005. Más de Alissa Wilkinson

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