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El tratamiento de cáncer del rey continuará, pero los médicos están "satisfechos con los progresos realizados hasta ahora", dijo un portavoz del palacio.
El rey Carlos III volverá a sus funciones públicas la próxima semana, anunció el viernes el palacio de Buckingham, una señal alentadora de su recuperación, casi tres meses después de que revelara que tenía cáncer, y un alivio palpable para un país ansioso por otro cambio desgarrador en la monarquía británica.
Carlos y su esposa, la reina Camila, marcarán su regreso con una visita a un centro oncológico el martes, donde se reunirán con los pacientes y el personal, dijo el palacio. Más adelante acudirá a otros compromisos, como recibir al emperador Naruhito de Japón y a su esposa, la emperatriz Masako, en una visita de Estado en junio.
El palacio no ofreció información específica sobre el tratamiento médico, el estado o el pronóstico de Carlos, de acuerdo con su política de compartir algunos --pero no todos-- los detalles sobre su enfermedad. Sin embargo, en el velado mundo de la familia real, el ajetreo de la agenda de un monarca es a menudo la mejor pista de su bienestar.
La noticia ofrece un rayo de esperanza a una familia real ensombrecida por los problemas de salud desde principios de año. Catalina, la princesa de Gales, confirmó el mes pasado que ella también padece cáncer. Ha estado alejada de la escena pública desde que fue hospitalizada en enero, lo que desencadenó una tormenta de rumores, a menudo falsos, sobre su estado de salud.
Las enfermedades simultáneas de dos de los miembros más importantes e incondicionales de la familia real sumieron a la casa de Windsor en la incertidumbre en un momento de transición generacional. La reina Isabel II falleció en septiembre de 2022, y Carlos, su hijo, apenas se había asentado en el trono.
Carlos, de 75 años, ha seguido teniendo reuniones durante su tratamiento, incluidas sesiones semanales con el primer ministro Rishi Sunak y una videollamada con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau. Pero su ausencia ha supuesto una carga para otros miembros de la familia, en particular para Camila, quien lo ha sustituido en varias ocasiones, incluido un viaje a Irlanda del Norte. El esposo de Catalina, el príncipe Guillermo, solo ha vuelto al trabajo recientemente, tras tomarse un tiempo para cuidar de su esposa.
El rey reapareció en público por primera vez el Domingo de Pascua, cuando saludó a los feligreses tras un servicio religioso en el castillo de Windsor. Los periódicos británicos han informado de que Carlos estaba inquieto y ansioso por volver a los compromisos públicos, incluida una visita de Estado a Australia, Nueva Zelanda y Samoa prevista para el otoño.
Sin embargo, a excepción de estos crípticos informes sobre su estado de ánimo, la salud del rey se ha mantenido en secreto desde que el palacio anunció el 4 de febrero que padecía una forma no revelada de cáncer. Los médicos se lo detectaron durante una intervención para tratar un agrandamiento de la próstata (el palacio aclaró que no tenía cáncer de próstata).
El viernes, el palacio dijo que el tratamiento de cáncer de Carlos continuaría, pero "los médicos están lo suficientemente satisfechos con los progresos realizados hasta ahora como para que el rey pueda reanudar una serie de tareas en público". Sus médicos, se señaló, "siguen siendo positivos sobre la recuperación continua del rey".
La escasez de detalles sobre la enfermedad del rey ha avivado una especulación crónica de bajo nivel, que se ha disparado ocasionalmente. El mes pasado, los canales de medios sociales en Rusia informaron de que Carlos había muerto, citando un comunicado de prensa falso. La embajada británica en Moscú se vio obligada a desmentir la noticia.
Más allá de los eventos en los que se cortan listones, las ceremonias de nombramiento de caballeros y las dedicaciones de hospitales, que absorben gran parte del tiempo de un monarca, los analistas de la realeza dijeron que esperaban que Carlos retomara lo que habían sido los primeros indicios de una campaña para actualizar la monarquía tras los 70 años de reinado de su madre. Había reducido el número de miembros de la realeza en actividad y se pronunciaba sobre cuestiones como el cambio climático y el pluralismo religioso.
"Su enfermedad ha suscitado dudas sobre su longevidad y sobre si será un monarca de transición o de transformación", dijo Ed Owens, historiador que escribe sobre la familia real. "Espero que sea lo segundo. Ahora es tiempo de aprovechar el momento".
En su declaración del viernes, el palacio dijo que Carlos y Camila estaban esperando el primer aniversario de su coronación en mayo, y "siguen profundamente agradecidos por los muchos gestos de amabilidad y buenos deseos que han recibido."
La rapidez, o incluso la posibilidad, de que Carlos recupere toda su fuerza es una incógnita. Pero para una familia cuya presencia reciente en la vida británica ha sido principalmente a través de angustiosos boletines médicos, su reaparición podría augurar el regreso de un tipo más tradicional de cobertura de noticias reales.
Hubo un indicio de ello después de que Megan, la esposa del príncipe Enrique, presentara una nueva mermelada de fresa como parte de su marca de estilo de vida, American Riviera Orchard, y luego se encontrara en un concurso de larga distancia con el palacio de Buckingham.
Después de que Meghan enviara tarros de su mermelada a famosos influentes en las redes sociales, obteniendo críticas favorables, la tienda del palacio publicó esta semana un video en su cuenta de Instagram sobre cuatro maneras de disfrutar de su mermelada de fresa. No había ninguna palabra sobre si la promoción del palacio era una coincidencia o una señal a Meghan, aunque el Daily Telegraph rápidamente llamó al episodio "Jam Wars", o "Guerra de Mermeladas" en español.
Después de un invierno de vigilias en el hospital y especulaciones ominosas, una disputa primaveral sobre la mermelada parecía un bienvenido retorno a la normalidad.
Mark Landler es el jefe de la oficina de Londres del Times, donde cubre el Reino Unido, así como la política exterior estadounidense en Europa, Asia y Medio Oriente. Es periodista desde hace más de tres décadas. Más de Mark Landler