Travel and VacationsVenice (Italy)
En sus días de mayor afluencia, la famosa ciudad rebalsa de turistas. Las autoridades han instaurado un nuevo registro y tarifa para los visitantes con la esperanza de reducir el turismo de masas.
En sus días de mayor afluencia, Venecia se llena de turistas que atascan las calles estrechas de la ciudad, dejan montones de basura y a menudo frustran a los residentes. Así que ahora la ciudad atravesada por canales contraataca.
A partir del 25 de abril, y durante otros 29 días repartidos principalmente entre las fiestas nacionales y los fines de semana hasta mediados de julio, los turistas que visiten la parte histórica de Venecia tendrán que pagar 5 euros, unos 5,40 dólares, una medida que los responsables municipales esperan que anime a la gente a venir en las épocas menos concurridas.
Todos los visitantes de Venecia tendrán también que registrar su presencia en la ciudad en los días especificados, completando un formulario en línea que ayudará a las autoridades a calcular cuántos visitantes se esperan y a elaborar estrategias sobre cómo gestionarlos.
"No se trata de ganar dinero: los costos de la operación son superiores a lo que vamos a ganar", declaró el alcalde Luigi Brugnaro a la prensa el jueves, mientras las autoridades venecianas lanzaban una campaña publicitaria mundial.
Más bien, según Michele Zuin, responsable municipal de presupuestos y economía, el objetivo es "gestionar mejor el número de turistas y desincentivar el turismo de masas, que es el que crea, digamos, la dificultad de vivir en esta ciudad".
Los visitantes que pernocten en Venecia no tendrán que pagar, ni tampoco quienes viajen allí para trabajar, visitar a familiares o estudiar. También están exentos los nacidos en la ciudad y los menores de 14 años. Y Brugnaro dijo que no habría límite en el número de visitantes permitidos.
Emergiendo improbablemente de las aguas de la laguna veneciana, la ciudad es tan delicada como hermosa, y en las últimas décadas ha luchado por proteger una singularidad amenazada por el cambio climático y la subida del nivel del mar, así como por el turismo de masas.
Para contrarrestar esa erosión figurada y literal, la ciudad instaló compuertas gigantescas en cuatro desembocaduras de la laguna para mantener el agua del mar fuera y las aceras secas, y ha prohibido la entrada de cruceros en los canales interiores. Estos esfuerzos han contribuido a mantener a Venecia fuera de la lista de "Patrimonio de la Humanidad en Peligro" de la UNESCO, incluso después de que los expertos de la agencia expresaran el año pasado su preocupación por que Italia no hubiera hecho lo suficiente para proteger la ciudad.
Desde 1976 hasta este año, Italia había asignado fondos para ayudar a salvaguardar Venecia y, el jueves, Brugnaro reprendió al gobierno central del país por no renovar ese financiamiento. Dijo que había pedido al gobierno 1500 millones de euros para los próximos 10 años para ayudar a preservar una ciudad con un patrimonio único que requiere un mantenimiento continuo.
"Necesitamos esa financiación", dijo.
En ocasiones, los días han estado tan cargados de turistas que la ciudad ha tenido que limitar algunas calles al tráfico peatonal en un solo sentido.
Simone Venturini, responsable municipal de Turismo, dijo sobre las nuevas medidas: "Seremos la primera ciudad del mundo en saber exactamente cuántos turistas vendrán a Venecia ese día: exentos de pago o obligados a pagar, tienen que registrarse".
Tras registrarse en el sitio web, los visitantes recibirán un código QR --válido de 8:30 a. m. a 4:00 p. m.-- que deberán mostrar al entrar en la ciudad en puntos como la estación de tren, Piazzale Roma, el aparcamiento municipal, algunos lugares frente al mar y la plaza de San Marcos. También habrá controles aleatorios por toda la ciudad.
De momento, quienes lleguen a Venecia sin un código QR podrán comprarlo de último momento, ya sea en un celular o en quioscos instalados en los puntos de acceso, según las autoridades.
Los infractores se enfrentarán a multas de entre 50 y 300 euros, más una tasa de 10 euros, explicó Zuin.
La iniciativa se está introduciendo a modo de prueba para que los responsables municipales puedan comprobar si el sistema funciona y cómo puede mejorarse, explicó. En el futuro, la tarifa de entrada podría calibrarse --"una escala móvil de precios", dijo el alcalde Brugnaro-- en función del día.
"Pedimos colaboración", dijo Brugnaro, y añadió que los datos acumulados durante los 29 días se harían públicos. Dijo que funcionarios de otras ciudades de todo el mundo se habían puesto en contacto con su administración para saber más sobre el sistema de acceso.
Hasta el momento, más de 50.000 personas se han registrado a través del sitio web, y aproximadamente un tercio de ellas han pagado por visitas de un día, según las autoridades.
"El mundo entero quiere venir a Venecia", dijo Venturini en la presentación de la campaña publicitaria, que incluía un video en el que el alcalde hablaba en varios idiomas mediante traducción automática impulsada por inteligencia artificial.
En el video, el alcalde Brugnaro se disculpa por las molestias que pueda causar el nuevo sistema. Pero, dijo, "hay que proteger la ciudad".
Elisabetta Povoledo es una reportera afincada en Roma que cubre Italia, el Vaticano y la cultura de la región. Es periodista hace 35 años. Más de Elisabetta Povoledo