Una cadena de errores israelíes condujo a un ataque mortal contra un convoy de ayuda, según los militares

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"Es un hecho grave del que somos responsables, y no debería haber ocurrido", dijo el contralmirante Daniel Hagari sobre el ataque que mató a siete trabajadores de World Central Kitchen.

Una serie de fallos israelíes, entre ellos problemas de comunicación y violaciones de las reglas de enfrentamiento, condujeron a los mortíferos ataques aéreos que mataron a siete trabajadores de ayuda humanitaria en Gaza esta semana, dijeron el viernes altos cargos militares israelíes.

Los militares afirmaron que los oficiales que ordenaron los ataques contra el convoy de ayuda habían violado los protocolos del ejército, en parte al abrir fuego basándose en pruebas insuficientes y erróneas de que un pasajero de uno de los vehículos iba armado.

El ataque provocó una oleada de indignación internacional y renovó las interrogantes sobre si las fuerzas israelíes sobre el terreno en Gaza investigaban adecuadamente los objetivos antes de emplear la fuerza letal. Israel está siendo objeto de crecientes presiones por el elevado número de civiles muertos en su guerra de seis meses en Gaza. Los ataques contra los trabajadores humanitarios llevaron al presidente Joe Biden a afirmar por primera vez que aprovecharía la ayuda estadounidense para influir en el desarrollo de la guerra contra Hamás.

El viernes, el ejército israelí anunció que dos oficiales --un coronel de reserva y un mayor-- serían destituidos de sus cargos. El teniente general Herzi Halevi, jefe del Estado Mayor israelí, también había decidido amonestar formalmente al jefe del comando sur de Israel, así como a otros dos oficiales superiores, informó el ejército en un comunicado.

Los militares dijeron que el "grave error" se había derivado de "un fallo serio debido a una identificación errónea, fallos en la toma de decisiones y un ataque contrario a los Procedimientos Operativos Estándar."

"Es una tragedia", dijo a los periodistas el contralmirante Daniel Hagari, portavoz jefe del ejército israelí, en una sesión informativa el jueves por la noche. "Es un suceso grave del que somos responsables, y no debería haber ocurrido".

World Central Kitchen, el grupo de ayuda cuyos trabajadores humanitarios fueron asesinados, calificó las declaraciones del ejército israelí de "consuelo frío" y reiteró su petición de una investigación independiente. Las operaciones de la organización de ayuda --que ha distribuido millones de comidas a los habitantes de Gaza-- siguen suspendidas, según el grupo.

"No basta con intentar evitar más muertes de trabajadores humanitarios, que ya se acercan a las 200", afirmó en un comunicado el fundador del grupo, José Andrés. "Todos los civiles deben ser protegidos, y toda la gente inocente de Gaza debe ser alimentada y estar a salvo. Y todos los rehenes deben ser liberados".

Según el ejército, las fuerzas israelíes empezaron a bombardear el convoy de World Central Kitchen a las 10:09 p. m. del lunes, cuando los vehículos circulaban en la costa de Gaza. En el ataque murieron seis ciudadanos extranjeros y un palestino, todos los cuales habían estado trabajando para llevar la ayuda alimentaria que había llegado a Gaza por mar.

Al igual que muchos grupos de ayuda, la World Central Kitchen había intentado garantizar la seguridad de sus trabajadores en Gaza, donde, según las autoridades de salud locales, la campaña de Israel contra Hamás ha matado a más de 32.000 personas.

Los trabajadores habían coordinado su misión de antemano con el ejército israelí, y los techos de los vehículos se habían marcado con el logotipo de World Central Kitchen.

A pesar de esas salvaguardas, una serie de errores críticos llevó a las tropas a abrir fuego contra el convoy, según los resultados de la investigación preliminar del ejército. Según la investigación, las imágenes del dron no habían captado el logotipo de la organización en la oscuridad; algunos oficiales no revisaron la documentación que mostraba que el convoy incluía vehículos civiles; y un operador de dron había identificado incorrectamente a un trabajador humanitario, que probablemente llevaba una bolsa, como miembro de un grupo palestino armado con una pistola.

Los siete trabajadores humanitarios habían llegado al norte de Gaza a primera hora del lunes para ayudar a entregar más de 100 toneladas de ayuda alimentaria, según World Central Kitchen. Sus camiones salieron hacia las 9 p. m. y se dirigieron hacia el sur, al almacén del grupo, según el ejército israelí.

A lo largo de la carretera costera, los camiones se encontraron con vehículos que se unieron a su convoy, según los militares. Poco después, un hombre armado pareció disparar una sola bala desde el techo de uno de los camiones, según el general de división Yoav Har-Even, oficial de reserva que supervisa las investigaciones militares sobre posibles casos de mala conducta en tiempo de guerra.

Después de que el convoy llegó al almacén, un dron israelí captó lo que, según los oficiales, eran más hombres armados en el lugar. El ejército israelí proyectó videos para los periodistas en la sesión informativa del jueves. The New York Times no pudo verificar de forma independiente el video de los militares.

Los oficiales estaban convencidos de que la escena que habían presenciado se parecía a lo que, según ellos, habían sido intentos anteriores de militantes de Hamás de apoderarse de ayuda humanitaria en Gaza, dijeron los oficiales. Hamás no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios sobre la acusación.

A continuación, los vehículos abandonaron el almacén: tres se dirigieron hacia el sur y uno hacia el norte, según los militares.

En menos de cuatro minutos, al menos un avión no tripulado israelí alcanzó a cada uno de los tres vehículos del convoy que se dirigía hacia el sur, uno detrás de otro, matando a sus siete ocupantes, según los responsables israelíes.

Algunos de los trabajadores humanitarios que viajaban en el vehículo que fue alcanzado en primer lugar huyeron al siguiente para protegerse. Ese vehículo también fue alcanzado.

La decisión de los soldados de disparar contra el segundo y el tercer vehículo, asumiendo erróneamente que también albergaban militantes, no cumplió los protocolos de fuego abierto del ejército israelí, dijeron los funcionarios.

"Esto iba en contra de las reglas de enfrentamiento", dijo el general Har-Even.

Un fallo fundamental, según los oficiales, fue que el operador del avión no tripulado y sus oficiales al mando desconocían que el convoy humanitario incluía no solo los camiones de ayuda, sino también varios vehículos civiles.

Los soldados, que no sabían que World Central Kitchen había recibido la aprobación del ejército para los vehículos, supusieron que los automóviles adicionales no formaban parte del convoy y que en ellos viajaban militantes palestinos armados, añadieron los funcionarios.

A la pregunta de por qué los soldados no lo sabían, el general Har-Even dijo que algunos oficiales no habían visto la documentación de coordinación. En realidad, los vehículos transportaban a los trabajadores humanitarios.

"No hay excusas", dijo el general Har-Even al describir el fallo de las comunicaciones.

Los críticos han dicho que el ejército israelí ha mostrado desprecio por los civiles palestinos en su campaña para erradicar a Hamás, el grupo militante cuyo mortífero ataque del 7 de octubre mató a 1200 personas en Israel, en su mayoría civiles, según funcionarios israelíes.

A la pregunta de si al ejército le preocupaba que se hubieran producido más casos de fuego indiscriminado tras meses de fuego israelí intensivo en toda la Franja de Gaza, el almirante Hagari dijo que el ejército se esforzaba por proteger a los civiles palestinos.

El primer ministro Benjamin Netanyahu dijo, refiriéndose a los ataques contra el convoy de ayuda, que Israel "lamenta profundamente el trágico incidente".

Durante una llamada telefónica con Netanyahu el jueves, dijo la Casa Blanca, Biden describió el ataque contra el convoy de ayuda y la situación humanitaria general en Gaza como "inaceptable."

Biden amenazó con condicionar el futuro apoyo a Israel a la forma en que resuelva sus preocupaciones sobre las víctimas civiles y la crisis humanitaria en Gaza, lo que llevó a Israel a comprometerse a permitir la entrada de más alimentos y otros suministros en el enclave asediado.

Aaron Boxerman es reportero del Times especializado en noticias internacionales. Más de Aaron Boxerman

Adam Rasgon informa desde Israel para la oficina de Jerusalén del Times. Más de Adam Rasgon

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