El lenguaje violento de Trump contra los autos eléctricos

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El expresidente Donald Trump dice que su reciente advertencia de un "baño de sangre" si no es elegido presidente en noviembre se hizo en el contexto de los vehículos eléctricos y que no se refería a la violencia política en general.

Pero si hablar de un tipo de tecnología automotriz en términos sangrientos parece extraño para algunos, la verdad es que corresponde con el lenguaje cada vez más brutal que Trump ha estado aplicando a los vehículos eléctricos, uno de sus blancos favoritos.

Lleva mucho tiempo afirmando que los autos eléctricos "matarán" a la industria automotriz estadounidense. Ha dicho que "asesinan" los empleos. Ha declarado que el gobierno de Biden "ordenó un asesinato a la industria de Míchigan" al fomentar la venta de autos eléctricos.

Y el sábado, tras enumerar una letanía de afirmaciones falsas sobre los vehículos eléctricos, habló de imponer un "arancel del 100 por ciento" a los autos fabricados en México, pero importados a Estados Unidos. "Y no van a poder vender esos autos", dijo. "Si soy elegido. Ahora bien, si no salgo elegido, va a ser un baño de sangre para todos. Eso va a ser lo de menos. Será un baño de sangre para el país, eso será lo de menos. Pero no van a vender esos autos".

Edward W. Maibach, director del Centro de Comunicación sobre el Cambio Climático de la Universidad George Mason, afirma que Trump despliega un lenguaje gráfico para agitar a sus multitudes.

"Donald Trump es un maestro del lenguaje concreto. La expresión 'baño de sangre' es muy concreta. Las emociones fuertes son una gran manera de congregar a la base", dijo. Otros expertos en discurso político creen que Trump está normalizando la violencia al salpicar una diatriba contra los vehículos eléctricos con promesas de un "baño de sangre" si pierde las elecciones.

Jennifer Mercieca, autora de "Demagogogue for President: The Rhetorical Genius of Donald Trump", señaló que, en su discurso del fin de semana, Trump pasó de quejarse de que los trabajadores del sindicato United Auto Workers (UAW, por su sigla en inglés) no respaldaron sus afirmaciones de que la industria automotriz que abandona Estados Unidos se iba México, luego, al comentario del baño de sangre y de nuevo a la venta de autos.

"Debido a que su discurso fue tan inconexo, es difícil saber si estaba amenazando a los trabajadores de la UAW, a los fabricantes de automóviles de Estados Unidos o a la nación en su conjunto", dijo Mercieca. Pero, añadió, "en cierto sentido, no importa porque Trump estaba amenazando a todos a la vez".

Mercieca, que enseña comunicación en la Universidad de Texas A&M, calificó la retórica de Trump de estrategia "ad baculum", que consiste en utilizar amenazas de fuerza o intimidación para coaccionar un comportamiento.

"Trump pinta un panorama calamitoso de la nación, amenazando con la ruina económica si no lo eligen como presidente", dijo. "Usar amenazas de fuerza para ganar poder sobre una nación es autoritario, no democrático", añadió.

Una estación de carga de Tesla para vehículos eléctricos en Barstow, California, el 11 de marzo de 2024. (Lauren Justice/The New York Times)

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