Murders, Attempted Murders and HomicidesPoliceEscuela Normal Rural Raul Isidro Burgos (Guerrero, Mexico)Lopez Obrador, Andres ManuelGuerrero (Mexico)Mexico
Yanqui Kothan Gómez Peralta, de 23 años, estaba matriculado en la misma escuela a la que asistían los 43 estudiantes de Ayotzinapa antes de ser secuestrados en 2014.
Agentes de policía mexicanos mataron a tiros a un estudiante de una escuela normal rural el jueves por la noche en la parte occidental del país. El episodio se produce en un momento de creciente tensión entre el gobierno y los estudiantes de la escuela, vinculada a una de las peores atrocidades de la historia reciente de México.
El tiroteo del jueves se produjo en el estado de Guerrero después de que agentes de la policía estatal intentaran detener una camioneta blanca que había sido denunciada como robada y fueran recibidos a tiros, según las autoridades estatales.
Las autoridades dijeron que, en el tiroteo que siguió, una de las personas que viajaba en el vehículo, Yanqui Kothan Gómez Peralta, de 23 años, recibió un disparo en la cabeza por parte de la policía y murió posteriormente en un hospital. Una segunda persona que viajaba en la camioneta fue detenida, y en el vehículo se encontraron un arma de fuego y drogas, según la policía.
El secretario general del gobierno de Guerrero, Ludwig Reynoso, dijo a la prensa tras el tiroteo que Gómez Peralta era estudiante de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, una escuela para formar profesores de una zona rural de Guerrero con un historial de activismo y protesta social.
En 2014, un grupo de 43 estudiantes de la escuela fue atacado por pistoleros, entre los que se encontraban agentes de la policía local cuyos mandos habían estado recibiendo órdenes directas de narcotraficantes locales, como demostró un conjunto de mensajes de texto, testimonios de testigos y archivos de investigación.
Los estudiantes fueron secuestrados y nunca se les volvió a ver. Una década después, solo se han identificado oficialmente los restos de tres cuerpos.
La escuela normal condenó el viernes la actuación de la policía en el encuentro con la camioneta, sugiriendo que fue un ataque no provocado.
"Acribillaron de manera cruel a uno de nuestros compañeros", declaró la escuela en un comunicado. "Responsabilizamos de manera directa al gobierno estatal por el ataque armado".
Funcionarios estatales dijeron que lamentaban la muerte ocasionada en el encuentro, pero explicaron que los agentes estaban respondiendo a un delito.
"No hay un ataque a un estudiante, puesto que no sabíamos que era un estudiante, sino a una persona que iba manejando un vehículo con reporte de robo y no se detiene ante el alto de la autoridad", afirmó René Posselt, vocero del gobierno del estado de Guerrero.
El asesinato de Gómez Peralta se produjo días después de que un grupo de manifestantes embistiera las puertas de madera del Palacio Nacional, donde vive el presidente del país, exigiendo respuestas sobre la investigación del caso de los 43 estudiantes desaparecidos, que, según los manifestantes, el gobierno había paralizado.
El presidente Andrés Manuel López Obrador restó importancia a la protesta y la calificó de provocación.
Tras la muerte de Gómez Peralta, algunos estudiantes de la escuela normal protagonizaron una protesta en Chilpancingo, la capital del estado, prendiendo fuego a un vehículo policial.
José Filiberto Velázquez, sacerdote local y director del grupo de derechos humanos Minerva Bello en Guerrero, dijo que un tercer estudiante que se había bajado de la camioneta para ir a una tienda cercana alertó a la escuela de lo que había ocurrido.
Otros estudiantes llamaron entonces a Velázquez, quien rebatió la versión oficial de que los estudiantes atacaron primero a la policía.
"Es una ejecución extrajudicial para nosotros", dijo Velázquez. "Resultado de una tendencia de abuso de autoridad, de brutalidad policíaca, que es ya una costumbre"
Santiago Aguirre, abogado principal que representa a las familias de los 43 estudiantes desaparecidos, afirmó que existe un patrón de uso desproporcionado de la fuerza letal por parte de las autoridades estatales de Guerrero, y añadió que las organizaciones de derechos humanos han documentado casos de agentes de policía que han plantado pruebas en las escenas de los crímenes.
"El llamado de cautela es a una investigación exhaustiva que no se realice con sesgos y que agote todas las líneas de investigación necesarias", dijo Aguirre.
El viernes por la mañana, López Obrador expresó su consternación por el asesinato de Gómez Peralta y dijo que la fiscalía investigaría a fondo el incidente del jueves. También reiteró su intención de obtener respuestas sobre lo ocurrido a los 43 estudiantes desaparecidos.
"No vamos a responder con violencia de ninguna manera, por convicción, no somos represores", dijo López Obrador, cuyo gobierno dirige la investigación sobre los estudiantes desaparecidos. "Saber lo que sucedió y castigar a los responsables y encontrar a los jóvenes, ese es mi compromiso y estoy en eso".
La escuela normal y las familias de los estudiantes desaparecidos han criticado la gestión del gobierno en cuanto a esta investigación.
El año pasado, un grupo de expertos internacionales que había estado investigando el secuestro de los estudiantes anunció que ponía fin a su investigación y abandonaba el país después de que sus miembros dijeran que las fuerzas armadas mexicanas les habían mentido y engañado repetidamente sobre el papel de los militares en el crimen.
Un vocero del ejército mexicano dijo que la Secretaría de la Defensa Nacional del país ya no estaba autorizada a hablar sobre el caso de los estudiantes desaparecidos.
"El que habla es el presidente sobre esto", dijo.
Emiliano Rodríguez Mega es investigador-reportero del Times radicado en Ciudad de México. Cubre México, Centroamérica y el Caribe. Más de Emiliano Rodríguez Mega