Una foto borrosa y un dilema: la cobertura mediática a la princesa de Gales

Reportajes Especiales - News

Guardar

Royal FamiliesSocial MediaMediaCelebritiesPrivacyBuckingham PalaceKensington PalaceCatherine, Princess of WalesGreat Britain

En un país en el que los problemas de salud, incluso de los personajes públicos, suelen considerarse intocables, la prensa intenta equilibrar el derecho a la intimidad con el apetito por artículos sobre la realeza.

Tras una semana de especulaciones a menudo alarmistas sobre su bienestar, de pronto aparecieron dos pruebas plausibles de que Catalina, princesa de Gales, se estaba recuperando: una foto suya en un automóvil conducido por su madre y la confirmación por parte del ejército británico de que asistiría a una ceremonia militar en junio.

Pero, como ha ocurrido en las últimas semanas con casi todo lo que ha rodeado a la salud de la esposa del príncipe Guillermo, de 42 años, cualquier sensación de certeza se desvaneció rápidamente.

Un funcionario de palacio dijo el martes que el ejército se había precipitado al anunciar la participación de Catalina en Trooping the Color, un ritual anual que celebra el cumpleaños del soberano. Y aunque los periódicos británicos informaron de la existencia de fotos de paparazzi, supuestamente de Catalina, que se difundieron en las redes sociales el lunes, ninguno de ellos publicó las imágenes.

Al final de otro ciclo informativo, los consumidores de noticias de la realeza volvieron a la casilla de inicio: sin información sobre la princesa, que se sometió a cirugía abdominal en enero y a quien no se ha visto durante su larga convalecencia.

La única certeza en la saga de Catalina es la participación, desenfadada y sin filtro, de su tío Gary Goldsmith, en un programa de telerrealidad británico, Celebrity Big Brother, que se emitió el lunes por la noche. En cualquier otro momento, la aparición de Goldsmith podría haber sido una vergüenza para Catalina, quien ha intentado cultivar una imagen digna y disciplinada como miembro principal de la familia real.

Sin embargo, en el vacío de noticias sobre ella, los expertos dicen que las travesuras televisivas de Goldsmith pueden ser una distracción bienvenida para los periódicos sensacionalistas británicos. Los editores se han esforzado por equilibrar su afán por informar sobre la realeza --un entusiasmo casi ilimitado, en el caso de la futura reina, antes conocida como Kate Middleton-- con el reconocimiento de que, en el Reino Unido, incluso la mayoría de los personajes públicos tienen derecho a la intimidad en cuestiones de salud.

"Los medios de comunicación van, inusualmente, rezagados", dijo Sarah Sands, ex editora sénior de la BBC y exeditora de The Sunday Telegraph. "Están confundidos: ¿La quisieron demasiado y la presionaron demasiado? ¿Es el nuevo papel de los medios de comunicación brindar tranquilidad?

"Acude en ayuda de los tabloides la simpática figura de pantomima del malvado tío de Kate, Gary Goldsmith", continuó Sands. Goldsmith, dijo, "será probablemente el único comentario desde dentro que recibiremos durante las próximas semanas".

De ser cierto, esto podría evitar que los periódicos y las cadenas de televisión tengan que tomar decisiones como la que debieron afrontar el lunes, cuando el sitio estadounidense de chismes sobre famosos TMZ publicó lo que afirmaba, eran las primeras imágenes de Catalina luego de que fuera hospitalizada. Las fotos, tomadas con teleobjetivo, granuladas y en las que aparece una mujer con gafas de sol que se parece a Catalina, fueron tomadas cerca del castillo de Windsor, según el sitio.

El Daily Mail dijo que las fotos no se publicaron en el Reino Unido porque el palacio de Kensington, donde Guillermo y Catalina tienen sus oficinas, "pidió que ella pudiera recuperarse en privado". Pero la publicación luego pasó a especular que habrían sido captadas el lunes por la mañana, poco después de que Catalina dejara a sus hijos en el colegio, ayudada por su madre, Carole Middleton.

Chris Ship, editor sobre la realeza de ITV News, se refirió a las imágenes en las redes sociales, pero declaró: "No las publicamos por respeto a su intimidad mientras se recupera de la operación en el plazo que nos dieron".

El palacio de Kensington ha declarado que Catalina no volverá a sus obligaciones reales hasta después de Pascua. La semana pasada, envuelto en un remolino de conjeturas y teorías conspirativas después de que Guillermo se retirara abruptamente de un acto, reiteró esa declaración y dijo que solo proporcionaría "actualizaciones significativas". Según un funcionario, la princesa seguía evolucionando favorablemente.

El martes, el palacio se negó a comentar las fotos, diciendo que no quería dar publicidad a TMZ. Los periódicos británicos han tratado con cautela las fotos de los paparazzi desde la muerte de la princesa Diana, madre de Guillermo, en un accidente automovilístico en París en 1997, tras una persecución a gran velocidad por parte de los fotógrafos.

"El recuerdo para la prensa británica sigue siendo nítido", dijo Sands, quien era editora adjunta de The Daily Telegraph en el momento de la muerte de Diana. "Estaba llena de remordimientos. Las normas sobre privacidad y deber de protección cambiaron profundamente".

Los tribunales británicos han dictaminado que el derecho a la intimidad se extiende a los miembros de la familia real, y el Código de Buenas Prácticas de los Editores, con el cual opera gran parte de la prensa británica, protege a todas las personas contra la intromisión injustificada en asuntos de salud física y mental.

Algunos críticos se mostraron menos generosos sobre los motivos de los medios de comunicación, sobre todo teniendo en cuenta que las imágenes son fácilmente accesibles para cualquiera con solo unos cuantos clics en un iPhone.

"Lo fascinante es cómo las tonterías sobre Kate en las redes sociales dan a los periódicos la oportunidad de escribir sobre algo sobre lo que no hay nada que escribir, mientras critican lo que hay en la red", dijo Peter Hunt, antiguo corresponsal para la realeza de la BBC.

Es la segunda vez en cuatro meses que los medios de comunicación británicos se niegan a publicar detalles sobre la familia real, incluso después de que hayan circulado por las redes sociales. En noviembre, los periódicos no publicaron los nombres de Catalina y el rey Carlos III tras ser identificados, en la edición holandesa de un nuevo libro, como miembros de la familia que supuestamente habían preguntado por el color de la piel del hijo no nacido del príncipe Enrique y su esposa, Meghan.

Las compuertas se abrieron solo después de que Piers Morgan, un destacado presentador de televisión, revelara los nombres en su programa. El palacio de Buckingham dijo entonces que estudiaría la posibilidad de emprender acciones legales, pero no actuó.

Los mensajes contradictorios sobre la asistencia de Catalina a Trooping the Color pueden acabar siendo un simple caso de torpeza burocrática. El ejército dijo en su página web que Catalina, en su calidad de coronela de los guardias irlandeses, pasaría revista a los soldados que van a desfilar en la ceremonia del 8 de junio.

Pero un funcionario del palacio de Kensington dijo que era tarea del palacio confirmar la agenda de la princesa, y aún no lo ha hecho. Tampoco ha comentado la decisión de Goldsmith, hermano menor de Carole Middleton, de unirse al reparto de Celebrity Big Brother.

Goldsmith, de 58 años, antiguo empresario tecnológico, se declaró culpable en 2017 de agredir a su esposa, Julie-Ann Goldsmith.

En un video promocional del programa, un alegre Goldsmith decía: "Dar cuerda a la gente es probablemente mi pasatiempo favorito. Cada parte de mí está plagada de travesuras y peligros".

Luego añadió: "Es una auténtica pesadilla vivir conmigo. Por algo he tenido cuatro esposas".

Mark Landler es el jefe de la corresponsalía en Londres del Times. Cubre el Reino Unido así como la política exterior estadounidense en Europa, Asia y Medio Oriente. Es periodista desde hace más de tres décadas. Más de Mark Landler

Guardar