En medio de preocupaciones por su edad, la campaña de Biden cambia de estrategia para dejar que el presidente sea él mismo

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(White House Memo)

WASHINGTON -- Lleva lentes oscuros de aviador y gorras de béisbol. Visita heladerías y asadores y pide reunirse con influentes que puedan difundir imágenes suyas en TikTok e Instagram. Habla más a menudo con los periodistas y responde a preguntas sobre Oriente Próximo, los republicanos y, por supuesto, su edad.

Nada de esto es una coincidencia. Mientras el presidente Joe Biden se enfrenta a lo que las encuestas muestran como una preocupación significativa respecto a sus 81 años y a unas elecciones muy reñidas contra su probable oponente, Donald Trump, la estrategia de la Casa Blanca es que salga de su burbuja protectora y se enfrente directamente a las preocupaciones de los votantes.

El tema se sobrecargó el mes pasado cuando Biden se defendió airadamente de un informe del fiscal especial que lo describía como un "anciano bienintencionado con mala memoria". El presidente se convirtió con rapidez en el chiste favorito de los presentadores de los programas nocturnos de entrevistas, lo que enfureció a sus aliados, que reconocen que, aunque Biden no puede volver atrás en el tiempo, al menos puede intentar reajustar la imagen que los votantes tienen de él.

"Llevo varios meses diciendo a la campaña: 'Por favor, déjenlo ser Joe Biden', y lo mismo han dicho muchos otros", comentó en una entrevista el senador demócrata Chris Coons, estrecho aliado del presidente. "No solo es bueno para la campaña. Es bueno para él y es bueno para el país que Joe Biden tenga la oportunidad de bajarse del podio y ser menos el presidente Joe Biden y más Joe".

Con ese fin, se espera que Biden plantee la cuestión de la edad en su beneficio al destacar sus logros legislativos en su discurso sobre el Estado de la Unión del jueves por la noche. El argumento que esgrimirá, según sus ayudantes, es que sus logros como presidente podrían haber pasado desapercibidos para políticos con menos experiencia.

Parte de la estrategia de la Casa Blanca, que se ha ido construyendo desde principios de año, consiste en centrar los viajes de Biden fuera de Washington más en las redes sociales y las experiencias individuales con los votantes. Este año, la Casa Blanca empezó a invitar a residentes locales y creadores de contenidos a reunirse con Biden en las paradas de campaña, donde el presidente suele dedicar unos minutos a presentarse.

Algunos de los principales asesores de Biden, como Rob Flaherty, director adjunto de campaña, y Anita Dunn, que supervisa la estrategia de comunicación de Biden, creen que los influentes de las redes sociales y los lugareños que el presidente conoce en sus visitas tienen la capacidad de presentar a Biden a un público más joven y diverso que de otro modo no estaría familiarizado con él. (Cuando Biden visitó a una familia en Carolina del Norte en enero, un tiktok hecho de la visita por uno de sus anfitriones acumuló cuatro millones de vistas, según las métricas compartidas por la campaña de Biden).

En una entrevista, Flaherty aseguró que Biden suele enviar un aluvión de peticiones a los ayudantes que trabajan en medios digitales para la campaña. La semana pasada, cuando Trump se comparó con Alexéi Navalny, el fallecido líder de la oposición rusa, el presidente pidió a sus ayudantes que le dieran un iPad y les hizo publicar un video en TikTok de él en el que reacciona al comentario de Trump.

"Eso salió de su cerebro", afirmó Flaherty.

El presidente a veces reescribe los tuits a su gusto e improvisa sus propias respuestas en video, agregó Flaherty. "Tiene más exigencias de las que a veces estoy preparado para atender".

La postura oficial de la Casa Blanca es que sacar al presidente de su burbuja tiene menos que ver con la preocupación de los votantes por su edad y más con ponerlo delante de la gente en un año electoral. "Siempre hemos sabido que el modo más eficaz de llegar al pueblo estadounidense es escuchar al presidente Biden exponer sus argumentos de manera directa y auténtica", declaró el martes Andrew Bates, portavoz de la Casa Blanca.

Los aliados cercanos de Biden afirman que, sean cuales sean los pronunciamientos oficiales, es fundamental que el presidente demuestre que está preparado para la tarea de hacer campaña y para un segundo mandato, empezando por su discurso del jueves.

"Tiene que acabar con el temor de que está en las últimas", señaló el senador Dick Harpootlian, demócrata por Carolina del Sur y partidario de Biden desde hace mucho tiempo. El presidente y sus asesores, dijo, "han sido más directos a la hora de abordar el asunto, y él debería serlo en el Estado de la Unión".

En una encuesta realizada por The New York Times y el Siena College a finales del mes pasado, el 56 por ciento de los demócratas a nivel nacional consideraban que Biden tenía una edad muy avanzada para ser un presidente eficaz.

"¿Es un problema? Por supuesto que lo es. Nadie es perfecto en cuanto a su biografía", comentó el representante Ro Khanna, demócrata progresista de California. Khanna añadió que presentar al país un programa con visión de futuro es tan importante como intentar calmar las preocupaciones respecto a la edad del presidente. "Las campañas tienen que ser sobre el futuro. Tienen que ser emocionantes. Tienen que ser audaces, tienen que tener ideas nuevas. Y creo que, si hiciera eso, dejaría de lado el tema de la edad".

Los responsables de la campaña de Biden afirman que una vez que las elecciones se conviertan en una elección entre Biden y Trump, que es solo cuatro años más joven, la edad dejará de ser una preocupación entre los votantes demócratas e independientes. La carrera no girará en torno a la aptitud mental de Biden, argumentan, sino a cuestiones relacionadas a la de Trump.

La idea de que Joe sea Joe procede del propio presidente, según sus asistentes y las personas que lo conocen.

"Al fin y al cabo, no creo que nadie deba pensar que Joe Biden no está haciendo lo que Joe Biden quiere hacer", señaló John Morgan, un donante demócrata. Miembros de la familia de Biden, entre ellos su hijo Hunter; su esposa, Jill, y su hermana, Valerie Biden Owens, también abogan por dejar que Biden sea él mismo, a pesar de su preocupación compartida por el desgaste que le supone la presidencia.

Morgan dijo que había notado un repunte en la actividad y las apariciones de Biden últimamente, incluyendo los comentarios del presidente sobre su examen físico anual la semana pasada, bromeando con que los médicos que lo examinaron "piensan que me veo demasiado joven". Morgan dijo que abordar el tema directamente era la mejor manera de que Biden lo hiciera en una comparecencia de tan alto nivel.

"Creo que siempre es inteligente abordar la verdad evidente", afirmó Morgan. "Creo que lo hace con humor, y luego creo que lo hace en serio".

El presidente Joe Biden posa para una selfi durante una parada no anunciada en CJ's Cafe, en el barrio de Baldwin Hills de Los Ángeles, el miércoles 21 de febrero de 2024. (Al Drago/The New York Times)

El presidente Joe Biden habla con los periodistas mientras lleva sus características gafas de sol de aviador, en la Casa Blanca en Washington, el 29 de febrero de 2024. (Anna Rose Layden/The New York Times)

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