LAS VEGAS -- Hace cuatro años, el este de Las Vegas, Nevada, era un centro neurálgico para los candidatos presidenciales que participaban en una intensa actividad política. Este año, estuvo lejos de serlo.
En 2020, los demócratas acudieron al estado meses antes de sus primeros caucus presidenciales en el occidente del país: Joe Biden, quien en ese entonces solo era un exvicepresidente, se tomó selfis en un conocido lugar de tacos; el senador Bernie Sanders, de Vermont, organizó un torneo de fútbol llamado "Unidos con Bernie"; y cuatro candidatos se manifestaron junto a un poderoso sindicato dominado por latinas.
Pero, a medida que se acercaban los comicios de 2024, y varios republicanos se preparaban para desafiar al expresidente Donald Trump, las cosas eran visiblemente distintas. No había carteles de campaña en los centros comerciales de la zona. No había anuncios de candidatos presidenciales republicanos en televisión ni en la radio. Con la atención puesta en el Supertazón, que se celebrará en la ciudad este fin de semana, muchos votantes latinos del condado de Clark desconocían las contiendas de índole política que también sucedían esta semana.
La razón: el Partido Republicano de Nevada dividió las contiendas de nominación en dos. Esto hizo que las primarias estatales del martes carecieran de sentido, incluso se realizó un caucus distinto el jueves en el que Trump se presentó esencialmente sin oposición. Como resultado, los candidatos ignoraron en gran medida el estado y, según han comentado muchos organizadores latinos, los republicanos en general perdieron la oportunidad de conectar temprano con un grupo clave de votantes.
Casi una decena de líderes comunitarios dijeron que la complicada contienda dual también había causado confusión entre muchos latinos, lo que podría disuadir a posibles nuevos votantes de participar y hacer menos probable que regresen en otoño.
"Los votantes, en especial los latinos e hispanos, están prestando mucha atención en este momento, más que nunca, lo que significa que le están prestando atención al hecho de que fueron ignorados", dijo Peter Guzman, presidente de la Cámara Latina de Comercio de Nevada, que se identifica como conservador moderado.
"Quiero que estén presentes y que lo hagan de manera intencional", comentó refiriéndose a los candidatos republicanos, "y creo que ignorar a nuestro estado, ignorar a un gran segmento de los votantes, es un gran error". También añadió que los cambios en el proceso de las primarias causaron "mucha confusión en la comunidad hispana".
Nevada es el primer estado de votación anticipada donde los votantes latinos constituyen una gran parte del electorado, con un 20 por ciento de los electores. En las últimas elecciones, los candidatos presidenciales de ambos partidos han cortejado con ahínco a esta base electoral, lo que demuestra el creciente poder de esta población, ya que Nevada se ha convertido en un disputado campo de batalla donde ligeros cambios pueden determinar el ganador de una contienda reñida.
Basta mirar al pasado reciente para ver por qué empezar a hacer campaña temprano en Nevada puede importar: en 2020, los candidatos acudieron en masa al estado antes de las competitivas primarias, durante las cuales muchos convirtieron a los votantes latinos en una prioridad. Ese esfuerzo inicial ayudó a impulsar los esfuerzos del partido el resto de ese año, y en última instancia, ayudó a Biden en las elecciones generales con el apoyo de los votantes latinos.
Históricamente, los demócratas que compiten en Nevada han obtenido más apoyo entre los votantes latinos, gracias a años de organización y alineación en temas como la política de inmigración. Pero los esfuerzos republicanos para conectar con esa población aumentaron en 2016, durante las competitivas primarias presidenciales, cuando candidatos como Trump y el senador Marco Rubio, de Florida, se reunieron con líderes comunitarios y enviaron correos frecuentes.
Además, encuestas recientes han mostrado que los demócratas podrían estar perdiendo terreno con segmentos de los votantes latinos: algunos desilusionados con sus perspectivas económicas o la falta de acción en materia de inmigración, y otros que buscan una postura firme contra lo que perciben como comunismo.
La comunicación entre la lista de candidatos republicanos de este año y los votantes latinos ha sido escasa.
Aunque Trump, el candidato favorito para el Partido Republicano, ha participado varias veces en actividades realizadas en Nevada, el número de viajes palidece en comparación con su actividad en otros estados en los que se ha iniciado la contienda. Su rival restante, Nikki Haley, exgobernadora de Carolina del Sur, no ha "gastado ni un céntimo ni un gramo de energía en Nevada", según su equipo de campaña, y se enfrentó a un devastador segundo lugar tras la opción "ninguno de estos candidatos" en las primarias del martes, en las que Trump no participó. Compitió en los caucus del jueves, en los que Haley no figuró en la boleta.
Muchos de los otros candidatos que abandonaron la contienda también habían visitado en contadas ocasiones el estado, un cambio respecto a 2020, cuando algunos candidatos fueron con un año de antelación. Y ni Trump ni Haley habían hecho compras de anuncios en los últimos meses antes de las contiendas de Nevada, según datos de AdImpact, una firma de seguimiento de medios.
Los aliados de Trump han señalado que su apoyo entre los latinos de Nevada ha mejorado durante esta última campaña, así como su dominante condición de favorito en las primarias del Partido Republicano, como prueba de que su relativa ausencia del estado no afectaría su éxito en otoño. Obtuvo el 37 por ciento del voto latino en Nevada en 2020, ocho puntos porcentuales más que el 29 por ciento que recibió en 2016.
"Ya está abordando temas generales de campaña: ya está en modo general con Nevada", afirmó Jesús Márquez, consultor político de Trump.
Márquez, que durante años ha ayudado a dirigir los esfuerzos de participación electoral entre los latinos para Trump y otros republicanos en Nevada, indicó que mejor se había centrado en la divulgación en las iglesias del estado en los últimos meses.
En ausencia de candidatos presidenciales que comunicaran los argumentos republicanos a los votantes latinos, intervino una serie de grupos. Americans for Prosperity, el grupo fundado por los industriales conservadores Charles y David Koch, y la Iniciativa Libre, un ala afiliada que se enfoca en los latinos, han trabajado en Nevada para retratar negativamente el enfoque económico de la administración de Biden, ya que Nevada se ha enfrentado a precios altos y tasas de desempleo.
"Cada vez que no logramos que participen los electores que están sintiendo los efectos directamente --más que cualquier otro grupo demográfico-- es una enorme oportunidad de conexión desperdiciada", lamentó Ronald Najarro, director de Americans for Prosperity en Nevada. Subrayando ese sentimiento, la Iniciativa Libre publicó el miércoles un memorando de siete páginas dirigido a ambos partidos en el que se afirmaba que los republicanos, para llegar a los votantes latinos, "deben aumentar las inversiones tácticas, antes y más a menudo".
Eddie Diaz, director estratégico de la Iniciativa Libre en Nevada, declaró que el grupo estaba centrado en hacer campaña por Sam Brown, uno de los candidatos de Nevada que compite para desafiar a la senadora Jacky Rosen. Su grupo ha escuchado a votantes latinos moderados decir que no quieren una revancha entre Biden y Trump, y planteó que un nuevo candidato al Senado tal vez podría llevar a esos votantes a las urnas.
Nevada celebró elecciones primarias para votantes demócratas y republicanos el martes, pero todos los delegados republicanos del estado se asignaron en función de los resultados de los caucus del jueves. (Bridget Bennett/The New York Times).
En comparación con otros ciclos de elecciones presidenciales, los candidatos a las primarias no visitaron Nevada con tanta frecuencia ni antelación. (Jason Henry/The New York Times).