Assassinations and Attempted AssassinationsPolitics and GovernmentInstitute for JusticeMoise, Jovenel (1968- )Joseph, ClaudeHenry, ArielMoise, MartineHaiti
Un fiscal haitiano emitió una denuncia penal que nombra a varias personas como posibles conspiradores en el magnicidio de Jovenel Moïse, y su viuda figura entre los señalados.
Un fiscal haitiano ha recomendado presentar cargos a 70 personas por el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021. Entre los ex soldados colombianos y los funcionarios del gobierno haitiano acusados en el caso figura un nombre inesperado: el de la ex primera dama Martine Moïse, quien resultó gravemente herida en el ataque.
Una copia de una denuncia penal presentada por un fiscal y enviada a un tribunal haitiano, a la que tuvo acceso The New York Times, no la acusa de planificar el asesinato ni ofrece ninguna prueba directa de su participación.
En cambio, dice que ella y otros cómplices dieron declaraciones que otros testigos contradijeron, lo que da a entender que tuvieron complicidad en el ataque, y señala que uno de los principales sospechosos detenidos en Haití afirmó que Martine Moïse quería asumir la presidencia.
La denuncia no proporcionó más detalles sobre las declaraciones de Martine Moïse.
El abogado de ella negó las acusaciones.
"No creemos que ella sea o pudiera ser sospechosa en el caso", dijo al Times el abogado, Paul Turner, que reside en Florida. "Ella fue una víctima, al igual que sus hijos que estaban allí y su esposo". Algunos críticos también dijeron que creían que la denuncia había sido contaminada con tintes políticos.
La acusación contra la viuda de Moïse es el detalle más sorprendente en la denuncia, que se basa en entrevistas con decenas de testigos y tardó más de dos años en elaborarse.
Según el sistema jurídico de Haití, la denuncia del fiscal no es vinculante y solo el juez de instrucción, quien no respondió a las solicitudes de comentarios, puede emitir cargos formales.
La denuncia fue preparada por el fiscal de Puerto Príncipe, Edler Guillaume, quien ocupa el cargo por nombramiento político del gobierno actual.
Algunos analistas jurídicos dijeron que la denuncia generaba preocupaciones de que el sistema judicial del país estuviera siendo utilizado como arma para desviar la atención frente a las acusaciones de que algunos altos funcionarios del gobierno, entre ellos el primer ministro, han estado implicados en el asesinato.
Los registros muestran que el primer ministro, Ariel Henry, había hablado por teléfono con un conspirador clave poco antes y después del asesinato. Henry ha negado cualquier participación en el magnicidio.
Durante mucho tiempo, Martine Moïse ha criticado la investigación, diciendo que las autoridades haitianas han mostrado poco interés en desenmascarar a los autores intelectuales del crimen.
Dan Foote, ex enviado especial de EE. UU. a Haití, calificó la denuncia de "otra mala acción" tras el asesinato. "El hecho de que este gobierno esté llevando a cabo la investigación ya es suficientemente malo", dijo Foote. "Ni siquiera está cerca de ser independiente".
Otra investigación en Estados Unidos ha resultado en cargos federales contra 11 hombres acusados de conspirar para matar al presidente Moïse. Cinco hombres se declararon culpables, y se espera que la ex primera dama testifique en el juicio de los acusados restantes, que está programado para este año en el sur de Florida.
Moïse, de 53 años, fue asesinado el 7 de julio de 2021, cuando 20 comandos colombianos, contratados por una empresa de seguridad del área de Miami, asaltaron la residencia del presidente a las afueras de la capital haitiana en medio de la noche, según demostró la investigación haitiana.
Sus guardias de seguridad estaban en su mayoría ausentes o mostraron poca o ninguna resistencia, lo que hizo sospechar que el asesinato había sido un trabajo interno. El presidente y su esposa fueron baleados mientras los pistoleros saqueaban su casa, al parecer en busca de dinero y documentos.
Desde que Moïse fue asesinado, Haití se ha sumido en la violencia y la agitación política. Las pandillas se han apoderado de gran parte de la capital, matando y secuestrando a miles de personas, mientras que no se han celebrado elecciones para que los votantes elijan al sucesor de Moïse.
Un despliegue multinacional liderado por Kenia diseñado para ayudar a proteger Haití fue bloqueado por un tribunal keniano el mes pasado, pero las autoridades de ese país dijeron que planean enviar una fuerza a pesar del fallo judicial.
Se espera que el juez de instrucción que investiga el asesinato de Moïse, Walther Voltaire, emita una acusación final este mes. Podría seguir las recomendaciones de Guillaume, u optar por retirar o agregar cargos.
"El caso avanza vigorosamente", dijo Guillaume, que no quiso hacer más comentarios.
Los abogados de varios de los acusados en el caso federal en Miami dijeron que ninguna de las pruebas que les fueron proporcionadas daba a entender que el Departamento de Justicia de EE. UU. creyera que Martine Moïse hubiera desempeñado un papel en la muerte de su esposo.
Los funcionarios del Departamento de Justicia se negaron a hacer comentarios.
Turner, abogado de Martine Moïse, dijo que su clienta había dado a los investigadores haitianos una declaración inicial, pero no estaba dispuesta a viajar a Haití para realizar entrevistas de seguimiento debido a la falta de seguridad en el país.
Los fiscales federales, agregó, le han dicho que no hable sobre el asesinato hasta después de que testifique en el caso de Florida.
En octubre se firmó una orden de arresto que requiere que Moïse comparezca para ser interrogada en Haití, es el tipo de documento que se emite cuando una persona no cumple con una citación anterior y se dio a conocer la semana pasada.
Turner dijo que era poco probable que ella hubiera recibido una notificación de Haití porque está escondida y su ubicación actual es desconocida excepto para unas cuantas personas.
Turner, que representa a otros haitianos citados en la investigación del asesinato, dijo que los fiscales no estaban dispuestos a hacer concesiones para los testigos que temían viajar a Haití al permitirles hacer declaraciones en Estados Unidos o a través de videoconferencia.
Las autoridades haitianas ya han arrestado a 44 personas en relación con el crimen, incluidos 20 colombianos, 19 agentes de la ley haitianos, de los cuales tres eran jefes del destacamento de seguridad presidencial. Todos ellos están entre las 70 personas nombradas en la denuncia del fiscal público.
A ninguna de las personas encarceladas acusadas se le ha presentado cargos de manera oficial, lo que da a entender que la política ha jugado un papel en el caso, dijo Brian Concannon, director ejecutivo del Instituto para la Justicia y la Democracia en Haití, un grupo de defensa y derechos humanos de izquierda.
"Es un sistema que es muy susceptible a la manipulación política", dijo Concannon. "Tiene un primer ministro que ya despidió a un fiscal anterior que hacía demasiadas preguntas incómodas".
La oficina del primer ministro dijo que Henry no tiene control sobre los investigadores, quienes, insistió un portavoz, operan de forma independiente.
"El primer ministro no tiene una relación directa con el juez de instrucción, ni lo controla", dijo Jean-Junior Joseph, portavoz de Henry. "El juez sigue siendo libre de emitir su orden de acuerdo con la ley y su conciencia".
Claude Joseph, un ex primer ministro haitiano que también figura en la denuncia del fiscal como entre aquellos considerados "cómplices" en el asesinato de Moïse, dijo que las alegaciones apuntan a un abuso del sistema judicial del país.
"No tiene sentido", dijo. "¿Por qué Martine Moïse mandaría a matar a su esposo en un complot masivo que involucraba a 20 ex soldados colombianos cuando vivían juntos y podría encontrar un millón de maneras más fáciles de deshacerse de él si quisiera?".
Algunas de las pruebas citadas en la denuncia penal del fiscal se atribuyen a Joseph Félix Badio, un exmilitar que le dijo a las autoridades que Claude Joseph y Martine Moïse discutieron hacerse cargo de la presidencia. Claude Joseph niega que haya tenido lugar tal conversación.
Badio, nombrado en la denuncia como uno de los principales organizadores del asesinato, fue arrestado en octubre frente a un supermercado tras pasar más de dos años como fugitivo. Ha dicho que no tuvo nada que ver con el asesinato del presidente.
Maria Abi-Habib colaboró con reportería desde Ciudad de México.
Frances Robles es reportera de investigación y cubre Estados Unidos y América Latina. Ha sido periodista durante más de 30 años. Más de Frances Robles
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