Este año, el lago que hace posible que funcione el canal de Panamá registró el nivel más bajo de agua en la historia para un inicio de la temporada seca, lo cual significa que muchas menos embarcaciones podrán pasar a través del canal. Parece que es probable que la sequía extrema, agravada por el fenómeno de El Niño que está afectando el lago Gatún y toda la región, se extienda hasta el mes de mayo.
En comparación con el año pasado, la Autoridad del Canal de Panamá ha disminuido en casi 40 por ciento el tráfico diario a través del estrecho corredor. Muchos barcos ya se han desviado a otras rutas más largas del océano, lo cual aumenta tanto los costos como las emisiones de carbono, mientras que la empresa de transporte global Maersk hace poco anunció que va a pasar una parte de sus embarques al transporte ferroviario.
Por lo general, la temporada seca en Panamá va de enero a mayo, pero el cambio climático ha hecho que los patrones de precipitaciones sean mucho menos predecibles. Esto da como resultado que las sequías cada vez más graves y los diluvios extremos rebasen los límites de operación de la infraestructura del canal. Las temperaturas en aumento también hacen que se evapore una cantidad importante de la humedad del depósito y su cuenca.
En sequías anteriores, se impusieron restricciones para el peso debido a que las embarcaciones más pesadas corren el riesgo de encallar en las aguas menos profundas. Por lo general, el canal maneja más o menos un cinco por ciento de comercio marítimo, incluyendo el 46 por ciento del tráfico de contenedores entre la costa este de Estados Unidos y el noreste de Asia. Pero el verano pasado, la Autoridad del Canal de Panamá tomó la medida drástica de reducir el tráfico, y desde el mes de octubre, los ingresos por peaje han disminuido 100 millones de dólares al mes.
Cada maniobra toma cerca de 190 millones de litros de sus depósitos para subir y bajar las embarcaciones a través de las esclusas antes de que haya derrames en el mar.
"El hecho de que el canal de Panamá funcione con agua dulce es una gran desventaja si se compara con otras rutas marítimas", comentó el mes de diciembre en un mensaje por video Ricaurte Vásquez Morales, el administrador de la Autoridad del Canal de Panamá.
"Es seguro que este será un año de aportaciones bajas, de las más bajas, un año de los más secos en la historia", señaló Joshua Tewksbury, director del Instituto Smithsoniano de Investigaciones Tropicales que tiene su sede en Panamá.
No obstante, cuando se trata del nivel del lago, hay dos variables: lo que sale y lo que entra, y las demandas de agua han aumentado de manera significativa.
La población de Panamá se ha cuadruplicado desde la década de 1950 y más de la mitad del país depende de los depósitos del canal --el lago Gatún y el lago Alajuela, que es más pequeño-- para obtener agua limpia y potable.
"Con anterioridad, el porcentaje del uso total del agua era muy pequeño y ahora es el equivalente a cuatro o cinco esclusas al día", comentó Gloria Arrocha Paz, una meteoróloga de la Autoridad del Canal de Panamá.
Desde que el canal se inauguró en 1914, la demanda de transporte a nivel global ha aumentado de manera constante. Atravesar por este estrecho istmo ahorra miles de kilómetros a los recorridos, que de otra manera tendrían que rodear la punta de Sudamérica o pasar por el mar Rojo, donde los ataques de lo hutíes han impedido el tráfico en los últimos meses.
En una ampliación que se concluyó en 2016 se añadieron dos esclusas nuevas para que pasaran los barcos mucho más grandes, los "Neopanamax", los cuales son más grandes, más pesados y necesitan aguas más profundas. Una investigación anterior de The New York Times reveló que los funcionarios del canal no hicieron caso de las advertencias de que necesitarían nuevas fuentes de agua para que la ampliación tuviera éxito.
"A diferencia de las aportaciones, durante los últimos cien años han aumentado todas las exigencias de esa agua", señaló Tewksbury.
La Autoridad del Canal de Panamá también está analizando soluciones de más largo plazo.
El candidato más importante podría ser un nuevo depósito en el río Indio, al oeste del lago Gatún. Pero cualquier próximo paso significativo tendría que enfrentarse a una ley permanente que prohíbe que la Autoridad del Canal de Panamá construya depósitos en cuencas más allá de la que alimenta sus lagos existentes.
La Autoridad del Canal de Panamá también ha considerado el lago Bayano, al este, pero para explotarlo se tendría que llevar por tubería el agua a través de muchos kilómetros desde el depósito que también abastece con hidroelectricidad a la Ciudad de Panamá.
La deforestación de varias décadas ha deteriorado el potencial que tiene el paisaje de absorber los diluvios. El Instituto Smithsoniano de Investigaciones Tropicales ha estado trabajando con la Autoridad del Canal de Panamá en proyectos de reforestación del bosque y en investigaciones relacionadas con cuáles estrategias de plantación son mejores para el "efecto esponja" del bosque.
Pero tal vez no sea suficiente satisfacer la apremiante demanda del tráfico de mercancías a través del canal de Panamá. Lo que sucedió este año ha subrayado la urgencia de contar con más fuentes de agua, señaló Arrocha Paz. "Nada de lo que se pueda hacer dentro de la cuenca será suficiente por los próximos 50 años".
Una embarcación de mercancía pasa a través de una esclusa del canal de Panamá, en Panamá, el 11 de septiembre de A cargo ship passes through a lock of the Panama Canal in Panama on Sept. 11, 2023. (Nathalia Angarita/The New York Times)